CAÍDO.

Capítulo 16.

Doom se ha llevado a Tony. A mi rollito.

He visto como ese bruto lanzaba el cuerpo inerte de mí amado Tony, al interior de aquel potente vehículo y sé, que por más que corra no lo alcanzaré; sobre todo, porque he tardado en reaccionar. No esperaba encontrarme con esa escena, yo solo pretendía avisarle de que ya nos íbamos y decirle, que los chicos nos habían invitado a una tarde de pizza y pelis con ellos.

Me sentía feliz; sobre todo, porque a partir de ahora iba a poder tenerle entre mis brazos cuando quisiera, tal y como soñé por tantos años.

Tal vez es por eso que me he quedado paralizado, porque no lo vi venir, porque me confié demasiado, o porque esta nueva forma de querer a Tony, me está confundiendo los sentidos. Sin saber cómo ha pasado, desde que estoy aquí abajo ya no le veo como mi niño, como el bebé al cual velé en todos sus sueños, sino como alguien a quien amar de un modo muy diferente.

Se supone que solo vine a cuidar de él, a protegerle; pero siempre ha sido difícil cuidar de Tony. No voy a engañarme, ni a engañaros a vosotros fingiendo que no, pero por alguna estúpida razón, pensé que al estar aquí a su lado, todo sería más fácil.

Me equivoqué, con él nada es fácil.

Mi primera reacción es volver al interior del edificio en busca de aire, porque en aquel callejón, no lo encuentro. No puedo respirar.

Necesito pedir ayuda a los demás. Yo no sé moverme en esta ciudad, ni en este tiempo, y solo espero que me crean cuando les diga lo que ha pasado. Sé que no tienen porqué dudar de mí, pero ya estoy acostumbrado a que nadie crea ni una sola palabra de lo que digo, y ahora, veo el gran inconveniente que eso puede suponer. La vida de la única persona que me importa en este mundo está en juego, y no sé cuánto tiempo tengo.

Llego agitado y sin aire hasta la mesa donde Pepper ya está recogiendo sus cosas. Ella es la persona que más confianza me da, y por eso, ante mi desesperación, la sujeto por los hombros quizás un poco más bruscamente de lo necesario.

— ¡No está, Tony...se lo ha llevado! — Quizás he podido explicarme mejor, pero de verdad que no me sale ni la voz.

— Steve. Tranquilo, cariño. Todos nos hemos puesto un poco nerviosos con el temblor, pero no ha sido nada. Tony se habrá ido a hacer de la suyas por ahí. No puedes ponerte tan nervioso cada vez que desaparece por un rato. Ya le conoces.

— ¡No! ¡En serio! — ¿De qué temblor habla? No estoy ahora para que saquen el tema de los temblores de nuevo. Sé que estoy gritándole, pero esto es grave —. ¡He visto como Doom lo arrojaba dentro de su coche! ¡Le había dejado inconsciente!

— ¿El angelito ya terminó de perder la cabeza? — Rhodey llega corriendo y me sujeta los brazos para que suelte a Pepper —. No me hagas enfadarme colega, o esta vez si te dejaré en aquel centro que fuimos a ver. ¿Entendido?

Trato de calmarme, porque si no, no voy a conseguir nada. Me apoyo en una mesa y trato de respirar profundo y de pensar, en todas las veces que traté de avisar a Tony de algún peligro y no me hizo caso. Esta no es mi primera vez, pero no consigo relajarme con eso. Las otras veces solo eran tonterías y esto; esto es un secuestro en toda regla.

— Perdón Pepper. Lo siento, de verdad, pero me tenéis que escuchar. Salí a por Tony al callejón, tal y como me dijisteis. Esperaba encontrarle en la puerta fumando, regañarle un poco y traerlo de vuelta, pero no estaba.

— Entonces, habrá ido a por tabaco. — Rhodey se encoge de hombros restándole importancia a lo que trato de contarles y eso me enfada tanto, que me levanto de golpe de la mesa. ¡Estamos perdiendo mucho tiempo!