No es posible que con lo que me costó conciliar el sueño, de repente alguien se ponga a gritar mi nombre. Este sentimiento de fastidio permanece en mí por no más de cinco segundos. Lo justo como para darme cuenta de que algo está pasando y para que lo primero que se me cruce por la cabeza sea Steve.
No debí dejarle solo.
Me levanto de golpe de la cama. Mi única idea es salir disparado en su busca, pero en cambio, lo que sucede es que al poner un pie en el suelo, tropiezo con él enterrando mi cara en su duro y amplio pecho. El golpe es tan fuerte, que hasta me duele la nariz. Levanto la vista y le miro contrariado. A su lado, una silla.
No voy a negar que me alivie verle, como tampoco que no hace falta ser muy listo para saber que lleva rato durmiendo en dicha silla.
Sí, es muy mono, tierno y todo eso. Pero aún estoy dolido por nuestra conversación de ayer y sobre todo, no es lo que acordamos, perdón; "acordé".
Estoy a punto de regañarle cuando vuelvo a escuchar cómo me llaman. Ahora puedo distinguir la voz. Es Gregory. Supongo que a Steve le despertó lo mismo, así que nos miramos por un segundo y ambos salimos del cuarto siguiendo la voz. Viene de abajo y parece tan urgente que pasamos de largo de la que es mi habitación aunque esta tenga la puerta abierta de par en par. Greg debió buscarme ahí.
Bajo los escalones de tres en tres a pesar de arrastrar aún el pijama que cogí del armario de mi hermano y tras cruzar el salón y el recibidor, le detengo ya que está a punto de salir de la casa gritando mi nombre.
Nada más darse cuenta de que soy yo, Gregory me abraza con fuerza dando gracias al cielo. ¿Al cielo? ¿Desde cuándo? Sin querer mi mente comienza a tratar de atar cabos. ¿Habrá tenido una pesadilla? ¿Tanto estrés tiene acumulado por mi culpa? ¿Comienza ya con la degeneración mental propia de la edad? Eso puede ser, es mayor que yo. Lo que parece claro es que tal y como me dijo, en cuanto me den el dinero del seguro de la casa, debería hacer un viaje muy lejos de él.
Sin proponérmelo, estoy acabando con los nervios del hombre más templado de América.
Le pregunto si está bien y parece reaccionar tratando de recomponerse del susto que su imaginación senil debe haberle causado. Espero una sonrisa o algo, pero en cambio, suelta un ¡joder! Me empuja de mala manera y se vuelve hacia Steve comenzando a regañarle como si no hubiera un mañana.
Que si dónde estábamos, que si vaya un ángel de la guarda, que qué pasó en nuestra habitación. Ahí es donde yo también miro a Steve, pero él me devuelve la mirada al tiempo que ambos nos encogemos de hombros. Ninguno hemos dormido ahí.
Gregory aún furioso nos pide que le sigamos. Según va diciendo mientras recorremos el camino hacia mi cuarto, se cansó de escuchar ruido proveniente de ahí, ya que no le dejaba dormir. Nos explica que primero pensó que éramos nosotros haciendo cochinadas, (Sí, más quisiera yo), así que salió de su cuarto dispuesto a protestar para que paráramos, pero cuando llegó allí no había ni rastro de ninguno de los dos. Por lo que pensó, que alguien me había secuestrado de nuevo.
—Mira que eres exagerado, ¿no pudiste pensar que habíamos ido al baño?
Conforme digo esta frase, llego a la puerta de mi habitación y lo que tengo delante responde todas las preguntas por parte de mi hermano.
El lugar está hecho un desastre, todo se encuentra revuelto como si hubieran entrado ladrones de esos que en su afán de buscar algo en concreto, revuelven todo sin cuidado. ¿Pero qué es lo que podrían buscar? Yo no tengo nada.
La ventana está abierta de par en par, cuando recuerdo perfectamente que la dejamos cerrada.
—¿Esto es suficiente repuesta para ti, enano?
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CAÍDO.
Fanfictionfic Stony (ambientado fuera del universo Marvel.) OOC Tony decidió plantar cara a su padre y desvincularse de sus negocios. Ha decidido valerse por sí mismo y dedicarse a ayudar a los menos favorecidos, siguiendo con las fundaciones de ayuda de su...