Tardes Negras |Kim Seok Jin| {𝓣𝓮𝓻𝓬𝓮𝓻 𝓛𝓲𝓫𝓻𝓸}

El final de todo.

No podía sentirse mas decepcionada de SeokJin, no podia siquiera reclamarle porque finalmente seria en vano e incluso una perdida de tiempo gritarle la clase de basura que es. Aun con el inmenso dolor en el pecho dio la vuelta y camino firmemente sin detenerse, aunque su corazón gritara volver donde él pelinegro y abrazarlo, no lo haria. No, ya no permitiria que siguieran burlandose y lastimandola, dejaría de ser la estupida mujer débil que se esconde entre lágrimas cada vez que algo la hiere, dejaría de sentirse inútil e inferior. 

Ahora, lucharía porque la muerte de Bae, su bebé y Taehyung no quedaran impune, así tenga que pasar contra Kim Seok Jin. Sin embargo; hoy, solo esta esta noche seria la última vez que lloraría y se desahogaria hasta consumirse, lamentaría haber creido en ese hombre y recordaria el pasado para lastimarse un poco mas. Si, seria la última noche..

Desearía desterrar su corazón y prenderle fuego hasta convertirse en cenizas, perder la memoria para no recordar y sufrir tanto. En cambio, se detiene a un metro antes de salir y puede notar a través del cristal al pelinegro, allí estatico, pero lo que mas le duele, es como ni siquiera intenta detenerla y pedirle perdón. Tras varios segundos, solo consigue bajar la cabeza y tragar amargamente, para finalmente salir.

A lo lejos, puede notar a Hoseok hablando con dos agentes. Juraria que tambien sufre y siente tanta culpa, que tal vez este rencoroso consigo mismo. Posiblemente mas tarde hable con él e intente consolarlo.

Finalmente, su mirada se detiene al lado izquierdo donde hace una patrulla que esta siendo custodiada por dos policias, quienes se aseguran que la mujer en el interior no escape.  Yonji, la causante de su desdichada vida esta mirando hacía la carretera conforme llora desesperadamente al tiempo que tira de sus cabellos.

- ..Pague tan caro conocer a Kim Seok Jin.. - dijo cuando sintio la presencia de Hoseok a su lado. 

- Estoy tan confundido, quisiera hacer algo para evitar tanto sufrimiento. No puedo creer que SeokJin haya ocultado la verdad.. - en cambio, no recibió respuesta. - A esa mujer le espera una larga condena. Juro que hare justicia ___, lo juro - la chica de cabellos castaños asintio a duras penas y de una forma tan torpe se atrevio a mirarlo e intento sonreir por aquellas palabras.

- Es lo mínimo que ellos merecen - con una suave caricia en su hombro, Hoseok trato reconfortarla, asintiendo..

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Los oficiales entraron corriendo a la enorme casa de Kim.Soo, tras escuchar gritos y ver a la empleada llevándose al pequeño Hyorin. Uno de ellos fue escaleras arriba en busca del viejo, mientras que otro inspeccionaba la planta baja con un arma entre sus manos. Cuando llego a lo que parecia ser la oficina, abrió la puerta con una patada, cauteloso para cualquier amenaza, pero no habia nadie.

- ¡¿Encontraste algo?! - pregunto el segundo oficial, adentrándose al cuarto.

- No, probable.... - el fuerte sonido de las llantas rechinando de un auto, llamaron su atención - ¡Maldita sea! - ambos corrieron donde aquello y vieron como una camioneta negra huia del lugar - ¡Pide refuerzos! - ordeno a su compañero y éste no se hizo esperar, subieron a la patrulla para perseguir la camioneta.

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Todo había terminado para Yonji, al fin, iba pagar por todo el daño causado por aquellas vidas arrebatadas. En cambio, no iba quedarse de brazos cruzados y dejar que la encerraran, por lo que en un momento de distracción de los oficiales, salio de la patrulla y le arrebato el arma a uno. 

- ¡Estan equivocados si creen que voy a dejar que me encierren! - grito amenazando y apuntando contra los presentes. 

- ¡Baje el arma! - los agentes apuntaron contra ella, amenazando con disparar si no bajaba el arma, pero ella no cedería, puesto que la furia la habia cegado.