7 de julio, 8 de la noche.
Entró por la puerta principal, saludó a Miranda quien esta en su escritorio, son muy buenas amigas desde la universidad. Edda estaba comenzando su turno en el trabajo, era su segundo día como oficial de policía, principiante por supuesto, aún no terminaba por completo sus estudios, era la mejor de su clase y consiguió obtener un puesto aquí.
En su país no es común ver a los oficiales hacer su trabajo, algunos dicen que no sirven para nada, que nunca hay justicia para las personas, que no hacen lo que deberían por ellos, que se venden, etc. Pero Edda tiene otra perspectiva de ello, sabe qué hay policías así pero ella no es uno de ellos, la gente debería aprender a no generalizar.
— ¡Ey tú!— le habla su jefe, el oficial Pérez.
— ¡Si señor!— dice ella, comportándose casi como una militar.
— Tráeme más café— le tiende su vaso, Edda lo toma y va hacia la cafetera, como es su segundo día aún no pasan a la acción, aún no hay casos que resolver de ningún tipo, más que salir a patrullar y multar a la gente que incumple con la ley.— Gracias— dice cuando Edda le entrega lo que le pidió.
Pérez es un hombre chaparro, moreno, con ojos de color cafe y tiene un bigote estilo Chevron, no es nada atractivo en realidad pero es muy mandón.— Ve a patrullar si no tienes más que hacer, Edda.— ¡Si señor!— sale de su oficina y toma el vehículo que le ha sido asignado, se supone que ella tiene un compañero pero el siempre llega...
— ¿A donde crees que vas? ¡Espérame!—... tarde. Scott, su compañero, se aproxima y sube al asiento del copiloto.
Rodé los ojos, Scott no me cae tan bien como me gustaría o como todos piensan, siempre quiere romper las reglas, hacer lo que se le da la gana, es súper adulador y demasiado impuntual.
Los demás oficiales lo prefieren a él por ser un hombre, "es trabajo pesado para ti Edda, no lo conseguirás" dicen, cada que tienen una oportunidad de hacerlo.Solo llevo dos días trabajando pero Scott estuvo conmigo en los exámenes físicos que nos pusieron para trabajar aquí, después en las pruebas para ver quien era más eficaz, etc. En todos los exámenes de hecho.
Scott logró pasar gracias a que como dije antes, es un adulador de primera.
Yo soy la que siempre conduce la patrulla pues Scott aparte de ser un pésimo conductor, siempre llega tarde y eso me da la ventaja a mi.— ¿Quieres?— me muestra una caja llena de donas de chocolate
— No, gracias.
— ¿Siempre eres así?— él toma una dona y le da una gran mordida.
— ¿Así, cómo?
— Así de amargada, seria...
— ¿Te molesta? Llevamos casi 6 meses en el mismo equipo... deberías de estar acostumbrado.
— Estoy acostumbrado, pero creí que con el tiempo serías diferente...— el sonido de interferencia en la radio hace que deje de prestarle atención a Scott, subo el volumen de este para escuchar lo que nos tienen que decir.
Atención a todas las unidades, se activó la alerta AMBER para dos chicos desaparecidos...
— ¡Vamos!— Scott apago la radio.
— ¿Por que la apagas? ¡Tenemos que escuchar todo lo que nos dicen!
— ¡Vamos a buscarlos!
ESTÁS LEYENDO
No es un crimen si no hay un cuerpo
Misterio / SuspensoLa desaparición de personas trae consigo demasiadas lágrimas para contarlas, tristeza, desesperación y estrés. Edda no es ajena a ese sentimiento, luchará por la justicia que merecen las personas en este mundo, y no descansará hasta encontrarla. L...