🥀 Nineteen 🥀

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Después de fumar dos cigarrillos me desvesti por completo y me paré enfrente del espejo, me miré de arriba a abajo una y otra vez y suspiré frustrado.

-¡Kai ven aquí!-Grité.

Un par de segundos y la puerta se abrió.

-¿Notas algún cambió?-Pregunté cuando me miró.

-No majestad, sigue igual... ninguna diferencia-Me dijo serio.

Suspiré y asentí.

-Vete, me daré un baño.

Cerró la puerta y quedé otra vez sólo, fui al baño y me quité el boxer para entrar a la tina.

Dure minutos pensando en cómo sería mi hermana después de 20 años, cuando la deje era una niña y yo un adolescente ante ella, ahora soy un señor de casi 40 años y ella una mujer de casi 29 años, pronto cumpliremos años el mismo día.

Nunca he hecho una fiesta ni he ido a una así que no celebro mi cumpleaños como los humanos, para nosotros es otro día normal.

Después de unos 30 minutos de un buen baño salí con una bata cubriendo mi cuerpo y una toalla secando mi cabello.

Me senté cerca de la mesa del centro de mi habitación y empecé a comer...

Había de todo.

Arroz, vegetales, carné picada, pasta con salsa picante, sopa de pasta y de verduras, postres y todo lo que se les imaginé poner en una mesa, comida de mar también estaba incluída... un banquete digno de su majestad, diría Kai en este momento.

Puedo durar un día completo comiendo y no me pasara nada, pero así mismo puedo durar días sin comer y no me afectará por que no como por que me dé hambre sino por que los humanos lo hacen y aprendí de ellos.

Al principio de eso me gustaba, pero después empecé a comer y comer y no pude parar.

Después de comer todo abrí el clóset y saqué un jean negro ajustado a mis piernas, un suéter negro con cuello alto, unos mocasines negros con una hebilla dorada, un saco negro y me vestí, me puse un collar de plata sobre el suéter.

Tomé el celular, tomé el encendedor y una cajetilla de cigarrillos.

Salí de la habitación y empecé a bajar hacia el segundo piso, todo estaba solo y eso significa que los empleados si estaban trabajando.. Iba por el pasillo mirando y el sonido del timbre resonó por toda la casa.

Empecé a bajar las escaleras hacia el primer piso y él timbre siguió sonando.

-¡Que alguien abra esa puerta!-Grité y nadie salió. -¡¿Donde están para que abran?!-Otra vez nadie.

Rodé los ojos y terminé de bajar las escaleras, crucé el living y abrí la puerta.

-Esto no lo ví venir-Fue lo primero que dije.

-Majestad per..-Kai desvío la mirada hacia la entrada y frunció el ceño. -Tu, humano insignificante-Dijó de no muy buen humor.

-Cosa espantosa-Dijo Jeon con fastidio.

-Que...

-¿Donde estabas?-Interrumpí a Kai que iba empezar una discusión con Jeon.

-Con mochi majestad-Me miró serio.

-¿Y la servidumbre? yo tuve que abrir por que nadie estaba para hacerlo-Negué levemente y suspiré. -Vete con mochi y déjala en mi habitación para que duerma.

Kai asintió y hizo una reverencia, miró mal a Jeon y se fue por las escaleras.

-Ahora si, hola Park-Me sonrió. -¿O mejor digo majestad?-Preguntó con burla.

Sonreí y miré sus oscuros ojos.

-Me gusta majestad-Le respondí con una sonrisa.

-¿Me dejarás entrar o hablaremos aquí donde hace un poco de frío?.

Abrí más la puerta y lo deje entrar, cruzamos el living y pasamos a la sala.

-¿Como entraste?-Pregunté sentandome.

-Dije que era guardian de su majestad y me abrieron rápidamente-Se sentó enfrente y empezó a ver todo a su alrededor. -Tu casa es... mmm... diferente y un poco...

-Si, me gusta el negro-Lo interrumpí y sonrió. -No ví que venías..

-No estaba en mis planes-Suspiró y volteó la cara.

-¡Yina!-Llamé.

-¿Si majestad?-Apareció en la entrada.

-Traeme algo de tomar, ¿Jeon quieres algo?-Lo miré y su vista estába en la ventana.

-Agua está bien-Seguia entretenido afuera.

-Permiso-Yina se fue y quedamos en silencio.

Era rara la sensación de verlo otra vez, pensé que no vendría a mi así.

-¿Que tanto mirás?-Miré hacia donde él lo hacia.

-Ya se fue, era un pajarito-Me miró y me regaló su sonrisa de conejo.

-¿Te han dicho que pareces un conejo cuando sonríes?-Le pregunté y frunció el ceño. -No hagas así, no quise ofenderte, era un cumplido... los humanos le parecen dulces lo conejos, por eso los tienen como mascotas.

Yina llegó con los dos vasos se agua y se fue con una reverencia.

-Ven, vamos a mi habitación, las paredes tienen oídos y eso me desagrada-Me levanté y él me siguió.

-Eres muy mandón, supongo que eso conlleva ser majestad ¿verdad?-Preguntó con burla.

-¡No quiero a nadie en el tercer piso!-Hablé fuerte y sentí con Jeon se tensó.

Subimos hasta mi habitación y la cerré con seguro.

-¿Que haces aquí Jeon?-Pregunté serio.

-¿Enserio no lo sabes?-Me miró de igual manera.

-Ni tu lo sabes así que yo tampoco-Me asomé al balcón y todo estaba sólo.

-¿Estuviste con alguien después de que salí de prisión?-Me preguntó.

-No, me dieron un guardian sumiso... corría cuando hablaba fuerte y estube a punto de arrancarle la cabeza-Suspiré recordando eso y lo miré. -Despues me dieron otro y fue mejor pero no me tocó, ¿por que la pregunta?-Me acerqué a la cama porque mochi se despertó.

-A ti no te puedo mentir-Suspiró pesado y se me acercó. -Moriría de la ira si alguien lo hubiera hecho-Pasó su mano por mi cabello y sonrió. -Te extrañe mucho por todos estos nueve años, queria ir a visitarte pero pensé que no querías verme, estuve fuera de la prisión y quería acercarme pero estaban tus amigos...

-No tengo amigos, empleados o hermanos..

-Bueno como sea, ¿me extrañaste tan solo un poco?.

Amor Inesperado (KOOKMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora