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Al llegar a casa, Wilmer fue directo a su habitación y envió un mensaje a Brandon.

—"Dame señales de vida"

No pasaron ni dos minutos y el castaño respondió.

—"Vivo, pero mi cabello ha muerto. R.I.P."

—"¿Te sientes bien?" —preguntó Wilmer.

—"Si, solo algo hinchado gracias a que me comí cinco empanadas." —respondió con un emoticón sonrojado.

—"Me traje la sobrante a casa."

—"Sabia que no la desperdiciarías."

Wilmer bostezó.

—"¿Ya te iras a dormir? Usualmente te duermes temprano, ¿ves? yo también me percato de cosas de ti. "

El pelinegro sonrió, jamás le había dicho que él se dormida antes de las diez de la noche, su cuerpo se había acostumbrado incluso en verano.

—"No, no quiero irme aún." —respondió Wilmer.

—"Apuesto que estas cabeceando." —respondió Brandon. —"Ve a dormir, yo estoy bien, mañana a penas despierte te enviaré una señal de que estoy con vida."

—"¿Lo prometes?" —preguntó Wilmer.

—"Lo prometo."

Wilmer le respondió con un emoticón soñoliento y luego puso su celular a cargar; aquel que mantenía funcionando gracias a cinta adhesiva ya que estaba viejo, malgastado y a punto de dejar de funcionar, sin recibir un mensaje de regreso de Brandon, sin embargo, esa noche no pudo dormir, no hasta las tres de la mañana, donde soñó.

Estaba sentado sobre un gran valle, era un valle hermoso, cubierto de césped de un verde vibrante que se extendía por kilómetros. Podía notar que estaba en lo alto, tan alto que las nubes lo rodeaban, lo rodeaban a él y a ese valle que parecía flotar en el cielo azul. Se giró y vio a lo lejos a Brandon quien estaba de pie mirándolo. Wilmer se acercó a él, pero antes de estar cerca, aquel valle se desmoronó y Brandon comenzó a caer. El pelinegro se lanzó a por él, gritaba su nombre mientras caía, pero el castaño ahora estaba con los ojos cerrados, parecía estar durmiendo, luego en vez de ser Brandon quien caía, era Wilmer quien estaba con los ojos cerrados, se veía desde afuera de su sueño, Brandon se estiraba por alcanzarlo, pero nuevamente intercambiaron lugares, caían y caían e intercambiaban lugares, hasta que finalmente Wilmer despertó.

Sudaba completamente, su pecho y su espalda estaba cubiertos de sudor, la noche cálida había contribuido en eso y el sueño lo había terminado por ejecutar. Sus sabanas estaban estilando y su cabello se pegaba en su frente.

Tomó rápidamente su celular y llamó a Brandon a las tres y media de la mañana.

Contesta...pensó Wilmer secando sus pecho y espalda con la polera que estaba tirada en el suelo.

—"¿Aló?"

—"¿Estas bien? ¿Cómo te sientes?" —preguntó alterado Wilmer.

—"Tengo sueño, y no me grites recuerda que tengo oídos sensibles." —respondió Brandon con voz soñolienta.

Wilmer suspiró.

—"¿Estas bien?" —preguntó Brandon.

—"Si, solo...solo nos vemos mañana, buenas noches."

—"Buena noches." —respondió Brandon.

El castaño quedó preocupado ante el tono triste de Wilmer y luego volvió a dormir, pues quería que ya fuera de mañana, quería estar con Wilmer nuevamente, quería verlo y disfrutar con él, quería con todas sus fuerzas sonreír a su lado, ser el sol y la luna, pero por sobre todo, ser de él aunque sea por horas, aunque fuese por esas horas, camuflar su deseo por besarlo y declarársele en risas y empanadas, pues no quería darle alas si todo finalmente se terminaría acabando antes de siquiera poder empezarlo como correspondía.

Sí o sí te atraparé!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora