🤍Capítulo 06/ ¡Cris no es mi novia! /

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🤍PUNTO DE VISTA DE FELIPE🤍

🤍BARCELONA, OCTUBRE 2019...

Odio tener que levantarme tan temprano, aunque odio aún más tener que dormir en mi apartamento.

Hace dos días que no veo a Cris, últimamente no coinciden nuestros horarios. Hoy es lunes, y la veré en mi primera clase. El fin de semana ella estuvo ocupada con asuntos de trabajo, su tía había vuelto, aunque, al parecer y para mi buena suerte, volvería a irse. Yo por otro lado había pasado el fin de semana con mis amigos, fiesta, alcohol y como nunca antes, nada, nada de sexo.

Al parecer habíamos llegado demasiado temprano, o quizá, Cris, es decir, la señorita Serrano, se había retrasado. No estoy muy seguro de eso porque realmente jamás llegué temprano a mis primeras clases, esas que son muy temprano.

A mi lado se encuentra César, frente a él está sentado Diego, Roberto está coqueteando con alguna de primer año fuera del aula y Carolina se encuentra sentada en la mesa, en mi mesa. ¿Qué coño hace ella sentada aquí?

—Yo sabía que finalmente la señorita perfecta, terminaría mostrando su verdadera personalidad. —dice en su típico tono venenoso.

—¿De qué estás hablando Caro?

—¿No es obvio? ¡Dios, cada día estás más imbécil, Diego!

—Buen día, lamento la tardanza... —parece agitada, y eso no me llevo a una imagen mental muy agradable para este momento—. Tomen asiento, por favor.

Miré a la mujer que no deja de aparecer en mis sueños cada noche. Hoy se ve jodidamente sexy, el vestido negro que lleva resaltaba sus curvas, el escote es discreto pero igualmente mis ojos se quedaron ahí por más tiempo del...

—¿Felipe? —César susurró, lo miré con mala cara—. Joder, que genio traes hoy...

—Silencio por favor... —dirigí la mirada hacia la mujer sexy parada frente al pizarrón.

Ella volteó para escribir algo en el pizarrón, fue en ese momento que más de un capullo silbó encantados con lo que veían, ese maldito vestido del demonio sería mi perdición. Tragué duro, su culo se marca, y no, sus bragas no se notan, no quiero ni imaginar cuáles se puso hoy porque nada podrá quitarme la erección.

Con sus manos tomó su cabello y lo quitó de la espalda, dejándolo sobre el hombro derecho. Puedo apostar mi auto a que en este momento ella está mordiendo la punta de su lengua, está nerviosa, siempre que lo está toca su cabello y muerde su lengua. ¿Que cómo sé eso? Soy observador, o eso creo...

¿Concentración? Esa jodida palabra desaparece de mi diccionario personal cada lunes y miércoles en la primera clase. Concentrarme es prácticamente, no, es simplemente imposible. No puedo quitar la mirada de Cris, y mi pervertida imaginación no deja de mostrarme a Cris desnuda en su apartamento...

¡Hostia! Está ocurriendo de nuevo, no pienses Felipe, simplemente no pienses.

Un quejido salió de mis labios, y apoyé con más fuerza de la necesaria mi frente en la mesa.

—¿Qué te pasa ahora?

—Nada, nada, solo ignórame.

—¿Tengo que volver a pedirles silencio? —ella dirigió su mirada a César y luego a mí.

—Lo siento, no volverá a ocurrir. —habló César con una sonrisa coqueta.

Bufé, y ahora todos, absolutamente todos los presentes me miraban como si tuviera serpientes en la cabeza, como me gustaria tenerlas y así petrificar a todos los capullos a los que se le van los ojos a mi ángel del sexo.

🤍Corazón de tiza🤍 [CONTENIDO ADULTO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora