Un nuevo comienzo

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Capítulo 12
Bienvenidos a nuestro nidito de amor.
Elliot D.

El mismo día que Jenn fue dada de alta su mamá fue por ella, la tomo de las manos al salir del hospital sintió la brisa del viento en su rostro, era como el cielo le dijera que le dará una nueva oportunidad de vida, cuando llegaron a su antigua casa su mamá le había preparado su comida favorita "caldo de pollo".

Sra. Isabel: Me siento tan orgullosa de ti, prepare todo esto con mucho cariño, espero que de ahora en adelante te dediques a cumplir tus sueños, yo puedo ayudarte a cumplirlos.
Jenn: Muchas gracias mamá, fui muy tonta al creer que estaba sola, si tú siempre has estado a mi lado, amándome y apoyándome en cada momento.
Te prometo que seré cada día mejor.
Sra. Isabel: Te amo mi niña traviesa.

Jenn observo su casa y por primera vez se sintió cómoda, comió la deliciosa comida en compañía de su mamá, platicaron y la cuestiono sobre lo que debería hacer en el ámbito laboral, Jenn se sentía confundida así que comenzó a pensar en donde debería trabajar si con su amiga Darla o con Stella medito durante toda la noche y al otro día le llamo a Darla.

Darla: ¡Hola Jenn! ¿Cómo estás? ¿Ya estás en casa?
Jenn: ¡Hola Darla!, me encuentro de maravilla, por fin ya estoy en casa,
pero dime: ¿Ustedes ya se instalaron es su departamento?
Darla: Sí, ayer me mude con Stella, así como lo teníamos planeado, me da mucho gusto que por fin estés en casa.
Jenn: ¿Y ahorita, que hacen?
Darla: Stella y yo estamos acostadas en el pasto. ¿Quieres saludarla?
Jenn: Claro, pásamela.
Stella: ¡Hola Jenn! me alegra que ya estés en casa, el siguiente fin de semana haremos una pequeña reunión con todos para que conozcan el departamento. ¿Te gustaría venir?
Jenn: Claro amiga, estoy súper anotada.
Por cierto ya decidí con quien quiero trabajar.
Stella: ¿En serio? ¿Con quién?
Jenn: Con Darla, creo que podría ser más productiva en la cocina que haciendo carga administrativa, pero quería preguntarte si no te sientes incomoda al respecto, si no me iría a buscar un trabajo independientemente.
Stella: Para nada nena, no me incomoda, de hecho me siento feliz de que ya te hayas decidido.
Te voy a pasar a Darla para que se pongan de acuerdo.
Jenn: ¡Muchas gracias bonita!
Darla: Ya medio escuche, entonces ¿te decides por la cocina?
Jenn: Sí, creo que tengo habilidad.
Darla: Le diré a Stef que desde mañana comience a capacitarte.
Jenn: Gracias amiga, bueno ya no las interrumpo más sigan llenando de diabetes a sus vecinos.
–entre risas-

En cuanto cuelga Jenn se emociona tanto que empieza a probarse la ropa, pensando que la primera impresión es la que cuenta, al día siguiente se dirige al restaurante donde trabaja Darla, conoce a Antoni y a sus colegas del trabajo, se percata de que Stefani la mira en forma de desaprobación.

Stefani: No me lo tomes a mal, soy una persona profesional pero podrás engañar a Darla y a Stella pero a mí no me agradas, espero que pronto renuncies.
Jenn: Sé que en el pasado fui muy mala, pero he cambiado y sigo intentando retomar el rumbo de mi vida, por favor dame una oportunidad.
Stefani: Ya te lo dije cuando se trata de trabajo soy profesional, te enseñare, te capacitare, pero deseo que te vayas.
Jenn: ¡De acuerdo!
En este momento ¿Qué debería hacer?
Stefani: Todos los ayudantes de cocina, inician lavando/ secando la loza, la estufa y el refrigerador
¿Ves ese mandil?
Jenn: Sí lo veo.
Stefani: Póntelo y comienza a lavar los platos, recuerda aquí en la cocina no vienes a sorprender a los colegas con tu atuendo, vienes a cautivar a los clientes con un buen servicio para mañana quiero que te vistas más formal.

Durante ese día Stefani le levanto la voz a Jenn para ver si al otro día desistía y se iba pero la perseverancia de Jenn fue tan grande que continuo con gran entusiasmo trabajando y así transcurrió una semana. Darla se dio cuenta de que Stefani estaba cargando de trabajo a Jenn así que se acercó a ella.

Amarte solo a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora