🤍Capítulo 05/ ¿Señorita Serrano? /

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🤍BARCELONA, SEPTIEMBRE 2019...

—¿Entonces, qué harás? —pregunta mi amiga.

—Terminaré está relación de sexo descontrolado.

—Claro... Ya quiero ver eso...

—Lo haré esta noche... —respondo, convencida de mi decisión.

—Quiero todos los detalles, si puedes grabarlo todo sería mucho mejor. Quiero ver la cara del niño rico cuando lo mandes por el caño...

Sí, eso es lo que haré. Terminaré con esta relación de sexo descontrolado que tengo con Felipe.

¿Qué tan difícil puede ser?

El timbre del apartamento nunca se había escuchado tan fuerte, parecía una gelatina, temblaba nerviosa como una adolescente a punto de perder su virginidad, ¿qué? No, no pienses en sexo Cristina, fuera sexo, ¡adiós sexo!

Mordí la punta de mi lengua y abrí la puerta lo suficiente para que él pudiera entrar.

—Tardaste una eternidad... —se dirigió al sofá y se sentó.

—No exageres. ¿Quieres algo? —me mantuve alejada, él lo noto y arqueó una ceja.

—No muerdo Cris... —fruncí el ceño ante su comentario—. ¿Qué? ¿Es que ahora debería dejar de llamarte Cris?

—¿Qué? Yo no dije nada.

—¿Debería decirte señorita Serrano? Porque la verdad no me gusta nada, hoy todos hablaban de ti y cuando te llamaban así lo hacían con cierto tono que me desagrada. —un suspiro cansino brotó de mis labios y me dejé caer en el sofá frente a él.

—Felipe... —me miró curioso—. Esto... —lo señalé y luego a mí—. Nosotros. Debe terminar.

—¿Estás loca? —pregunto alterado.

—No, estaría loca si me sigo acostando con mi alumno. Se acabó... —se acercó peligrosamente y se arrodilló frente a mí, con sus manos en mis rodillas.

—Me gusta follar con Cristina Serrano, no quiero que esto termine... —comenzó a acariciar mis piernas, acercándose peligrosamente al interior de mis muslos—. Cris... Podemos seguir con esto... —susurró con voz ronca, introdujo sus manos dentro de mi falda—. No quiero tener que verte en clase y pensar que esto, tú y yo, acabó... —con ambas manos atrapó mi trasero y me acercó más a su cuerpo—. Joder, todo el día fantaseé con tu ropa interior. Solo quería levantarme del pupitre y follarte sobre ese maldito escritorio... —masajea mi trasero y comenzó a besar mis muslos, no sé cuando había subido mi falda pero ahora la tenía a mitad de muslo—. Por favor, no me dejes por esto... Que esto no sea un impedimento... —subió mi falda por completo.

¿Si yo hacía algo contra sus manos? ¡No!

De hecho creo que ni siquiera estoy respirando, él al ver que llevaba unas bragas diminutas tragó duro y se lamió los labios. Con sus manos hizo que abriera más las piernas, besaba mi muslo derecho y cuando se acercó lo suficiente para sentir su aliento en mi entrepierna me descontrolé, toda esa estupidez de dejarlo y no tener mas sexo con él, la eliminé de mi cabeza inmediatamente.

—Lograste convencerme... —me miró y sonrió ampliamente—. Que fácil te lo hice. —me quejo, apoyé la cabeza en la cabecera del sofá y solté un suspiro muy excitada.

—Puedes hacerte la difícil por un rato, estoy dispuesto a convencerte... —una queja salió de mis labios y él no perdió tiempo, quito mis bragas, yo seguía en la misma posición, rendida ante sus manos—. Con lo que te haré olvidarás esa tonta idea de dejarme... —habló cerca, muy cerca de mi centro.

🤍Corazón de tiza🤍 [CONTENIDO ADULTO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora