54. ¿El tiempo vuela?

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29 de Agosto, 8 de la noche.

Entro al trabajo con los ánimos debajo del suelo, mi fin de semana fue de lo peor, comenzando con que descubrí que García veía a alguien más estando conmigo, cosa que realmente no me interesa pero ahora tengo que hacerme algunos estudios para verificar que no contraje alguna enfermedad o algo por el estilo, digo, por precaución.

Veo a Edda quien esta leyendo como siempre, esta vez el caso de Zulia, en unos momentos nos entregaran los resultados. Se supone que estarían el viernes a más tardar pero tanto López como el patólogo se enfermaron al mismo tiempo y no había nadie mas disponible para realizar las cosas pues todos tienen trabajo que hacer con sus respectivos equipos.

- ¡Hey, al fin llegas! Tarde pero aquí estas- dice mi amiga, despega su vista de los papeles y da un respingo-. Algo malo te sucedió... ¿que fue?

- García se ve con otro tipo.- ella frunce el ceño.

- Okey... pero... ella no te importaba...

- No, pero de igual manera no es divertido saber que te vieron la cara de idiota.

- No creo que haya sido así, es decir, tu la tratabas de la patada y te acercabas a ella solo cuando querías salir o tener sexo.

- ¡Se supone que me tienes que apoyar no estar en mi contra!

- Se supone que deberías estar trabajando para encontrar al posible asesino de una chica de nueve años, si es que hubo uno- ruedo los ojos-. Ve a lavarte la cara que te ves del asco.

Hago lo que me dice, camino hacia el baño, al entrar esta completamente vacío, veo mi reflejo en el espejo, Edda tiene razón, me veo peor que un cadaver, hago un pozo con mis manos y dejo que el agua fluya para mojarme mi cara.

Sigo teniendo un aspecto terrible pero por lo menos ahora me siento despierto, salgo del baño y vuelvo con mi compañera.

- ¿Encontraste algo nuevo?

- Nada. Nadie sabe absolutamente nada.

- Vaya...- no se me ocurre nada mas que decir ni mucho menos que hacer. Tengo un dolor de cabeza tremendo que no me permite pensar en absolutamente nada.

Todo se me dificulta un poco cuando nadie puede decirnos algo, solo con las pistas podemos encontrar a un asesino, si, pero es un tanto difícil cuando no tienes un sospechoso. Hasta ahora toda la familia de la niña estaba en casa cuando todo pasó, ninguno se dio cuenta a que hora salió pues estaban dormidos, en la mañana no estaba y se pusieron a buscarla como locos pero no la hallaron, pensaron que quizás se había ido a jugar con sus amigos de la calle y que después volvería pero no fue así.

Este caso es uno de los más extraños que he hecho, anteriormente ya me había tocado investigar niños pero nada como esto, los otros casos eran tristes en efecto pero eran fáciles, usualmente se trataba de niños a los que golpeaban tanto que lastimaban sus pequeños intestinos o los dejaban tan mal que ni ellos aguantaban así que morían mientras dormían, otros casos comunes eran de niños que vivían en las calles y morían de hambre. Hubo una ocasión en donde un perro estaba acompañando el cuerpo de un niño de siete años, el perro fue quien llamó la atención de la persona que reporto el problema.

No se en que momento pasó pero ahora son las diez de la noche, el tiempo se pasa rápido mientras trabajas.
Aunque realmente no estoy haciendo nada pero mientras acompaño a Edda el tiempo se pasa volando.

- ¿Que tal si vamos a la casa abandonada? Tal vez alguien esté ahí.

- No creo, no después de todo esto.- Veo que Duarte está de pie en la esquina del pasillo y nos señala a Edda y a mi para que la sigamos.

- La autopsia está lista.- dice, nos dirigimos hacia el laboratorio en donde el forense ya está esperandonos.

