Me he desvestido para muchos hombres en mi corta vida y enserio nunca me sentí menos deseado que ahora.
Si no fuera por la mirada del oficial Suok me sentiría ofendido.
Una vez me vestí me dieron otro uniforme que debia cuidar hasta que fuera la otra dotación.
Me volvieron a esposar y salimos del gran cuarto hacia una puerta gris con un trozo de cristal en la mitad.
-Es todo de ustedes–Dijó el oficial Suok.
Dos hombres me iban a llevar pero me detuve y mire al oficial Suok.
-¿Nuestra despedida?-Le pregunté, él asintió y me reía suave. -Ya me estaba cayendo bien oficial Suok, no me extrañe-Me dí media vuelta y me deje guiar por los guardias.
-¡No me extrañes tu a mí!–Gritó enojado.
Me volteé y me reí por su cara, estire mi mano, cerré el puño y le mostré mi dedo medio.
-¡Si me extrañas mira mis fotos del período, en alguna salí bien!-Le grité y ví una pequeña sonrisa en su rostro.
-Aqui es mejor que cierres tu boca por que te pueden matar en menos de dos minutos-Dijo el guardia de mi derecha.
-¿Y quien dijo que quiero vivir más de dos minutos?-Pregunté con burla.
-Mejor cálmate niño-Dijo el guardia de mi izquierda.
-¿Como hago para que eso llegue rápido?-Pregunté con una leve sonrisa.
-Busca alguien de mando, molestalo y te matarán pero con tortura incluida-El guardia de mi derecha habló.
-Ok, gracias por que su guía turística es la mejor del lugar-Le sonreí y el de mi izquierda lo hizo igual.
-Puto demente-Susurró el guardia de mi izquierda.
-Llegamos a tu habitación de cinco estrellas-Dijo el guardia de mi derecha con burla.
-Me cae bien, tiene buen sentido del humor–Hablé mientras entraba a mi celda.
Me encerraron y se fueron riendo por mi comportamiento.
Suspiré pesadamente y miré por la reja los vacíos pasillos, está era mi realidad y no me siento bien...
Este no era mi mundo... tampoco era el lugar donde pensé que llegaría, pero es que la verdad la situación se me salió de las manos y no tuve de otra que matarlos.
-No te quedes ahí, estorbas-Me dijo una voz gruesa.
Volteé y había un hombre leyendo un libro... sonreí. Puse mis cosas sobre la cama de arriba y me subí con un poco de dificultad, si mis piernas fueran más largas sería mejor.
Saqué la foto de mi pretina y suspiré pesado, de lo único que me arrepiento es que no vere a mi dulce princesa crecer, graduarse, ir a la universidad y mucho menos conoceré un novio.
Me acosté y miré el techo pensando en todo.
Se abrió la celda y una voz decía que saliéramos, bajé y el hombre que estaba ahí conmigo era el doble de grande que yo, talvez este sea mi asesino.
-Mueve tu trasero-Me dijó el hombre de muy mal humor.
Salimos y en filas fuimos al patio, debia acostumbrarme a esto, ya no había más que hacer.
Las miradas se posaron en mi, por supuesto que estos hombres son como buitres y huelen la carne fresca... esa carne soy yo.
Me paré lejos de todos, quería saber qué terreno estoy pisando y de seguro no era nada estable.
En la parte de ejercicios habia un grupo y se notaba que ese moreno de oyuelos era el jefe por que los demás le servían.
En unas bancas habia otro grupo pero no había sólo locales, había unos americanos con unos asiáticos, eran una pandilla, todos tienen el mismo tatuaje de espadas cruzadas con fuego.
Sin decir de los que jugaban baloncesto, tipos rudos y grandes, enserio no sobreviviré aquí.
-Hola florecita-Saludó un hombre y se paró a mi lado.
Baje la mirada y lo mire detenidamente... piernas largas y gruesas, abdomen plano y marcado, sus brazos era gruesos y musculosos, pectorales muy bien formados, mandíbula firme, un tatuaje en su cuello, una nariz pronunciada, labios delgados, ojos oscuros y pestañas largas, cabello oscuro que hecho hacia atrás... muy atractivo pero no está aquí por santo.
-¡Prisionero 0-8-1-3-5-9!-Gritaron cuando abrieron la puerta.
Suspiré y fui en dirección hacia el guardia dejando a ese hombre detrás.
-Tienes visita-Me dijó el guardia.
-¿Hoy es día de visita?-Pregunté.
-No, regalo de bienvenida por parte del director-Me dijó el hombre con una sonrisa.
Eso no era nada bueno.
Se abrió una puerta y dentro habían dos hombres viéndome con una sonrisa.
-15 minutos-Dijó el guardia antes de irse.
-¿Que hacen aquí? creo que deje claro que nadie podía venir-Les dije y suspiré negando.
-Jamas te dejaría... somos una hermandad-Me dijo el tonto rubio con una enorme sonrisa.
-Idiota, ven aqui.
Nos abrazamos y nos dimos un beso en cada mejilla.
-Deja las constumbres europeas, estamos en Corea-Le dije y me senté. -¿Lee que haces aquí? no debías volver aquí.
-Jamas te desaras de mi Park-Tomó mi mano y me sonrió.
-¿A que vinieron?-Pregunté cruzandome de piernas.
-La compañía...
-Ya le dije a Lee que la maneje mientras salgo-Interrumpí al rubio. -Dame un cigarrillo estoy muriendo-Se lo pedí a Lee.
El sonrió y me lo dio, lo encendió y empecé a fumar con alivio.
-¿Que dijo la fraternidad?-Pregunté serio.
-Estan analizando tu caso pero creo que estaran a tu favor... me llamaron a declarar, aunque maquille algunas cosas estará bien, Kim SeokJin siempre se encarga de todo-Me dijo el rubio y sonrió enorme.
-Deja de sonreír tonto, estaré aquí 20 años, y eso si no cometo ninguna estupidez...
-No importa, recuerda que puedes herirlo pero no los mates, eso tiene mas años-Me dijo Lee.
-Hare lo posible.
Nos reímos ligeramente, era relajante.
-Lee has que Jin sea el CEO de la compañía, Jin debes enviarle dinero a mi hermana, que no le falte nada, mantente enterado de la decisión de la fraternidad, sea malo o bueno me debes avisar para saber qué hacer... no le den dinero al perro del director, no quiero privilegios por ahora-Me levanté y apagué lo último del cigarrillo.
-Que desastre-Bufó Lee.
-¿Cual? ¿el que Jimin este aquí?-Le pregunto Jin.
-No, que reciba órdenes de un niño de 19 años donde le llevó más de 5 años-Dijo Lee.
-Solo es por ahora, deben estar juntos... no dejen que la compañía se venga abajo, mi hermana depende de eso-Suspiré y les sonreí.
Abracé a ambos y pensé en todo el tiempo que estaría aquí
-Deben cuidarse, saben que los aprecio mucho-Me separé y me acerqué a la puerta golpeandola.
-Chao Chimchim-Jin me sonrió leve.
-Chao jefe, nos veremos pronto-Lee suspiró pesado.
-Cuidensen, yo me encargo de no matar a nadie.
Ellos asintieron y luego me llevaron de vuelta al patio.
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Amor Inesperado (KOOKMIN)
FanfictionNo importa donde, si debes encontrar el amor lo harás.. el destino es complicado e inexplicable. #13-Prisioneros 24/07/2020 #17-Prisioneros 30/07/2020 #14-Prisioneros 05/08/2020 #52-Prisioneros 20/08/2020 #68-Prisioneros 25/09/2020 #26-Prisioneros 0...