Capítulo 14

8.2K 484 52
                                    

Salgo de la ducha y me visto mi ropa interior de encaje, me coloco un jean Levi's y una camiseta manga larga color blanca, y mis tenis Vans blancas. Dejo mi cabello suelto que ya ha crecido un poco más que me llega a la cintura, me maquillo solo con un poco de rímel en las pestañas y brillo labial.

Salgo del cuarto de baño, la habitación esta completamente vacía, tomo mi bolso de la universidad que contiene mis cuadernos y bolígrafos y uno que otro libro que está en la cama. Los guardo y me dirijo a la salida de la habitación, bajo las escaleras y no se observa ni una sola alma en pena en esta mansión, llego hasta la puerta. Me decidí a qué voy a desayunar en la universidad ya que no siento apetito por lo que acaba de suceder con él.

Salgo de la mansión y el frío viento de la mañana me pega de golpe en el rostro, no me he puesto algún abrigo y la mañana está muy fría. Un tipo muy atractivo vestido de traje negro baja de la camioneta y abre la puerta para mi, me le quedo observando, lleva puesto un traje negro a la medida, su cabello es rubio, tiene ojos de un color gris claro. Su piel es muy blanca y tiene unos dientes perfectos, tal vez mide un metro ochenta o hasta más, me atrevo a decir que es casi como la estatura de Ancel pero yo lo he mirado anteriormente a este muchacho.

—¿Ya paro de observarme señorita Sallow? Si gusta nos podemos ir ya que se le hace tarde para la universidad, señorita Sallow. —repite mi apellido varias veces, se nota que es muy arrogante y es cuando me recuerda a alguien. A ese condenado hombre de ojos azules y cabello negro, que atormenta mis noches y días, desde que puse un pie en Alemania. Es algo tan intenso esto que está pasando en mi vida, ya que jamás me había ocurrido algo similar. Jamás imaginé que él, Ancel Müller, pusiera de cabeza mi mundo. Él es dueño de todos mis pensamientos, el mismo idiota que me dejó en el baño después de quitarse las ganas de follar, ¿Será que solo me quiere para eso? O solo es mi paranoia por todo lo que ha pasado en tan pocos tiempo.

—Perdona mi imprudencia, es sólo que me recuerdas a alguien ¿nos conocemos de algún lugar?.. —me excuso mi falta de prudencia.

—Mikail Zimmermann, un placer señorita Sallow, y si efectivamente nos conocemos que fácil se le olvidan las personas pero para saber si se le refresca la memoria déjeme decirle que usted baila muy bien y ha logrado poner celoso al bastardo de Ancel en la gala. —dice extendiendo su mano, la tomo y da un suave apretón, lo recuerdo y me avergüenza que todo el tiempo haré las cosas sin pensar.

—Lo recuerdo joven Mikail pero nuevamente diré que placer es mío, y en mi defensa puedo objetar que Ancel se lo merecía, ahora sí me puede llevar a la universidad ya que se hace un poco tarde y no quisiera llegar después de la primera clase. —digo soltando su mano, subo a la camioneta y cierra la puerta de la misma.

***

Las clases han pasado volando, me encuentro en la cafetería esperando a Maya, he tomado un batido de fresa y unos pancakes con mermelada aunque para ser sincera no siento apetito. A la distancia observo como viene Maya, acompañada de un chico alto de cabello rubio es muy atractivo. Ella se sonroja por algo que él le susurra al oído y asiente con un movimiento de cabeza, él chico sonríe y se marcha a otra mesa donde están un grupo de seis chicos más. Maya llega hasta mí, puedo notar sus mejillas como un tomate.

—¡¡No vas a creer, Yana!! Estamos invitadas a la fiesta que dará el hijo del rector de la universidad y ¿Qué crees?. —chilla como una loca, a lo que tapo mis oídos con ambas manos, no me gustaría quedarme sorda a tan temprana edad.

—Dime no soy adivina. —le respondo guardando la calma ya que es muy gritona.

—Él mismo nos ha invitado, es con él chico que venía platicando y me ha dicho que soy muy bonita.. —dice emocionada en voz baja ya que a llamado la atención de todos en la cafetería, yo solo me limito a observar su emoción. Y a tratar de dejar en el olvido su voz tan chillona, en realidad no me apetece salir a ninguna fiesta por lo que ha pasado ayer, no me gustaría poner en riesgo mi vida solo por un capricho de Maya.

Inocencia CorrompidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora