Capítulo 26

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─Amor despierta, no me puedes dar este tipo de sustos.─ 

Escucho una voz a lo lejos siento mucho sueño no me apetece abrir los ojos por lo pronto, el perfume de mi hombre entra por mis fosas nasales, me relaja y me hace sentir tranquila. Sé que Ancel está de mi lado y me permito dormir más, pero es cuando recuerdo todo lo que ha pasado  me siento en la cama de golpe, estamos en la habitación de un hospital el olor a antiséptico es evidente en el aire.

─¿Amor estás bien, están todos bien?. ─le pregunto él se sorprende ya que reposaba su cabeza sobre la cama. Me angustia mirarlo así, tiene el labio partido y un golpe en el lado derecho del ojo. Sostengo su rostro con mis manos y beso la comisura de sus labios, él me devuelve el beso pero noto que hace una mueca de dolor.

─Lo siento amor, no quise lastimarte. ─me disculpo con mi hombre, pasa sus manos por mi cintura y me hala hacia él, abro la piernas se acomoda entre ellas recargo mi cabeza sobre su pecho su respiración es tranquila. Así me quedó unos segundos.

─Todos están bien Yana, hubo unas cuantas bajas de mis hombres los demás están bien esperan en casa, les dije que no era necesario que vinieran.─ 

─¿Que me pasó? solo recuerdo mirarte a merced de esos matones, todo se volvió tan confuso sentí ira recorrer mi cuerpo, sentí la necesidad de acabar con él y con quien fuese que se metiera contigo y nuestra familia. Disparé esa arma sin sentir piedad por nadie hasta que llegaste a mi y todo se volvió negro. ─paso mis manos por detrás de su cuello y lo atraigo más a mi.

─Te has desmayado, tal vez por la impresión de todo lo que viviste la adrenalina después de todo no somos tan diferentes amor. Pero a pesar de todo lamento haberte metido en esto este no es tu mundo tu no perteneces aquí, necesitas a alguien de bien aunque eres una mujer muy valiente Yana. Te admiro amor pocas mujeres hacen lo que hiciste tú por mi hermano y por mi. ─noto la culpa en si mismo deposita un beso mi frente y me recarga contra su pecho.

─Lo haría una y mil veces amor, pero en tu vida no me vuelvas a decir eso soy feliz a tu lado y agradezco a Dios por haber puesto en mi camino a una persona como tú. No podría vivir sin ti, ni con la culpa si algo te llega a pasar o a cualquiera de nuestra familia. ─ vuelvo a repetir me pego más a su cuerpo no quiero que me suelte.

─Gracias amor, de verdad que me he sacado el premio mayor contigo gracias a ti sigo vivo.─ dice sonriendo.

─No tienes que agradecer lo haría una y mil veces.─

─Oficialmente eres la Reyna de la Mafia Alemana. Mi reina Yana. ─dice y no puedo evitar sentirme así de feliz, creo que mi mente está cambiando quiero permanecer a su lado siempre, a pesar de la vida que lleva soy muy feliz a su lado.

─Ancel, ¿Y si vuelven algunos de los familiares del hombre que asesiné?. ─pregunto temerosa de que algún día vuelvan y quieran cobrar venganza por qué ya no es uno sino; tres los que he asesinado. Que maldita suerte me cargó que ya he agarrado problemas con los mafiosos más temidos de Rusia y no sé el motivo.─

─Tranquila mientras estés conmigo no te pasará nada, de ahora en adelante ustedes vivirán en mi mansión no quiero tener que estar preocupado solo por que tú estés en otro lugar separada de mi. ─ 

─Creo que sería lo ideal me sentiré más protegida a tu lado, gracias amor por cuidar de mi.─ 

─El que tiene que dar gracias es otro, que sin tu valentía ya no estaría en este mundo. Yana tengo tu Inocencia Corrompida de ser una chica común has pasado a ser la reina de la mafia alemana─

─No digas eso que haces que me emocione, aunque te confieso temo por la vida de mi madre y Abbey, nuestro hijo que aún viene en camino además amor que moriría si te pasara algo a ti Ancel Müller.─  

Inocencia CorrompidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora