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2 de Mayo. 2014
Platja del Bogatell, Barcelona.

|22:03h|

~Enna

ㅡ ¡¿Quieres parar de comerte las uñas?! ¡Coño, con lo que me ha costado perfilarte los labios! ㅡ Exige Héctor mirándome con fastidio por tercera vez en lo que llevamos de trayecto. Intento dejar las manos quietas y me fijo en el cristal de la ventanilla del metro para asegurarme de que mi maquillaje sigue igual que cuando hemos salido de casa.
Ahora que me fijo, creo que se ha excedido con la sombra de ojos. Parezco una bailarina de cabaret.

ㅡ Nena, estás que te sales, todos te van a mirar en la fiesta y querrán echarte un polvo. ¡Y estate quieta de una jodida vez! ¡Que me estás dando la noche!

ㅡ Héctor, la culpa es tuya. ¡Podías haber ido tú y ya está! ㅡ Respondo harta de aguantarme tanto estrés. Es que de verdad estoy por bajarme y volver a casa, caminando si hace falta. Cualquier cosa antes de plantarme allí. Es que no sé porqué se me ocurrió decir que sí. Soy gilipollas.

ㅡ ¿Pero qué cojones te pasa?! ¿Que cada vez que esté Jordan en medio vas a meter la cabeza en la tierra? Entérate cariño, ella es su mejor amiga, está buena aunque te joda, y para colmo vive con él, ¡vale?! Es lo que hay.

ㅡ ¡¿Pero y eso a qué viene ahora!? ㅡ Pregunto bastante cabreada señalándole con mis ojos que de todo eso ya me había dado cuenta.

ㅡ Mira, Jungkook pierde el culo por ti, se le nota de lejos, me lo dijo y te lo dijo antes de que le dieras la patada. Y tú mojas las bragas cada vez que se te acerca, ¿no te parece que es hora de que te lo curres un poco?

Quisiera responderle algo con sentido, pero lo cierto es que no me sale en este momento. Héctor lleva razón, aunque me fastidie, siempre se ha caracterizado por su pragmatismo y su amplia perspectiva de las cosas, pero para mí hoy por hoy, no es tan fácil.

Es como si fuera un sueño lejano y ajeno a mi vida, como si todo lo que hubiera pasado antes de aquella noche no existiera realmente, y fuera el destello de una vida paralela que jamás viví en carne propia.

A veces, cuando estoy sola en los descansos, y se abren las puertas del ascensor del salón principal que queda al lado de la cafetería, temo que Zaslav vuelva a aparecer delante de mí. Me aterra solo recordar el efecto que tienen sus ojos grises.

Pienso que desearía volver atrás, retroceder la cinta del tiempo y no haber acudido a aquella casa. Quisiera dejar de recordar, poder arrancarme el cerebro de la cabeza y limpiar hasta el último rastro de aquella noche tormentosa. Tal vez hubiera sido mejor que no supiera nada, ser una ignorante que continúa andando sobre nubes de algodón. Al menos de ese modo, la imagen de Félix hubiera permanecido limpia en mi memoria.

Todo rastro de esa pesadilla se ha consumido y ahora es polvo enterrado en mis sueños nocturnos, pero aún me escama otra cuestión. ¿Acaso puedo yo pretender ocupar un lugar en el corazón de Jungkook, si Jordan no parece querer soltarlo?

Es cierto que no sé lo hay entre ellos exactamente. Tampoco puedo juzgar a nadie. Lo que sé con certeza es que no quiero que me hagan daño.

El olor del mar se cuela en mis fosas nasales cuando abandonamos la boca de metro. Héctor no sabe disimular su emoción por llegar a la fiesta. La dirección indicada es una chalet blanco y grande a pie de playa. A simple vista parece estar a reventar de gente, y me cuestiono cómo puede ser que los vecinos concilien el sueño con tanto alboroto.

PVERTΔS CEЯЯΛDΔS _Donde viven las historias. Descúbrelo ahora