Alejandra se encontraba sentada en el piso, en un ángulo formado por su cama y una pequeña mesa de noche. Con la cabeza recargada sobre la cama, y sus piernas y brazos en posición fetal; lloraba. Lloraba por la impotencia, por el dolor de no poder ver a su padre, por el desinterés por parte de su madre y por lo rápido que todo había sucedido. Las lágrimas que fluían en su rostro no eran lágrimas de un dolor efímero y superficial, se trataba, más bien, de la sangre que su alma expulsaba al ser quebrada y triturada en mil pedazos. Un dolor único e indescriptible alojaba su cuerpo y corazón, reclamando una larga estancia.
El cansancio era inigualable. Cansada de llorar y de ser testigo de la soledad, se quedó dormida sobre el suelo de su habitación.
Los rayos del sol entraban por la ventana, iluminando directamente su rostro, eso solo implicaba la llegada de un nuevo día. Despertó al sentir la luz que quemaba su cara, tenía los ojos hinchados por el llanto, y entrecerrando sus ojos, por fin despertó completamente. Alcanzó su celular y revisó la hora, eran alrededor de las 7 de la mañana, regularmente, su madre permanecía dormida a esa hora, y su padre ya estaba en su viaje de negocios. Quería estar sola, y así se encontraba. Bajó silenciosamente a la cocina, y de forma rápida preparó un desayuno ligero y frío, pero apetitoso. Subió el mismo a su recámara y lo situó en la mesa de noche. No tenía hambre en ese momento, solo no quería toparse con su madre.
Se sentó de nuevo en posición fetal, pero ahora, sobre su cama. Con la mirada perdida en el techo, los pensamientos llovían en su mente.
¿Por qué de pronto mamá no se interesó en viajar con papá?, ¿Estarán bien?, ¿Por qué no puedo acompañar a mi papá?
Decía para sí misma, antes de recordar que su padre no le había llamado para despedirse o para avisarle que ya había llegado, curiosa, decidió llamarlo. Tomó su celular y luego de los pocos segundos que demoró buscar su contacto, lo llamó, pero su llamada fue rechazada. Persistía, sin embargo, no contestaba ninguna de sus llamadas, y una mezcla de sentimientos surgía en su interior. Estaba enojada por el rechazo; preocupada, porque él siempre le contestaba; y triste, porque realmente quería oír su voz. No quería volver a llorar, así que simplemente ignoró la situación y nuevamente perdió la mirada en el techo, esperando que en algún momento la claridad llegará a su mente, como si se tratara de un hechizo que un hada lanzó para su ayuda. Desgraciadamente, esto no sucedió.
Cientos de recuerdos llegaban a su mente, todos aletorios y relación con el anterior. De la nada, recordó una pequeña conversación que había tenido con su madre, a penas una semana antes de comenzar a bailar.
"- ¿Por qué quieres bailar, Ale?— Preguntaba su madre confundida— Ya eres muy exitosa, tú no necesitas esto"
Trás recordar estas palabras, la mente de Alejandra por fin se pudo concentrar en una cosa. La frase "eres muy exitosa" se clavó en su mente, evocando demasiados sentimientos. Recordaba como cada año estaba presente en las ceremonias de clausura, recibiendo diplomas y dando discursos de despedida, no recordaba un año que no hubiera sido así. Intentó ver sus recuerdos de esos eventos, uno a uno, dándose cuenta de la triste realidad. Cada año era la misma rutina.
La noche antes del evento, organizaba a la perfección cada pequeño detalle de su uniforme. Al día siguiente se levantaba temprano, desayunaba, platicaba acerca de los nervios que sentía, y se iba con su madre. Alejandra entraba, su madre la esperaba afuera, comenzaba el evento, daba un emotivo discurso, recibía su diploma, y al finalizar el evento, ambas se iban y celebraban el resto del día.
Recordaba como cada evento se sentía nerviosa, y como le hubiera gustado que algo fuera diferente. Recordaba, como al fin habían cambiado el evento de intermedio después de todos esos años, pronto se dio cuenta de la cruel realidad. Era todo monótono y aburrido.
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El Nacimiento De La Pasión
RomanceAlejandra es una joven de 14 años sobresaliente en la escuela, ella era la chica perfecta, pero todo se vino abajo el día que los secretos que la rodeaban se descubren. A la par, su carrera en el mundo del folklor comenzaba, pero, ¿será esto sufici...