29 de julio, 3:00 de la madrugada.
El sujeto cae desmayado, manchando el suelo de sangre. Estoy a punto de patearlo hacia afuera cuando Edda dice:
- ¡Mira es ricitos! Dile que pase.- está de pie en la escalera viendo hacia acá, ¿sabe quien es?; definitivamente no se le ha pasado lo borracha pues creo que no se ha dado cuenta de que el tipo está desmayado.
Lo arrastro adentro de la casa, voy por una silla y lo coloco en ella, corro hacia la habitación para tomar las cuerdas que se encuentran en mi mochila, bajo de nuevo y lo ato con nudos muy poco conocidos, por si el también fue al mismo campamento que yo.- No, no... ¿Qué le haces?
- Lo estoy atando para hacerle preguntas en la mañana.- Edda envuelta en su cobija como un taco se ve más pequeña de lo que ya es.
- Oh... bueno, descansa ricitos...- le dice. Vamos ambas hacia nuestros respectivos cuartos para dormir. La acompaño al de ella, se acuesta en su cama, estoy apunto de irme cuando me toma de la mano.
- ¿Que sucede?- le pregunto.
- ¿Por qué haces esto?- hace un círculo con su mano, refiriéndose a todo.
- Porque por mi culpa tienes esa herida, es lo mínimo que puedo hacer por ti... considérame una niñera.- se ríe.
- Pues que niñera tan hermosa tengo...- siento un poco de rubor subir por mis mejillas.
- Estas muy ebria, no sabes lo que dices, deberías dormir... es tarde.- le acomodo sus sábanas, me doy media vuelta para irme cuando me vuelve a sujetar.
- ¿Podrías quedarte a dormir conmigo?- tiene sus ojos cerrados, no me vería si me voy, pero hace un puchero tan tierno que me quedo, rodeo la cama y me acuesto a su lado...
11 de la mañana
Abro mis ojos por culpa del sol que entra por la ventana, Edda está a mi lado aún dormida con su mano en mi cintura, lo retiro con cuidado mientras voy al baño para hacer mis necesidades. Al salir, bajo las escaleras, el sujeto está aún inconsciente... o dormido, por la posición en la que está podría romperse la nuca, tomo una servilleta y la humedezco un poco para retirarle la sangre seca de la cara, el parece no darse cuenta.
Es un chico lo bastante atractivo, de unos 19 años quizá, no se si su cabello es rojo o se ve así por la sangre, su piel es blanca, un tanto dorada y tiene pecas alrededor de su rostro.
Abre los ojos con cuidado, se asusta al verme...- ¡Hey! ¿Tan fea estoy?- mi chiste parece no darle gracia, observa los alrededores confundido.
- ¿Donde estoy?- dice con voz ronca.
- Estas en una casa... ¿no recuerdas nada?- niega, después cierra los ojos y asiente.- Dime tu nombre.
- Me llamo Darmian...
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No es un crimen si no hay un cuerpo
Misterio / SuspensoLa desaparición de personas trae consigo demasiadas lágrimas para contarlas, tristeza, desesperación y estrés. Edda no es ajena a ese sentimiento, luchará por la justicia que merecen las personas en este mundo, y no descansará hasta encontrarla. L...