🤍Capítulo 18/ Se acerca el verano /

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🤍PUNTO DE VISTA DE FELIPE🤍

🤍BARCELONA, MAYO 2020...

¡Maldito paso del demonio! Dos jodidos meses han pasado y yo aún estoy en medio del amor y el odio.

Las fiestas, alcohol y el sexo sin control ayudan, pero ayudan más a mi lado pro Cristina. Mi lado contra Cristina sólo avanza cuando la veo conversar con él puto Camilo Cervantes, aunque aún no decido si el sentir celos es bueno o malo en este momento.

Solo deseo que llegue el verano, irme a Miami con mis amigos y finalmente poder sacarme a Cristina de la cabeza. Porque sinceramente aquí en la puta universidad eso es completamente imposible, verla cada día, oír a todos comentar cuán sexy se ve con la falda que lleva hoy, oír las suposiciones del color de sus bragas, oír que está embarazada... Esperen, ¿qué...?

—¿Qué dijiste? —mi voz se escucha un tono más grave.

—Que vieron a la bomba sexy con la foto de una ecografía, dicen que tiene dos meses aproximadamente. Esta tía, Fernanda, vio la ecografía. —joder, joder, joder. Estoy seguro que el color se fue de mi cara.

—Siempre hacen más grandes los rumores, ¿por qué estás tan seguro de que es cierto, Diego? —puedo jurar que el tono de voz de César es el de alguien cabreado. No estoy seguro de eso porque no es del tipo que se cabrea fácilmente.

—Eso explicaría los cambios de humor tan extraños que tuvo este último tiempo, ¿no creen?

—Basta de ella, ¿pueden mover el culo? Tengo hambre. —Caro comienza a caminar.

Miro a César, él asiente y se adelanta. Supongo que eso es un claro mensaje: "ve y habla con ella a la voz de ya", puede que su mirada no me quiera decir eso pero... No pierdo el tiempo y camino rápidamente al aula donde debe estar Cristina, sé que está dando una clase en este momento pero eso me la suda, necesito escuchar que no es cierto ese rumor.

¿Y si está embarazada?

¿Será mio?

¿Será de Cervantes? Quizás sí que folló con él y no tuvieron nada de cuidado.

No sé cuál de las dos opciones me aterra más...

Doy tres golpes en la puerta cuando llego a mi destino, pasan un par de minutos antes de que ella la abra y me mire confundida.

—¿Si?

—Debo hablar contigo. —ella mira dentro del aula y luego me mira nuevamente, tengo la leve sospecha de que hablé muy fuerte.

—Estoy en clase, señor Rodríguez. —enfatiza.

—Será rápido, señorita Serrano. —respondo con el mismo tono de voz que ella.

Supongo que se da cuenta de la desesperación que intenté ocultar en el tono de mi voz porque voltea y da aviso de que saldrá unos minutos, que terminen lo que sea que estaban haciendo mientras ella arregla un asunto. Asunto, ahora soy un asunto. Cuando sale del aula cierra la puerta detrás de ella y se acerca a mí a una distancia prudente.

—¿Qué ocurre? —se cruza de brazos.

¿Sus pechos están más grandes? ¿Por qué lleva una blusa holgada y la chaqueta desabrochada? Esa chaqueta siempre la usa abrochada, dice que así se ve mejor... Supongo que se da cuenta de mi intenso estudio a su anatomía porque se aclara la garganta, la miro a los ojos y ella frunce el ceño.

—Dicen... Dicen que tú estás... —aclaro mi garganta—. Embarazada... —me escucho más asustado de lo que quiero.

El gesto de su cara ahora es de sorpresa, podría decir que tiene el gesto de alguien que fue descubierto infraganti.

🤍Corazón de tiza🤍 [CONTENIDO ADULTO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora