¡Te amo!

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Capítulo 11
Cuando estas con la persona que amas, siempre es como la primera vez.
Elliot D.

Darla estaba tan nerviosa, sentía que su corazón latía al mil por ciento, pero cuando vio a Stella se sintió tan segura porque cuando ella la miro pudo sentir que el amor era verdadero, sonrió al instante y le tomo la mano.

Stella: Mi amor. ¿Por qué estás tan arreglada?,
no es justo yo me veo toda fea en pants.
Darla: Pues a partir de hoy dormiré todos los días con el amor de mi vida, eso me motivo a arreglarme, pero sabes siempre te ves tan femenina pero al verte así tan sencilla con pants me encantas, eres hermosa.
Stella: Es injusto sabes, yo también debería arreglarme, pero bueno al menos te gusto así.
¿Por qué me miras de esa forma?
Darla: Solamente quiero seguir tomando tu mano y llevarte camino a las estrellas.

Stella se sentía tan nerviosa que le cambio la plática, sabía que Darla estaba tramando algo, pero por más que imagino, no pudo adivinar que era.

Stella: ¿Así? Pues ahorita las estrellas son todas esas cajas que me falta por llevar, ayúdame cariño que están bien pesadas.

Entre Darla y Stella metieron todas las cajas que hacían falta en el coche, Stella volvió a mirar en su casa para ver que no se le olvidara nada, después se subió al coche con Darla, mientras llegaban a su destino comenzaron a escuchar la radio normalmente a esa hora ponen los poemas de "luna" los cuales continúan cautivando su corazón, ni siquiera se les hizo muy tardado llegar a su nuevo departamento.

Stella: Por fin, estamos en nuestro nidito de amor. –comienza a ver todo el lugar con mucha ilusión y nerviosismo-
Darla: Vienen cosas mejores para nosotras, estoy tan feliz de dar esta paso contigo.
Stella: Nunca te he dicho esto pero sabes, siento que te amo.
Darla: Yo también te amo, mi amor.
Stella: Pero sabes reo que el amor da hambre. ¿No tienes hambre?
Darla: Ja, ja, sabía que eso pasaría por eso prepare algunos bocadillos sencillos en lo que hacemos el sushi.
Stella: Amor me conoces tan bien, al rato terminamos de bajar todas las cajas, vamos a comer.
Darla: Esta bien amor, mira ya prepare el arroz, solo hace falta envolverlo.

Darla comienza a enseñarle a Darla a colocar el alga marina, posteriormente le coloca el arroz y ponerle todos los ingredientes para así poder envolver, tardan alrededor de media hora, se siente tan feliz al preparar los alimentos con su amada, entre tanteos Stella prueba los bocadillos y comienza a llevar la comida a la mesa mientras que Darla saca el vino tinto.

Darla: Mi amor, este momento tan especial merece un brindis.
Stella: Siempre piensas en cada detalle.
Yo quiero brindar, porque el destino me dejo conocerte como amiga, me permitió enamorarme de ti y ahora puedo vivir contigo.
Darla: Yo brindo por tener a la mujer más maravillosa del mundo, la cual me corresponde con la misma intensidad, sé que seremos muy felices.
Stella: Salud, mi amor.
Darla: Salud amor.

Ambas disfrutaron la comida que habían preparado juntas, intercambiaban miradas de felicidad y amor, Darla se levanta y con un tono de misterio dice las siguientes palabras:
Darla: Amor tengo recordé que en una caja deje una de mis espátulas favoritas, es muy frágil iré a cambiarla de lugar, espérame tantito.
Stella: Esta bien amor, aquí te espero.

Darla se dirigió al cuarto donde había preparado la sorpresa, comenzó a encender todas las velas, en la pared se podría observar el dibujo que le había hecho con tanto amor a Stella, se sentía tan nerviosa pero comenzó a gritar:
Darla: ¡Amor! ¿Podrías ayudarme?
Stella: ¿Qué paso?, en seguida voy.

Stella se dirigió al cuarto, cuando vio todo lo que había preparado Darla comenzó a llorar de felicidad y entre nerviosismo le dice:
Stella: ¿En qué momento hiciste todo esto?, sin duda alguna tú eres el amor de mi vida.
Darla: Te mereces esto y mucho más, tú también eres el amor de mi vida.

Darla comenzó a acercarse a Stella mientras la miraba con tanta ternura, con su mano le acaricio la mejilla y entre susurros le dijo.
Darla: Te amo.
Stella: Yo también te amo.

Sin previo aviso Darla comenzó a besar apasionadamente a Stella, sus labios suaves, su lengua caliente, la forma en la que se insinúa es tan excitante, mientras la toma de la cintura haciendo que de unos pasos hacia atrás hasta que llegan al colchón inflable, la empuja sutilmente, Stella comienza a reír.
Stella: Hemos esperado mucho tiempo, por fin nuestro cuerpo hablara.
Darla: Eres demasiado hermosa, que no puedo contenerme, te deseo tanto.

