Un poco dificil.

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SeokJin miraba con desdén al pequeño niño que hacia recostado en el sofá mientras dormia, aunque por mas que trataba de no sentir incomodidad, no podía verlo como un hermano cuando creyo por mucho tiempo que era su hijo. Las mentiras tienen consecuencias y sentir nada por Hyorin era una de ellas.

El juez le había otorgado la patria potestad, después de la muerte de Kim. Soo y el juicio al que tuvieron que ir, para que el menor no terminase en un orfanato. Por eso mismo hacia dormido en el sofá de la casa de ___. 

- El no tiene la culpa de nada - la suave vóz de ___ se escucho a su espalda - Es un niño inocente.

Si, tenia razón, pero SeokJin ni siquiera podía pensar o sentir cariño por él.

- Es el hijo de mi padre y de Yonji - la miro - El hijo de las personas que te hicieron tanto daño o mejor dicho, nos hicieron. No puedo mirarlo como un hermano - la menor suspiró con pesadez y fruncio los labios, acercandose a él. 

- Hyorin no pidió ser concebido, solo es un niño que necesita amor, cariño y ser protegido. No sabe lo que es bueno, ni lo que es malo, lamentablemente sus padres eran personas despreciables, pero es agradable saber que no crecera con ellos, que vivira rodeado de amor - le otorgo una acogedora sonrisa y él pelinegro cae cautivado que la envuelve en sus brazos. - Se lo dejaremos al tiempo, ¿Si?.

Suspiro profundamente cerrando los ojos, añorando capturar tan preciosa escena y asintió agradecido de tener a su lado a ___. Aunque todo marchara bien, hacia falta algo y lo sabia. La confiaza, el perdón, pues de la noche a la mañana no se olvidan tan malos recuerdos, pero con ayuda de un especialista su relación mejorara y aquella confianza que nunca existió entre ambos llegara finalmente.

- Agende una cita con el psicólogo para las cuatro de la tarde - habian tomado esta decisión juntos. Claro, estaban seguros de hacerlo. 

- Falta menos de dos horas - susurro SeokJin, mirando hacia abajo, pues la castaña era un poco mas bajita. Un silencio surgio cuando el muchacho se perdio en los ojos ajenos, en ese rostro de expresión un poco decaido, perteneciente a la frágil mujer en sus brazos - Vamos a salir de esto, te lo prometo. 

Y con un beso sello la promesa de un amor futuro, de un <juntos por siempre> obvio, sin hacerlo parecer tan tonto, porque SeokJin se ha propuesto cambiar y dejar de ser egoísta, para amar, cuidar y proteger a ___.

~

 El suave viento mecía las hebras rubias de Hoseok, el muchacho que hacia varado en la orilla del muelle observando el horizonte donde el sol pretendia ocultarse. Sus manos sostenian una fotografía de Taehyung, su amigo. Intentaba sentirse un poquito mas miserable con aquella imagen y dolido, realmente estaba funcionando porque los orbes de sus ojos se llenaron de lágrimas cuando la grave vóz de Kim lo acecho en su mente. No para atormentarle, mas bien, para consolarlo.

- Cometí un error muy grande, Tete.. - aquel apodo que solia decirle de cariño cuando su amigo se portaba empalagoso o hacia algo estúpido - Han pasado tantos años.. ¿Como es que termino así?.. - el nudo en su garganta le jodia cada vez mas - No se por donde empezar - se limpio el borde de su ojo derecho con la manga de su sueter - ¿Como dejo de sentirme tan culpable?. Es estúpido querer olvidar los malos recuerdos cuando se supone que son parte de la vida y se quedan para siempre.. - el viento soplo una vez mas - Ni siquiera se si podre perdonar a Jin Hyung. Fui su cómplice.. Yo tenia que buscarte a ti, yo, no tu.. - una lágrima golpeó la fotografia, marcando el rostro de Taehyung..

Encerrarse en la habitación con una botella de vino no seria nada bueno, es mas una pesima idea, pero solo seria esta noche asi que a Hoseok no le preocupa beber estando dolido, lo que le preocupa es darse cuenta que se ha dejado caer en los brazos del abismo y de tan oscura e interminable noche, que teme no poder salir jamás.   

- ¿Que estoy haciendo?, ¿En que me estoy convirtiendo? - con una mueca de desagrado mira las tres botellas de vino que hacen en su cama y finalmente se deja caer de espaldas en el colchón - Soy un asco - cubre sus ojos con su antebrazo derecho y murmura maldiciones tanto como puede.. 

No, el tiempo no podría regresar, ni las desgracias podrían revertirse, pero perdonarse así mismo lo ayudaria a seguir. Debia dejar de atormentarse, si desea vivir tranquilamente. Aprender a vivir con el pasado es duro de llevar, puesto que no hay opción.

Hoseok abre sus ojos y lo primero que ve es el techo blanco de su habitación, se da cuenta que se ha quedado dormido con las botellas de vino botadas aun extremo de la cama, las cuales permanecen intactas. No ha amanecido del todo, ya que el cielo esta teñido de un azul neutro, puede verlo a través de la ventana que se quedo abierta. No quiere levantarse, pero tampoco pretende seguir sintiendose un miserable y con un ligero gruñido se levanta de la cama y a rastras se adentra al baño para tomar una ducha. Minutos mas tarde, se ha puesto ropa comoda, ni siquiera se encarga de cepillar su cabello o acomodar las arrugadas sabanas de su cama, si no que baja directo a la cocina y prepara una taza de té de manzanilla. 

- Me siento del carajo - musita sobre la taza color crema y sorbe casi nada del té - Ni siquiera le puse azúcar - frunce los labios, tras terminar el liquido va donde la sala, agarra las llaves de la mesa de centro junto con su móvil y sale del departamento.

7:25 de la mañana, muy temprano y Hoseok yacia manejando una bicicleta que ha rentado en la tienda articulos que esta frente al edificio donde se hospeda. Entonces, los primeros rayos del sol calan sus ojos cuando gira hacia la derecha creando que pierda el equilibrio y caiga al suelo. Por fortuna, solo consigue un pequeño raspón en la palma de su mano, nada que no pueda curarse. 

- ¿Te encuentras bien? - la muchacha obstruye los rayos con su cabeza, y mira con preocupación al chico que hace tendido en medio de la plaza. A cambio, Hoseok intenta ver el rostro de ésta, pero las largas hebras negras se lo impiden - Sujeta mi mano, te ayudare - con algo de duda estrecha la mano ajena y se incorpora avergonzado..


Había pasado casi un mes desde que iniciaron las sesiones, pero aun SeokJin se mantenia rígido y se negaba a tener algún acercamiento hacia el pequeño Hyorin, quien a veces extendia sus brazos para que lo abrazara, pero él pelinegro solo huía e imcluso se escondia para evitar ese acto. Sin embargo; la angustia crecio en su pecho cuando vio como el menor se cayo por culpa de la alfombra tras querer caminar y ahora hacia asustado, llorando. Tal vez deberia dejarlo allí, quizá deje de llorar, pero.. ¿Y si no?. El solo esta asustado, añorando ser consolado.

El pelinegro reacciona cuando ya tiene al niño en sus brazos, no sabe como sentirse o que mas hacer, así que solo lo estrecha un poco mas y acuña su cabezita en su pecho. Entonces, sabe que ha sido muy injusto con él, que le ha hecho daño de algún modo al querer alejarlo, al sentir rencor..

- Lo lamento.. - esta arrepentido de su absurdo comportamiento contra el menor, que le pide perdón tantas veces, sintiendo los pequeños brazos descansar en su pecho. Sin saber que mas allá ____ miraba la escena con una tenue sonrisa en su rostro..

~

¿En verdad puedo dejar ir el pasado? ¿En verdad puedo olvidar el daño como si nada?, no lo se. Mi corazón ya no puede sentir mas que rencor y rabia.. 

 

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Tardes Negras |Kim Seok Jin| {𝓣𝓮𝓻𝓬𝓮𝓻 𝓛𝓲𝓫𝓻𝓸}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora