🤍Corazón de tiza🤍 [CONTENIDO ADULTO]

🤍Capítulo 08/ Contigo las clases son interesantes /

🤍BARCELONA, OCTUBRE 2019...

Esta semana fue agotadora.

¿Qué es peor que hacer un examen? Revisarlo.

Revisar uno por uno los exámenes de cálculo es un martirio, cada exámen no puede ser más diferente, letra, números y resultados diferentes. Me volveré loca. Lo bueno es que sólo me faltan por revisar tres exámenes y hasta ahora estoy bastante conforme con las calificaciones, por el momento están bastante bien. Decidí que el exámen de Felipe lo revisaré al último, estoy acojonada, no quiero ni siquiera pensar en que repruebe por no poder concentrarse.

Hoy es viernes, me encuentro en mi apartamento, revisando los últimos exámenes de una de las tres secciones de la clase cálculo que imparto.

La puerta de la entrada se abre de pronto, el parloteo de dos personas me desconcentra. ¿Pero que...?

—Es temprano, ¿qué haces aquí? —pregunto sin mirarla, intento no perder la concentración.

—Necesito ayuda.

—Y yo necesito silencio, ¿qué hacen aquí? —hablo lo suficientemente fuerte para que los intrusos me oigan, no levanto la mirada, simplemente me concentro en el último ítem del exámen.

—Alguien está cabreada... —canturrea—. Yo vine a dejar esto para Alba, ¿sabías que tendrá una tercera cita con el tipo ese?

—Claro que lo sabía, es mi tía, vivo con ella, ¿recuerdas? —concéntrate Cris, concéntrate, tú puedes terminar con esto.

—Necesitas follar, dejaré esto en la habitación de Alba... —Mari desaparece por el pequeño pasillo y yo suelto un suspiro.

—¿Por qué estás aquí tan temprano, Felipe? —lo intenté, juro que intenté no sonar como una completa perra, pero no lo logré, en lo absoluto.

—Tienes un humor del demonio hoy, no quiero molestarte. —altanería, combatir fuego con fuego, uno, cinco, diez, raíz cuadrada de... Necesito descansar.

—Lo siento... —suspiro, y apoyo la cabeza en el respaldo de la silla con los ojos cerrados—. Es la primera vez que debo revisar exámenes, es un martirio, definitivamente es la parte que más odio... —abro los ojos, él me sonríe de lado.

—No sé en...

—Ya está, yo me piro... —hace un gesto militar, despidiéndose—. Felipe, hazle un favor al mundo y follatela, necesita tu polla en su coño con desesperación... —la miro mal, Felipe ríe asintiendo y ella simplemente sale del apartamento.

—¿Qué es lo gracioso? —me cruzo de brazos, él me mira de soslayo y se acerca.

—Mari, ella es graciosa... —se encoge de hombros, acerca una silla y se sienta junto a mí—. Vine porque estoy desesperado, necesito tu ayuda, es algo de vida o muerte...

¿Qué si me preocupó? Claro que me preocupó.

—¿Qué ocurre, qué está mal?

—Todo...

—¿Qué hiciste?

—Nada...

—¡Al punto, Felipe! —con el genio que cargo perdí la paciencia rápido.

—Tranquila, no necesitas gritar, estoy junto a ti y escucho perfectamente. —blanquea los ojos.

—Solo suéltalo, ya.

—El lunes tengo un exámen y no sé absolutamente nada. César intentó ayudarme, pero como profesor se moriría de hambre... ¿Puedes ayudarme? Por favor... —cuando quiere algo la tiene muy clara para conseguirlo.