Capítulo Final.

6.2K 372 43
                                    

Me animo a subir la mirada y es un joven que se me hace bastante conocido, pero no recuerdo de donde.

—Lo siento joven, fue mi culpa estaba un poco distraída espero no haberlo ensuciado. —me disculpo con él, me sonríe y saca un sobre de color dorado de dentro de su gabardina y me lo entrega.

—¿Tu eres Yana verdad? —pregunta ignorando mi disculpa, a lo que no si responder.

—¿Quién eres tú, si se puede saber como sabes mi nombre? —le pregunto alejándome de él, que no sean de nuevo los rusos.

—No importa quien sea yo, solo lo que busco. —responde tajante con una voz autoritaria.

—Entonces con permiso, tengo mucho trabajo como para perder el tiempo con usted. —me agacho a recoger la bandeja que he tirado y me adentro a la cocina del local.

Aún sostengo el sobre dorado no se si abrirlo o no, llega hasta a mi Romina.

—¿Quién era ese hermoso adonis que estaba charlando contigo, le has visto el culo si quiera?, hasta yo le tiro todo encima con tal de merecer una palabra de su boca. —mi amiga luce estupefacta por lo que acaba de pasar pero si todos los de la cafetería se han dado cuenta,  Romina me clava la mirada y frunce el ceño.

—No lo se Romina, no lo conozco. —respondo y me dirijo a mi casillero a dejar el sobre dentro de mi bolso, lo bueno que Romina no se percató del sobre si no aún no me la quitara de encima.

La tarde pasa y con ello yo pensativa, se ha llegado la hora de salida son las diez de la noche, recojo mis cosas y me despido de Romina no sin antes ella amenazar que me recogerá en mi departamento a las once con veinte minutos, unos amigos de ella nos van acompañar. Salgo del local con mis pensamientos rondando mi cabeza, llegando a casa revisaré ese sobre para saber de qué trata, me siento observada miro a todos lados y apuro el paso esta vez tomaré un taxi ya que no hay bus a esta hora.

Afortunadamente pasa un taxi y se detiene, le indico la dirección al chofer y emprendemos el viaje, pasados veinte minutos ya estoy en mi departamento dejo la bolsa en la mesa de centro y corro a buscar en mi closet que es lo que me pondré esta noche. Saco un vestido dorado con lentejuelas que me llega un poco más abajo de los muslos, es bellísimo Abbey me lo obsequió pero jamás lo había usado.

Me doy una ducha a la velocidad de la luz aún me quedan treinta minutos para que llegue Romina, seco mi cabello con la secadora y lo alació llega mas abajo de mi cintura queda bellísimo mi rubio natural, mis ojos azules ya no brillan como antes pero solo espero que algún día vuelva a ser la Yana de antes. Me pongo Gloss en mis labios y un poco de rímel para mis pestañas, me gusta como me veo me pongo mi pulsera de oro y una fina cadena que me regaló Ancel.

Tomo mi bolso para sacar mi identificación, me encuentro con el sobre dorado y lo agarro, me voy a mi habitación, me siento sobre la cama y con cuidado lo abro.

<<Ich sehe dich hübsch an>>.

No sé lo que quiere decir corro a la sala y tomo mi laptop para traducir el texto. La sangre abandona mi sistema a leer que el idioma es alemán, y por lo que dice el mensaje.

<<Te miro linda>>.

Mi corazón se acelera de solo pensar que sea Ancel pero rápidamente saco ese absurdo pensamiento de mi cabeza, no puede ser Ancel ya que el solo me llamaba nena. Respiro hondo ignorando el sobre en mis manos lo dejo en la mesita de la sala en eso entra un mensaje a mi móvil. Es Romina ya espera por mi abajo corro a colocarme mis plataformas de color beige, arreglo una vez mas mi cabello frente al espejo y agarro mi cartera, llaves del departamento y salgo. Bajo por el ascensor una vez llego al lobby miro a mi amiga a Romina toda chula, se ha puesto un vestido negro que le llega a los muslos con unos tacones dorados, con ella hay dos chicos muy atractivos. Están hablando muy animados uno de ellos me mira y muerde su labio y, para ser sincera esta muy guapo, es alto, cabello negro, ojos negros su piel es muy blanca, viste un pantalón de vestir negro con una camisola negra con los dos primero dos botones desabrochados y una chaqueta negra.

Inocencia CorrompidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora