🤍Capítulo 04/ Nervios de principiante /

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🤍BARCELONA, SEPTIEMBRE 2019...

La alarma de mi celular aún no sonaba pero yo ya estaba despierta, muy despierta. Esto se lo puedo atribuir a los nervios que me carcomían por dentro. Aunque creo que decir que estaba nerviosa era poco, estaba muchos niveles por encima de lo nerviosa, ¿es eso posible?

Hoy es mi primer día en mi trabajo soñado. ¡Santo cielo! Había esperado tanto por esto, había trabajado muy duro para conseguirlo y finalmente ha llegado el tan esperado día.

A las seis de la mañana, salí de mi cama dispuesta a comenzar este día de la mejor manera, nada podría arruinarlo.

Entre al baño para darme una ducha, abrí la llave esperando que la temperatura fuera perfecta. Me saqué la ropa y me senté en el W.C, debía orinar, la vejiga la tenía a punto de explotar, esto me ocurre por beber demasiada agua por la noche...

Después de una ducha de largos veinte minutos cepille mis dientes, estaba envuelta en una toalla blanca, mi cabello escurría agua y mi sonrisa parecía estar impresa en mi cara.

Entre a mi habitación, de la cómoda saqué un conjunto de lencería blanco, me sequé y me puse el sujetador y las bragas. Había elegido llevar una falda de tela negra, me llegaba dos dedos por encima de las rodillas, tenía una pequeña abertura atrás. Una camisa blanca entallada dentro de la falda y un blazer negro que llegaba justo donde comenzaba la falda. Me mire en el espejo de cuerpo entero, sí que era extraño vestirme con este tipo de falda... Elegí unos zapatos de tacón negros, creo que le dan el toque que le faltaba a mi outfit.

Cepillé mi cabello y lo sequé con el secador, mientras dejé que la plancha para el pelo se calentara. Minutos después ya tenía el cabello seco y comencé a alisarlo. Estaba casi lista, sólo faltaba el maquillaje; delineador y máscara de pestañas negros, corrector de ojeras, lápiz para pintar las cejas, un poco de rubor y él infaltable labial rojo. Decidí que me pondría la cadena que mi tía me había regalado a mis dieciocho años, era de plata, el dije era una C.

Suspire y me levanté de la cama, tome mi celular de la mesita de noche y camine hacia la cocina. Prepare un café, tostadas y les unte mermelada de fresa, me senté a desayunar y desbloqueé mi celular. Tenía varios mensajes de WhatsApp, por lo tanto entre a la aplicación y abrí el primer chat, el de mi tía.

Tía Alba: Desearía poder estar hoy contigo, pero las circunstancias son otras. ¡Suerte en tu primer gran día Cristi!❤️ Te quiero, un beso y abrazo de oso😘 Hoy todo saldrá perfecto mi pequeña Serranita.

Cosas cómo estas me hacen sentir sentimental, me encantaría que mi tía estuviera hoy aquí conmigo para decirme si voy mal, darme un abrazo y desearme la mayor de las suertes.

Cris Serrano: ¡Gracias tía hermosa!😍 te quiero un montón más, besos😘

El siguiente chat que abrí fue el de Mari, ella me envió un audio, un puto audio a las tres de la mañana.

Panterita💋: ¡Hola, hola! —esa no era una sola voz, eran las chicas—. ¡Suerte en tu primer día Afrodita! —el grito me hizo dar un pequeño salto, qué energía tienen estas mujeres a las tres de la mañana—. No sabes cuantas veces intentamos enviarte este mensaje, aunque no lo creas es difícil poder coordinarnos, irónico... —esa era la voz de Mari—. Suerte en tu trabajo soñado guapa, te quiero, te envío todas mis buenas energías, sé que lo harás fantástico... —esa era la voz de Blanca, el sonido de un beso no se hizo esperar—. Ya, aparta Blanca... —un quejido seguido de una maldición me hizo sonreír—. Todas te queremos, besos, abrazos, y todo tipo de mierdas brillantes... Todas dicen adiós, no haré que lo digan al unísono nuevamente porque no pienso grabar este audio una vez más...

🤍Corazón de tiza🤍 [CONTENIDO ADULTO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora