Tardes Negras |Kim Seok Jin| {𝓣𝓮𝓻𝓬𝓮𝓻 𝓛𝓲𝓫𝓻𝓸}

<<Desprecio>>

Mis pies se niegan a seguir adelante, porque estar parada frente a este edificio del otro lado de la calle provoca mas que tristeza y temor en mi interior, recuerdos, varios injustos y crueles recuerdos de una vida miserable que Kim SeokJin me dio años atrás, lleno de humillaciones, golpes y dolor.

Mis puños se cierran impotentes y mis ojos se cristalizan tras ver toda mi vida rota frente mio, pero las lagrimas ceden cuando la silueta de Bae JinYoung me engaña reflejándose en la enorme ventana, bajo la mirada al suelo queriendo borrar la imagen, sin embargo cuando miro nuevamente, él sigue allí mirándome con una sonrisa..

-- Han pasado tantos años.. -- susurro amargamente. -- Te extraño..

Recuerdos fluyen en mi cabeza hiriéndome, coloco mi mano en mi pecho tratando de retener el peso del dolor, pero no puedo.

El viento sopla moviendo las hojas de los árboles y la poca gente que transita por la vereda apresura su paso ante la tormenta que amenaza con caer sobre Seúl. Suspiro profundamente limpiando mis ojos y decidida cruzo la avenida sin dejar de mirar las puertas del lugar, trago nerviosa después de empujar el cristal, todo sigue igual que hace años, recuerdo aquellos sillones frente al loving o esa maseta a lado del elevador en donde me adentro y dudosamente apretó el botón.

Quisiera retroceder e ir a casa, pero ya no puedo seguir escondiéndome del pasado, tengo que enfrentarlo y superar cada golpe. 

Cuando las puertas metálicas se abren, un largo pasillo se muestra provocando escalofríos en mi cuerpo, aun así camino buscando el número del departamento hasta hallarlo, quedo estática porque la puerta esta entreabierta, temerosa sujeto la perilla y empujo ligeramente dejando a la vista el interior.

Mi corazón se hace añicos por la escena donde Jin me abofeteo una tarde que llegue de una cafetería, aun siento el dolor que su mano causó en mi mejilla, la marca de su golpe.

A paso lento me guió a la sala, todo es tan frio y solitario, cuantas noches me quede sola mirando aburridos programas de televisión hasta quedarme dormida, esperando que todo el infierno terminase. Mis piernas se debilitan entre más caminé, tengo miedo de caer en cualquier momento que me sostengo de la pared donde alguna vez Jin me acorralo bruscamente gritandome su odio a la cara, pero.. me detengo al llegar a la puerta de aquella habitación que fue suya.

-- No puedo..

Susurro con ganas de llorar, rasguñando la madera donde recargo mi frente apoyandome para no caer.

Cuando me adentro, no puedo evitar sentir una sensación desagradable en mi estómago tras mirar una cama con sabanas blancas e impecable, finas paredes de un café oscuro, repaso cada rincón como la primera vez que entre, todo sigue igual que es tan nostálgico..

-- Fuimos obligados a casarnos..

Quedé atónita al oir aquella fria y rencorosa vóz en mi espalda perteneciente a Jin, la misma que usaba cuando me atacaba cruelmente, esa que me hacia temer.

-- Ninguno de los dos quería esto -- No quería mirarlo, no quería encontrarme con ese monstruo que me hizo tanto daño -- Y aun cuando nos opusimos.. Fuimos amenazados..

Hubo un largo y horrible silencio, no me había atrevido a mirarle por miedo a encontrarme con esa oscura expresión, pero cuando le oí dar dos pasos hacia mí rápidamente gire asustada, su mirada sombría era cubierta por la penumbra de su negro flequillo, dando un rostro vacio sin emociones.

-- ¿Por que te cruzaste en mi camino? -- era mas un reproche que pregunta -- ¡¿Por que?!

Grito furioso con puños sobre sus costados.