46. ¿Una chica gótica?

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18 de Agosto,  7:45 de la mañana.

Edda llega corriendo y saltando en la cama, si no la conociera bien diría que se ha drogado en el trabajo. Esta demasiado feliz como para ser normal.

— ¿Y ahora que mosco te picó?

Comienza a hablarme sobre su gran noche en el trabajo, comenzando con que Scott se había puesto celoso por el equipo que nosotros tres formamos, ademas de el robo en la tienda. ¡Imaginen mi gran sorpresa cuando dijo que se trataba de Roberto! Ella fingió no conocerlo para que no le hicieran preguntas al respecto ya que debió de arrestarlo el día en que fuimos a buscarlo. También me habló de la gran paliza que le dieron a Scott.

Ambas nos carcajeamos ante todo lo sucedido. No se que le está pasando pero me alegra mucho verla así, irradia algo más que solo felicidad, parece ser ella misma.

— Oh y... Wilson te envío esto.— saca un sobre de su bolso.

— ¿Quien?

— Uno de los agentes Wang, el menor.

— Ah ya, gracias.— coloco la carta sobre el buró a mi lado. No tengo ni idea del por qué el agente me enviaría una carta, tal vez más de rato la lea.

Darmian entra a la habitación un poco después, ve que nos reímos demasiado, se nos queda viendo con cara de "¿y estas locas que?" Una expresión muy común en el.

— Oye Edda... invité a una amiga a venir, para que me ayude a investigar mejor... ya saben... códigos y eso, ¿no hay problema?

— Para nada, incluso se puede quedar aquí si quiere.— debe de estar bromeando ¿verdad?

— Si, gracias, le diré.— Darmian sale corriendo de la habitación, podría jurar que lo vi dando saltitos.

Me gustaría decirle a Edda que esta loca por querer que una extraña se quede en su casa, tuvieron que pasar varios días para que Darmian se mudara con nosotras aunque a mi parecer aun le faltaban más. Sigo sin confiar al cien por ciento... pero esta es la casa de ella, yo no tengo porque decirle nada acerca de lo que decida, por mas que me parezca una tontería.

Me levanto de la cama para ir por mi laptop, se supone que para hoy tienen que estar listos los bocetos de los vestidos que pidió Cristine y yo tengo que verificar que así sea. A decir verdad me siento bien como para ir a trabajar a la oficina, pero ahora que vivo con Edda no quiero despegarme de ella ni un minuto, las tardes son el único momento que tenemos juntas ya que en la mañana se la pasa dormida ademas de que mi trabajo me queda muy lejos de aquí, tendría que levantarme todavía mas temprano para llegar y que flojera.

Volteo a verla de reojo, duerme con la boca un poco entre abierta, se ve tan linda. Es como si fuera un conejo de peluche o uno real, tan pequeña y tierna que me dan ganas de morderle la cara.

Estas mal de la cabeza, niña.

Bueno, tal vez, no estoy acostumbrada a decir este tipo de cosas en persona, solo en mi mente aunque no soy tan romántica como me gustaría.

El ser romántica me recuerda a los libros cursis que leía mi hermana, todos llenos de romance adolescente y expresiones tan raras que hacían los personajes, siempre preferí los cómics de Lucas, estaban llenos de aventuras, extraterrestres o superhéroes, me encantaban mucho todos los dibujitos que tenían aunque nunca les entendí; creo que nunca he sido tan fan de algo en mi vida, tal vez de la música o tal vez de mis navajas... si, creo que el deporte es mi pasión.

Hablando de deportes, aun recuerdo el día en que Lucas llegó a la casa gritando "¡saluden a su nuevo capitán del equipo de béisbol!", mi papá corrió, lo abrazó y cargó, parecía que estaba tan ligero como una pluma pero claro que no era así; ese día mamá y yo hicimos una cena especial para él.
Cuando todos estaban dormidos fue a mi cuarto y se acurrucó a mi lado diciendo:

No es un crimen si no hay un cuerpoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora