Enamorados en prisión [ TaeGi +18]

Capítulo XXXIII

El azabache entró al escondite, se sentía cansado, muy cansado, sólo necesitaba dormir para al otro día ir a cuidar a Jungkook.

-Me duele la cabeza- se dijo mientras dejaba en un pequeño sofá su chaqueta de piel, en el hospital tuvo la oportunidad de cambiarse de ropa y así lo hizo, no iba a estar todo el día con uniforme de prisionero.

Sentía muy solo el lugar, solamente dos hombres lo habían recibido en la entrada, no veía a nadie más, ni siquiera sabía dónde estaban HoSeok y Jimin.

-Iré a buscarlos- se dijo, no quería angustiarse, sin embargo, lo hizo, era raro que ni siquiera hubieran dicho a dónde iban, o si siquiera salieron así que las locas ideas comenzaron a formarse en la mente del más alto.

Caminó directamente a la pequeña cocina que había, pero no estaban, fue al primer baño que tenían, y tampoco estaban, salió al patio trasero, no los encontró. Se estaba alterando hasta que recordó el por qué estaban ahí, debían arreglar las habitaciones.

-¡Claro! Ahí deben estar- se apresuró a bajar las escaleras hasta donde estaban las habitaciones y, al llegar, inmediatamente comenzó a escuchar fuertes gemidos- ¡¿Qué mierda?!- pensó, su rostro se había tornado rojo, ¿estaba escuchando bien?- No, no puede ser, es Jimin pero ¿quién le está provocando tanto placer? No puede ser HoSeok, no, él no- pensaba mientras más se acercaba a la habitación de Jimin, sentía su corazón latir al 100, no quería creer que era HoSeok, simplemente se negaba a creerlo.

Tomó la perilla de la puerta dispuesto a abrirla, no sabía con qué se encontraría pero quería asegurar que no fuera HoSeok, necesitaba asegurarse de ello.

-¡Ah~! ¡Hyung~! ¡Ngh~! ¡Dame más, HoSeok~! ¡Ah~!- NamJoon se quedó congelado al escuchar aquello, sintió un fuerte dolor en el pecho, sentía que su corazón se había roto.

-No, no puede ser él, estoy escuchando mal- se lo repetía una y otra vez, no quería aceptarlo, no aún.

-Te daré todo lo que quieras, Jimin- fue la respuesta de HoSeok, no había duda para NamJoon, era él, era HoSeok el que le estaba provocando tanto placer al menor, Nam no podía creerlo.

-T-te amo, ¡te amo, hyung~!- gemía desesperadamente.

-No respondas, HoSeok, no se te ocurra responderle- solamente quería matar a alguien en ese momento y ese alguien era Jimin.

-Yo también te amo, Jiminnie- el mayor respondió.

-No, ¡carajo! ¡No! ¡¿Por qué me hiciste esto, HoSeok?!- pensaba, por un momento se olvidó de la existencia de Jungkook, pero después de esto, queda claro que intentó olvidarse de Jung al intentar convencerse del "amor" que sentía por Jungkook. Quería entrar a esa habitación y gritarles a ambos, estaba decidido a hacerlo, pero sus manos no respondían, no podía ni siquiera girar la perilla, su cuerpo estaba totalmente congelado, no podía moverse, se sentía muy pesado, así que no le quedó más remedio que dejarse caer al suelo.

Pensaba y recordaba todo lo que alguna vez había hecho con HoSeok, no, nunca tuvieron contacto sexual, y era de lo que NamJoon más se arrepentía. Quería volver el tiempo atrás y decirle a HoSeok a tiempo todo lo que sentía por él, pero todas esas oportunidades se fueron a la mierda, ya había llegado alguien más que le había robado el corazón, que lo había conquistado y que, ahora, lo estaba volviendo loco de una y mil maneras.

-¿Por qué? ¿Por qué? Soy un completo estúpido- se decía una y otra vez, y, de la nada, recordó a Jungkook- Me amas tanto, pero no puedo corresponderte de la misma manera, creí que podía hacerlo, pero simplemente jugué con tus sentimientos y me hice creer cosas que no sentía en verdad, no te amo de la misma manera que tú a mí y puede ser que nunca lo haga. Soy un completo cobarde, sé que ni siquiera podré decirte esto a la cara, lo sé perfectamente, siento hacer tu vida de esta forma, mientras tú estás en el hospital yo estoy aquí sufriendo por alguien que no eres tú. Sí, tengo mucho miedo de perderte, pero no creo que sea porque te amo, yo solamente amo a HoSeok, solo a él, espero que algún día puedas perdonarme...

...​

-Mi amor, por favor, despierta, necesito que despiertes- TaeHyung suplicaba, no podía dormir, sentía tanto frío y, aunque se cubriera con algo, ese frío no desaparecería hasta que Min no lo abrazara.

Se sentía vacío, sentía que su vida estaba completamente destruida y así permanecería hasta que YoonGi despertase. Recordaba los hermosos momentos que habían pasado en esos meses, quería regresar a aquellos días que se quedaban hasta tarde mirando las estrellas, todas las veces que se dijeron que se amaban, todas aquellas veces que hicieron el amor hasta el amanecer. Sin embargo, los malos recuerdos también llegaron, solo quería borrarlos, regresar el tiempo y corregir todos sus malditos errores.

-La primera vez que te llevé al hospital fue por culpa de SeokJin, te golpeó y torturó tan fuerte que creí que no sobrevivirías, creí que te perdería para siempre, las heridas eran graves y profundas, nadie me aseguraba tu bienestar. Ese mismo día capturaron a NamJoon, recuerdo perfectamente ese horrible día. Ahora estás aquí, de nuevo por la culpa de SeokJin, sin embargo, esta vez corres más peligro, puede ser que no aguantes tanto y creeme, estoy aterrado, en verdad no quiero perderte. Si el plan hubiera salido al pie de la letra seguramente ahora mismo estaríamos en otro país haciendo el amor, celebrando por tu libertad, pero no todo es un cuento de hadas. ¡Carajo! Hubiera preferido estar en tu lugar, me duele verte en esta camilla sin abrir los ojos, ni siquiera sé si me puedes escuchar- se lamentaba tanto, simplemente quería salir de ahí y matarse, no soportaba tanto dolor.- Quiero que me perdones por todo, principalmente por haberte mentido, toda esa mierda que te dijo el jefe fue verdad a excepción de algo, que yo te amo con todo mi ser, te amo más que a mi propia vida, te amo, te amo mucho, YoonGi, no quería enamorarme de ti, quería seguir con el plan del jefe pero me fue imposible resistirme a tus encantos, me terminé enamorando perdidamente de ti y ese amor te trajo hasta aquí, me odio tanto. Te juro que si no sales de esta, haré que me maten, y te prometo que no te buscaré en la próxima vida para no hacerte sufrir de esta manera, es una promesa...