Al entrar el esta utilizando el microscopio, tan concentrado que no nota nuestra presencia. Duarte carraspea y el despega su vista del aparato.

- ¿Y bien?

- Los acaban de entregar.- el se los entrega a Duarte.

- ¿Podrías traducir lo que dice?

- Ah claro... Zulia Jimenéz... falleció por una sobredosis de heroína, su hora de muerte es aproximadamente a las dos de la mañana del día veintitrés de agosto, se encontraron restos de ceniza de cigarro en su ropa...

- ¿No dice algo ahí sobre... no se... violación?

- No, Zulia era virgen.- entonces el condón que encontramos no servirá. Que asco.

- ¿No se encontró el ADN de alguien en su cuerpo o ropa o algo así?

- Nada. Todo indica que ella sola se inyectó la droga y al no saber hacerlo se inyectó una cantidad mayor lo que la llevo a la muerte.

- De acuerdo, gracias.

Salimos de la habitación, Edda camina de brazos cruzados viendo a Duarte frente a ella. De seguro la odia.

Ahora que sabemos que Zulia fue la que se inyectó por su cuenta creo que no hay nada más que investigar a menos que Edda quiera saber todo lo que pasó, lo cual creo que será un tanto difícil pues ya lo intentamos y no hayamos nada.

No puedo ni imaginar lo duro que debió de haber sido para la niña, es decir, trabajaba desde la mañana hasta casi la noche por ayudar a su familia, no iba a la escuela, al llegar a casa tenía que comer solo un poco pues todos los hermanos también tenían que hacerlo y la comida no alcanzaba para todos... no se lo que se siente pero estoy seguro de que no es para nada lindo, yo no puedo estar con hambre ni por una hora porque me pongo de mal humor.
Aunque la situación en la que estaba no justifica lo que hizo... ¿drogarse a su corta edad? Lo entendería si tuviese como mínimo quince años pero ¿nueve? Tal vez ella de verdad quería morir...

Recuerdo que pase por eso cuando era niño, no lo de los hermanos y la poca comida sino lo de querer morirme.
Mi madre murió cuando yo tenía siete años, antes de eso mi papá y ella eran una pareja feliz, eran de esas parejas que te inspiran a tener un matrimonio similar. Ella sufrió un paro cardíaco mientras dormía, mi papá nunca me dijo la razón al igual que nunca le pregunté, fue muy duro para el separarse de la persona que amaba desde que tenía memoria, literalmente se hicieron novios cuando tenían diez años o algo así, desde ahí duraron hasta que fueron mayores de edad y se casaron, nací yo y bueno... a partir de ahí no se nada.

La pérdida de mamá fue tanto para el que comenzó a "desahogarse" con cosas al igual que conmigo. No podía hacer algo mal sin que él se enojara conmigo.

Volviendo a la realidad: vemos a López salir de su laboratorio y volteando hacia todas partes, de seguro nos está buscando. Camina hacia nosotros y nos dice que los resultados están listos así que la acompañamos hasta su laboratorio.
Cuando le entregamos a López las cosas para analizar, Duarte se puso roja de la ira ya que ella tiene su equipo para trabajar pero Edda y yo el nuestro, se que Edda lo hizo solo para fastidiar, tiene suerte de que no nos hayan reportado.

- Todo está listo, esto fue lo que encontré- a diferencia de Duarte, nosotros en ocasiones no necesitamos que nos lean o traduzcan las cosas-. Los datos fueron enviados a su correo pueden ir en seguida.

- Eso haremos, gracias López.

Salimos del cuarto a pasos rápidos, casi corriendo, estamos a punto de salir del departamento cuando lo vemos entrar. Edda y yo nos quedamos paralizados, el chico se acerca a Miranda.

- Buenas noches, ¿en que puedo ayudarte?- dice ella.

- Vengo a entregarme...

- De acuerdo... tomaré tus datos, ¿nombre?

- Lucas...

No es un crimen si no hay un cuerpoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora