🤍Capítulo 20/ Segundo primer día /

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🤍BARCELONA, SEPTIEMBRE 2020...

¡No puedo creer que justamente hoy la alarma no me despertó! Vale, puede que sí haya despertado cuando sonó pero de seguro la apagué media dormida y ahora estoy atrasada.

¡Muy bien, Cristina! Tarde tu primera clase del semestre, ¡qué gran ejemplo eres!

Debo correr y no elegí unos zapatos muy cómodos para correr. No es un buen día, no empecé bien el día, lamentablemente así han sido mis días desde hace un tiempo.

Corre, Cris, corre.

—Alto ahí, gacela. —Cervantes se para delante de mí sosteniéndome por los hombros.

—Voy tarde —perdí el aire—, no te interpongas en mi camino, no es un buen...

—Aunque me encantaría escucharte despotricar contra todo debo detenerte —ríe—. Vas de lado contrario, el rector decidió hacer una bienvenida o algo por el estilo —me abraza por los hombros y comienza a caminar hacia el lado contrario de mi clase—. Estoy seguro que ya se volvió loco, pero es algo bueno. El primer día siempre es el más aburrido, ¿no crees?

¿He dicho ya que Camilo habla mucho? Sí, habla demasiado. Me agrada él, de verdad me agrada pero en ocasiones, más bien la mayoría de las veces yo lo ignoro, me pongo en modo "solo asiente con la cabeza" y él no parece notarlo.

Toda la mañana estuve en modo "solo asiente con la cabeza". No sé qué le pico al rector pero habló más de una hora sobre el buen trabajo que hacíamos los maestros en esta respetada institución y mucho blablabla. De no ser porque estaba de pie hubiese caído dormida.

No tengo idea de cómo me quité de encima a Camilo pero después de la reunión o esa extraña "cosa" que hizo el rector como bienvenida quedé libre, completamente sola con mi soledad, gracias Dios.

Voy caminando por el pasillo, lentamente, nadie me apresura...

—¡Cris! —esa voz la conozco.

—Amanda, ¿sucede algo? —volteo y quedamos frente a frente.

—Tengo noticias, malas noti... —se detiene, ¿por qué se detuvo? Quedó completamente petrificada—. No puede ser... —frunzo el ceño y sigo su mirada.

Volteo lentamente porque sinceramente me da miedo saber que es lo que la hizo palidecer, antes de encontrar el objeto que la hizo parecer Myrtle la llorona, la agarró de un brazo para que nos movamos hacia las taquillas, llamábamos mucho más la atención petrificadas en medio del pasillo. Cuando logro mi segundo objetivo vuelvo para completar mi primer objetivo, seguir la mirada de Amanda.

¿Es mi idea o se puso así por el cabrón de Roberto? ¿por qué se pon...? ¡Claro, ellos salen!

—¿Qué es lo que miras exactamente? —sí Cristina hazte la idiota.

—Al hijo de... —suspira con pesar.

Y cómo ambas estamos mirando fijamente al cabrón decido volver a mirar a Amanda antes de que Roberto se dé cuenta de nuestras miradas.

—Necesito más información... —soné muy cotilla.

—Salíamos, casi por ocho meses. Me gustaba, pero ya ves cómo es él... El punto es que yo quiero una vida de adulto, él sigue siendo un niño idiota. Supongo que fue lo mejor —se encoge de hombros—, pero no digo que sea muy feliz con mi decisión, al menos no en este momento. Le gustan las de primer año... —apunta hacia Roberto con la cabeza.

El muy cabrón está comiéndole la boca a una chica de primer año, tiene sus manos en el trasero de la susodicha, es una escena bastante... Joder... Creo que ahora siento lo que Amanda está sintiendo.

🤍Corazón de tiza🤍 [CONTENIDO ADULTO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora