《Tragedia》

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De pronto, los sollozos se dejaron de escuchar y la respiración de ___ se normalizo. Se había quedado dormida, con sus mejillas húmedas y tristeza sobre su pequeño rostro. SeokJin tenia miedo a dejarla sola, sin su cuidado. No quería por ningún motivo que la muchacha aprovechará la oportunidad ante su descuido e hiciera algo malo. La vio en un estado tan deplorable que no dudaría en autodañarse. Seguía preguntándose que fue lo que le afecto tanto para terminar así.

Solo le quedo suspirar hondo para deshacer la presión en su pecho y garganta. Una vez tranquilo, subió a la habitación y bajo unos cobertores y una almohada para quedarse a dormir a lado de ___. Con cautela, cubrió el pequeño cuerpo, dedicándole una triste mirada y luego se acomodó en el suelo. Llevo sus manos atrás de su nuca, sin dejar de mirar el blanquecino techo. ¿Cuando aparecerían las dichosas "ovejitas"?, así fuera, no seria capaz de conciliar el sueño, no mientras ___ este así. Bufo desanimado, sintiendo la dura pesadez en sus párpados, el cansancio en cada hueso y la relajación en su cuerpo, pero no iba permitirse dormir, por lo que cerro sus ojos con fuerza mas de una vez espantando el sueño.

× × ×

Los centelleantes ojos de ___ se dejaron ver poco a poco, desganados, siendo difícil recobrar la vista completamente a causa de la irradiante luz del sol entrando por la ventana. Miro su al rededor con desconcierto. Fue como el agradable y cálido aroma a café invadió sus fosas nasales, logrando que su estómago gruñera hambriento y su cuerpo temblara al pedirle alimentos. Se sentó sobre el sofá dejando aun lado la cobija, suspiró, se levantó y camino hacia la cocina. Tras llegar al marco, se detuvo un tanto sorprendida al ver nada mas y menos que a SeokJin de espaldas cocinando.

Impresionante la manera en la que sus manos hacían volar las jugosas verduras encima del sartén que movía con agilidad. Podía escuchar el sazón burbujeando a la hora de mezclarse con el aceite, es como si fuera musica para sus oídos. ¿Hace cuanto tiempo no había escuchado esos preciosos sonidos?. Volvió a sus sentidos y sin perder tiempo, siguió admirando de la agradable escena. Jamás se imagino que algún día tendría la dicha de verlo cocinar, ya que nunca lo hizo cuando estaban casados. Pero hoy estaba aquí, haciéndolo para ella, solamente ella.. En un arranque de vulnerabilidad bajo la cristalina mirada y resoplo ahogándose en la nostalgia, por que su corazón yacía derritiéndose ante SeokJin.

-- Buenos días, ¿Dormiste bien? -- hablo con sutileza, apagando la cafetera, parecía despreocupado.

El peli negro le había pillado en la entrada de la cocina mirándolo, por lo que ésta se avergonzó y dudosa asintió. Hubo un ligero silencio cuando sus miradas se conectaron y tras varios segundos Jin se acerco sujetándola por los hombros. Miro sus ojos y la mirada herida que desprendía de ellos, sus finas pestañas bailando a causa de la confusión de la menor, luego viajo hacia la pequeña nariz. Umm, roja (pensó). Derecho a sus mejillas, suaves y rosadas como algodones de azúcar. Termino su viaje en los labios, delgados de un color rosa pastel, perfectos y hermosos. Maldito Jin ( se dijo interiormente) Como se había atrevido hacerle tanto daño a alguien tan pequeña e inocente como ___. Se odió y si tuviera la oportunidad de regresar al pasado iría donde esta y golpearía a ese Jin, hasta matarlo. Por último suspiró por las emociones que le hacia sentir, sonrió amargamente y sin dudarlo la envolvió en sus brazos. ¡Asi esta mejor! (dijo su mente). Acaricio su cabello de arriba hacia abajo, lento, sin prisas, sin miedos. Mientras que ___ no hacia ningún movimiento, solo estaba parada, estática, dejándose abrazar, siendo testigo de ese dulce Jin. Quería llorar hasta que no quedara ninguna gota que derramar, su alma dolía por tan cálidos gestos que recibía ahora mismo, peor al sentir los latidos de su corazón bombeando y su tranquila respiración, aun con esa fragancia masculina impregnarse en su ropa.

Tardes Negras |Kim Seok Jin| {𝓣𝓮𝓻𝓬𝓮𝓻 𝓛𝓲𝓫𝓻𝓸}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora