Inocencia Corrompida

Capítulo 20

De la hermosa caja saco un vestido en color negro manga larga de encaje, el vestido es en corte V, y tiene una abertura que da hasta el muslo. En otra caja están unos hermosos tacones de aguja en color dorado. Observó a Ancel con total emoción es maravilloso el detalle que ha tenido.

─No te hubieses molestado cariño, es muy bello todo pero me avergüenza que gastes en mi persona además de que yo no he comprado algo para ti.─ 

─No deberías de pensar así, ya te he dicho que mereces eso y más nena, así que sin objeciones te pondrás eso tenemos una cita a las nueve de la noche, en realidad no necesitas comprarme algo con tu presencia basta. Eres mi droga perfecta, me enamoraste desde la primera vez en la que te vi, eres mi musa, mi flor, mi vida ─¡¡Dios este hombre es perfecto!! Debajo de esa armadura de hombre duro se encuentra todo un caballero, no importa cuál sea su vida a lo que se dedique para mí es perfecto.

─¿A donde me llevarás?. ─le pregunto curiosa.

─Si te lo digo ya no será una sorpresa, así que no demores. ─

Me recuesto un rato Ancel ha salido nuevamente diciendo que tendrá una plática con otro socio que se llevará acabo en el salón de conferencias del hotel. Ya imagino a muchos mafiosos reunidos con sus armas y caras de matones, enfrascados en una charla y todos gritando en desacuerdos que tengan entre ellos.. Salgo de mis pensamientos creo que he mirado muchas películas de acción. Mejor tomo mi móvil y decido llamar a mamá, pulso su número en la pantalla táctil y a los segundos suena un tono, dos tonos, y finalmente me manda a buzón. Es extraño que no responda, ni madre siempre está al pendiente del móvil, lo dejo pasar ha de estar dormida o algo. Así que dejó el móvil y me pongo a observar al cielo raso de la habitación del hotel. A los pocos minutos me dejó llevar por los brazos de Morfeo, unos suaves besos húmedos me van despertando, lentamente abro los ojos y es mi mafioso que está recostado en la cama. Me observa tan minuciosamente que sus ojos azules son muy intensos, esa mirada de Mar me vuelve loca al grado que quisiera besarlo toda la noche sin parar.

─Nena ya son las ocho de la noche recuerda la cita es a la nueve, solo te queda una hora para que te pongas bella. ─Rápidamente me pongo de pie y a así apresurado me dirijo a la ducha abro el grifo y me despojo de mi ropa en cuestión de segundos, a velocidad de la luz me ducho a los minutos salgo envuelta en una toalla. Ancel se encuentra recargado al borde del mueble de la cama está de pies cruzados y sus manos sobre su regazo observándome de pies a cabeza, luce tan sexy en esa pose. Con paso acelerado me acerco hasta mi maleta y la coloco sobre la cama para sacar mí ropa interior que se me ha olvidado.

─Que maravillosa vista me estas regalando nena, estoy usando todo mi autocontrol para detenerme y no correr hasta ti, y despojarte de esa maldita toalla y hacerte mía en este mismo instante. ─sentencia y yo estoy que muero de los nervios aunque para ser sincera me gusta la misma idea que propone en este momento, pero claro está que no le haré saber mis pensamientos más oscuros.

─Ve a darte un baño Ancel, se nos hará un poco tarde si no te apresuras y por nada del mundo estoy dispuesta a perderme esa sorpresa que me tienes preparadas. ─digo para tratar de aligerar un poco el ambiente, a regañadientes acepta y se mete al baño a gran velocidad me coloco la ropa interior para proseguir a colocarme crema con olor a vainilla de Victoria Secrets. Maya me la ha obsequiado hace dos semanas y para ser sincera me encanta. Me coloco una bata de algodón de las que tienen aquí en el hotel, amarro el lazo en mi cintura me dirijo al tocador tomo un cepillo y desenredo mi cabello. 

***

Al fin he terminado de arreglarme, me he recogido el cabello y colocado un broche en color dorado, mi maquillaje es sencillo ya que no acostumbro a usarlo el vestido de adhiere a mi cuerpo como un guante, me he colocado los tacones que me hacen lucir un poco alta, la abertura del vestido es extremadamente atrevido mi pierna se mira al caminar.