Stella siente como Darla comienza a subirse encima de ella, sus manos recorren su cuerpo para llegar a sus senos mientras que la inunda la sensación que provoca su lengua, es tan cálida su respiración y siente como se acelera su corazón... Darla sutilmente le quita la blusa, con sus manos la acaricia suavemente.
Stella: Ahhh, ahhh me encantas. – con la voz agitada.-

Stella rápidamente le quita la blusa a Darla dándole pequeños mordiscos, empieza a sentir como la lengua de Stella recorre sus senos, su respiración comienza a agitarse, baja lentamente sus manos mientras comienza a tocar suavemente las piernas de Darla, le desabrocha el pantalón, desliza su mano para poder meterla dentro de su calzón y siente que está húmeda, con sus dedos comienza a recorrer suave y apasionadamente cada centímetro su vagina, mientras que logra que comience a excitarse.
Darla: Ahhh, ahh, si, así me gusta, ahh
Stella:ahh, ahh, me encantas, ahh, ahh.
El cuerpo Darla empieza a pedir más, entre besos, caricias y mordidas, la ropa comienza a estorbar y se la quitan, Stella puede sentir como su cuerpo se estremece, gira lentamente dejando que Darla tome el control, dejando que este encima de ella, acomodando sus piernas de tal forma que estén entrelazadas con las de su amada, inicia moviendo lentamente sus caderas para posteriormente moverse con más intensidad.
Stella: ahh , ahh más duro amor, ahh, ahh
Darla: ahh, ahh, te sientes tan bien, ahh, ahh

Darla después con sus manos comienza a tocar los senos de Stella, su boca empieza a succionar, besar y morder lentamente descendiendo hacia su vagina, su lengua comienza a saborearla como si fuera un manjar delicioso mientras que con sus dedos la acaricia de forma circular provocando que Stella llegue al orgasmo, así continuaron hasta poco antes del amanecer eran tantas las ganas que se tenían guardadas que se iban turnando hasta recorrer cada centímetro de su cuerpo, por fin era la pasión que no podía detenerse solo querían expresar todo el deseo y el amor que sentían, cuando terminaron durmieron si acaso unas 4 horas, el reloj marcaba que ya era medio día, Darla se levantó a preparar el desayuno, decidió preparar hotcakes con almendras y un poco de café, sirvió el desayuno, lo puso en una bandeja y se dirigió hacia el cuarto donde Stella aún estaba dormida, tiernamente le da un beso en la frente.

Darla: Mi amor ya despierta, hoy es un gran día.

Stella abre lentamente abre los ojos, al ver a su amada, sonríe.

Stella: Así es como quiero despertar todos los días.
Darla: Cumpliré todos tus deseos mi amor, pero come, lo hice con mucho amor para ti.
Stella: Gracias, al rato yo quiero prepararte la comida.

Ambas comienzan a disfrutar del desayuno, entre sonrisas y miradas de deseo, en cuanto terminan de desayunar se meten a bañar, ambas comienzan a tallar su cuerpo de si fuera una obra de arte, de forma delicada y erótica, dándose uno que otro besito travieso, entre insinuaciones y tanto deseo volvieron a hacer el amor.

Darla: No sabes cuantas ganas tenía de estar contigo.
Stella: Yo todas las noches soñaba contigo y te deseaba tanto.
Darla: Me encanta hacerte el amor que ya quiero hacerlo de nuevo.
Stella: Hagámoslo aquí amor y después en cada rincón de la casa.
Darla: Eres tan traviesa mi amor, que te voy a complacer.

Cuando terminan de bañarse, sus miradas siguen siendo deseo no podían dejar de mirarse, tardaron un poco en cambiarse de ropa, pues comenzaban a acariciarse de nuevo, entre ternura y deseo, no querían dejar de besarse, pero querían conocer a profundidad el alrededor del departamento, en cuanto terminaron de cambiarse se dirigieron al parque, comenzaron a caminar mientras se agarraban de la mano.
Stella: Cada momento que paso contigo es como un sueño.
Darla: Un sueño del que no quiero despertar.
Stella: Disfruto tanto estar contigo, así tranquilas tomándonos de la mano, nada me puede faltar.
Darla: ¿Sabes que podría ser mejor?
Stella: no se amor, ¿Qué es?
Darla: Me encantaría que nos acostáramos en el pasto.
Stella: ¡Hagámoslo!
Darla: El cielo se ve tan hermoso, me siento tan tranquila.
Stella: Parece que el destino realmente quiere que estemos juntas, no sé qué hice en mi otra vida pero seguramente fue tan bueno que me premian contigo.
Darla: Yo soy la afortunada de estar a tu lado.

Para la recién pareja todo era color de rosa, parecía que en el mundo no existía nadie...
.... Solo ellas...
Estaban tan emocionadas admirando el cielo, mientras se tomaban de la mano, que no se dieron cuenta de que Ari llevaba tiempo mirándolas pero al verlas entendió que Stella era feliz y que debía dejarla ir, continuo caminando y se alejó del lugar.... justo en ese momento Jenn les marco por teléfono.


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Amarte solo a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora