La desaparición de personas trae consigo demasiadas lágrimas para contarlas, tristeza, desesperación y estrés.
Edda no es ajena a ese sentimiento, luchará por la justicia que merecen las personas en este mundo, y no descansará hasta encontrarla.
L...
No tardamos mucho tiempo en llegar al hospital. Los doctores corrían por todas partes tratando de salvar la vida de mi amiga. Tuvieron que llevarla a quirófano para extraer la bala de su cuerpo, perdió mucha sangre; hace aproximadamente 2 horas que estoy aquí y aún no recibo noticias de ella. Mi mamá decía que cuando no recibes noticias sobre algo como esto significa que es bueno, porque significa que los doctores hacen todo lo posible por salvar la vida del paciente y no tienen tiempo de avisar. Pero a mi me preocupa, para mi significa que las cosas empeoran, que ellos no vienen a avisarnos porque no tienen tiempo de venir ya que si vienen ella podría morir. El no tener noticias me frustra.
En este momento me encuentro en un dilema, quiero ir al departamento, para interrogar a ese maldito guardaespaldas, sacarle toda la información que pueda porque estoy segura de que él sabe de mis hermanos. Aunque no sea un sospechoso y probablemente no tenga una conexión con ellos, tengo una corazonada. Los sujetos como él guardan muchos secretos, por su bien y el de su familia, pero esta ocasión es diferente, no tendrá nada que perder, le disparó a una oficial de policía y eso, esta para morirse. Aunque también quiero quedarme aquí, estar con Edda para cuando salga de quirófano y apoyarla, después de todo, yo soy la culpable de esto.
El momento se repite una y otra vez en mi cabeza, los dos disparos se escuchan a cada rato, tan cerca de mi y el cuerpo de Edda en el suelo... lleno de sangre, es un tormento, una imagen inolvidable. Es como si estuviera en un bucle, uno en donde no puedo salir. Mi celular comienza a timbrar, sacándome de mis pensamientos.
Oficial tonto. Aparece en la pantalla, contesto la llamada.
- No podemos ir, ¿qué no te dijeron? Edda está en el hospital, el maldito grandulón le disparó.
- Maldita sea, bueno. Tienes que venir, no le pasará nada a Edda. ¡Apúrate! - Cuelga la llamada.
¡¿Como diablos se le ocurre interrogar a alguien sin nosotras?! ¡Idiota!
Ese idiota consiguió información nueva, debo ir.
- Disculpe, tengo un... familiar en quirófano y no se a que hora saldrá... debo salir por un momento pero me preguntaba si podría dejarle mi número para que me llame cuando salga.- le menciono a la enfermera que está en recepción, ella asiente y me da un papel, anoto mi número en el y salgo del hospital.
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- ¡¿Que hicieron que?!- mi paciencia se agota mientras más tiempo pasa. Pareciera que todo el universo o Dios están en mi contra, conspirando para derrotarme y hacerme sufrir-. Esos malditos van a pagar. Y pobre de él que intente detenerme.
