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—¿De dónde salió este lugar? —preguntó Wilmer.

—Lo encontré con Sebastián unos años atrás, lo había olvidado por completo, la gente se topa con la roca y jamás la escala. —dijo Brandon mientras se sentaba sobre la gran piedra.

—Es genial...—soltó Wilmer.

Brandon pensó en decirle lo que León, pero no tenía significado en ese momento, lo que más importaba era mantenerlo ahí, mantener a Wilmer sujeto, sujetando su sonrisa, sus ojos que poco a poco volvían a brillar y a perdían esa rojez mientras algunos mechones sueltos de su cabello revoloteaban por la brisa suave que los cubría. Brandon le pasó una galleta y ambos comieron sobre la roca.

—¿A cuántos chicos has traído acá? —preguntó Wilmer en tono de broma.

—¡¿Qué?! —preguntó Brandon sorprendido mientras Wilmer soltaba una risa y el castaño le daba un suave golpe con su mano en el brazo.

—Es bastante lindo, este lugar es pacífico...

—Me alegra que te guste, es un pedazo de mi para compartir contigo. —agregó Brandon.

—Bien... —soltó Wilmer.

—Una canción...—dijo Brandon. —¿Qué canción nos inundaría en este momento?

—¿A que te refieres? —preguntó Wilmer mientras masticaba su galleta.

—Tu lo dijiste...

Wilmer no respondió.

—Vamos, Wilmer, pon una canción, es un buen lugar para dejarse inundar por la música... —bromeó Brandon.

Entonces el pelinegro sacó su celular algo reacio y busco entre ellas, temía que Brandon no gustara de su música, así que el castaño notó este vacilar y tomó el celular del pelinegro y puso la primera canción que vio, «Lost & Found de Jorja Smith» y extrañamente, la canción era una representación exacta de ellos, de la situación, de sus deseo y sueños, como también de lo que estaban creando, ese pequeño pero mágico mundo cerca del cielo, y sobre el mar.

—Se demora en empezar... —bromeó Brandon al escuchar que la canción tenían una larga introducción.

—Déjala... —agregó Wilmer cerrando los ojos sintiendo el viento en su cabello.

Lo hare. Pensó Brandon.

Suave como la brisa, suave como parecía ser la piel de Wilmer mientras Brandon la miraba iluminarse por el sol de verano. Una melodía extraña para el castaño pero significante para Wilmer. Una voz peculiar que narraba la verdad de esos dos jóvenes, ingenuos y extraños del otro hace un tiempo, que sin querer caían, caían entre ellos al ritmo de la canción que acentuaba el palpitar en el corazón de Brandon y sus ganas de lanzarse a por Wilmer, de dar un salto a sus labios los cuales se movían cantando en silencio. Entonces una parte hizo eco en Brandon, una parte que Wilmer cantó sin darse cuenta.

—I never thought you would stay around, It felt way too good to be real I heard that good things don't last a while, please don't be the one to leave first...

El pelinegro seguía con los ojos cerrados mientras movía la cabeza al ritmo de la melodía, y Brandon sonrió. Recordó que Wilmer hace un tiempo había dicho que Brandon era el sol, al menos eso entendió él, si él era un sol entonces Wilmer era la luna, porque la luz de Brandon se reflejaba en él, cada vez que estaban juntos parecía que Wilmer brillaba, inclusive más que el mismo sol.

—Iré a verlos fuegos artificiales...—dijo Brandon de pronto.

—¿Qué te hizo cambiar de parecer? —preguntó Wilmer.

—Sebastián, y Loreto, me dijeron que fuéramos, bueno, además...—pensó Brandon tomando aire. —quería saber si querrías ir conmigo, ira Seba y Lore también, me gustaría que fueras, además me lo debes por mostrarte este lugar.

—Bien. —respondió rápidamente Wilmer girándose a mirar el horizonte dejando sorprendido a Brandon quien quedó con la boca abierta pues estaba preparado para insistir.

—Me alegra escuchar eso...—respondió finalmente con esa calidez que Wilmer pensaba que seguía robando.

—Y... creo que de alguna forma tienes razón con respecto a mi papá. —soltó de repente Wilmer.

Brandon solo asintió.

El pelinegro mostró un cambio brusco de su expresión facial lo que hizo que Brandon se preguntara que pensaba, que había en su cabeza, quería saberlo, dios como quería saber que había en la cabeza de Wilmer, cada día era más difícil no pensar en querer conocerlo, en indagar en él, en ser su amigo, en ser más que eso.

Entonces eso último, ese último pensamiento hizo eco en su cabeza, ser más que eso, "más que amigos" siendo que ni siquiera aun lo eran, solo eran dos desconocidos que estaban compartiendo juntos desde ya hace semanas, pero ¿porque Brandon sentía que quería más que eso? ¿porque sentía que quería protegerlo?, no del mundo, sino de si mismo, de que dejara de hundirse, de distanciarse de todos, de caer.

—Brandon...—soltó de repente Wilmer. —Gracias.

Fue como el ultimo pedazo que Brandon necesitaba para poder convencerse de que jamás se sintió así por palabras tan simples, palabras pronunciadas de forma tan verdadera, como si realmente tuvieran un significado, porque si lo tenían, todo lo que venía a de Wilmer parecía tener un significado, a veces eran como este, simples y verdaderos, otras eran un poco más difíciles de entender, pero Brandon creía poder seguirle la corriente, como la corriente que recorría su cuerpo al mirar su perfil. Jamás sintió eso con nadie, jamás lo sintió con León, y no quería pensar en él, no quería pensar en nada, no quería pensar siquiera en que le daría alas a Wilmer para luego dejarlo caer, no quería ilusionarlo o peor aún, ilusionarse el mismo de que podría vivir mas tiempo para estar con Wilmer, para atraparlo. Pero Brandon un no notaba algo, que si bien Wilmer pensaba que robaba de la calidez del castaño, Brandon robaba tiempo cada día, pues la bomba de tiempo en su cabeza no dormiría por mucho mas tiempo, era por ello que Brandon dudaba tanto en acercarse a Wilmer, en dar el siguiente paso aun cuando ahora tenia el camino libre, así que no, no le dijo sobre León, porque no quería volar a lo alto con el pelinegro para luego caer, no quería perderlo, no aun, no quería decirle adiós.

Sí o sí te atraparé!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora