<< Un cálido abrazo >>

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En la penumbra de la noche, ____ esta sentada en la orilla de la cama, siendo bañada por la debil luz platinada de la luna, que entra sobre la brecha entre las cortinas. Se mantiene frágil y rígida, mirando la eterna oscuridad que cubre sus pies, sus dedos apenas se mueven y su respirar es cauteloso, tan cendrado que no percibe el chillido de la puerta al momento de abrirse, dejando ver a SeokJin, quien se queda varado a mitad de la entrada y siente tristeza de verle.

A cambio, el masculino aroma del muchacho la saca de su ensoñación, estremeciendo cada poro de su cuerpo.

A paso lento, él pelinegro se acerca consternado, quedando frente a ella, la cual lo mira acuosamente, para después incorporarse y quedar a la misma altura. La menor cierra los ojos al momento que la suave mano de SeokJin se posa en su mejilla para limpiar una lagrima, disfruta de su tacto tanto que estrecha su mano junto la de él, restregandose un poco mas y marcar un pasional beso en su palma.

Jin no puede ver mas allá que una mujer rota, destruida, indefensa, queriendo ser fuerte, le duele mucho por que él es uno de los causantes del daño.

Maldito, eso es, un maldito..

-- Hazme el amor..

Susurra ordenándole, dejándolo atónito ante tal petición, que lo hace tragar en seco sin saber que decir.

La muchacha se muere de tristeza al notar él cruel silencio del pelinegro, pero no quiere detenerse, esta conciente de lo que dijo.

¿Por que mierda la mira con lástima?, él es un...

Aun, en su afán de seguir, se deshace de su blusa, arrojándola al suelo, quedando únicamente con ese sostén negro de encajes morados a la vista de SeokJin, quien detiene la muchacha cuando la ve bajar uno de sus tirantes.

-- Basta, _____...

Le dice subiendo de nuevo el tirante y recogiendo la prenda, cubriendo su piel, acto que hace doler a la castaña.

-- Yo.. necesito..

Suplica casi con desespero. ¿Por que se niega a tocarla?, ¿Acaso no es bonita?.. Piensa la muchacha, suspirando a profundidad.

-- No me pidas que te toque cuando realmente somos mas que dos extraños.

Su desprecio quema, y apesar de que es verdad, ella intenta engañarse que con caricias ajenas no nececita mas, para entonces ya esta tan furiosa, que sin pensarlo empuja al muchacho.

-- Entonces largate, no quiero verte mas -- le dijo fríamente mostrándole odio, aunque por dentro hacia devastada ante el rechazo. -- No vuelvas nunca..

Pero, SeokJin no quería perderla, aun sabiendo que estaria mal y que probablemente se arrepentiría al día siguiente, junto fuerza de voluntad y la atrajo a su cuerpo antes de que ésta se perdiese en el baño, besándola ferozmente.

A un ritmo lento y melodioso, el cuerpo desnudo de ______, subía y bajaba sobre el cuerpo desnudo del pelinegro, quien besaba los carmesíes labios ahogando los gemidos ajenos. Sus pieles se fundian apaciblemente entre el deseo y placer bajo las sabanas desordenadas..

En ese momento, no existía un mañana, ni los estragos al que ha sido sometida tantas veces.

Ya ni siquiera podrían detenerse, el acto ha ido tan lejos, que las manos de SeokJin ya hacen sobre la tersa espalda de _____, acariciando sin dejar ni un solo centímetro que tocar, y asi poder deslizarse mas alla de sus muslos, conforme las largas hebras castañas caían como velo del hombro femenino, chocando ligeramente en su mejilla.

Tardes Negras |Kim Seok Jin| {𝓣𝓮𝓻𝓬𝓮𝓻 𝓛𝓲𝓫𝓻𝓸}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora