Cuando desperté Sam ya no estaba. Había una nota en la mesa de la cocina diciendo que se iría temprano a los laboratorios, al no haber pasado por allí ayer en la noche no la leí. Pensé que me despertaría extrañada al verme durmiendo en el living y no en nuestra cama y más aún al descubrir la alianza sobre la mesa y no en mi dedo anular, pero no fue así. Probablemente no quiso despertarme o simplemente evitó dar explicaciones sabiendo que me había enterado del episodio entre ella y Owen. Tendría más tiempo para elaborar una excusa.
Desayuné desganado luego de tomar un baño. Salí sin prisa y antes de llegar a la esquina volví para tomar aquello que había dejado sobre la mesa. Esas pocas cuadras parecían eternas aquél día, necesitaba desesperadamente hablar con alguien, alguien que nos conociera y me aconsejara. Necesitaba hablar con Ayden.
- Franz.! Que gusto escuchar tu voz.! Cómo van las cosas allí.? –preguntó ella alegremente a miles de kilómetros de distancia.
- Todavía sin novedades, espero esta semana poder descubrir algo.
- Ok, y… cómo van las cosas allí.? –insistió.
- Cómo sabes que algo no va bien.? Estás demasiado lejos para usar tus habilidades.
- La única que necesito no tiene límite, se llama conocimiento. Suenas raro, algo no debe andar bien entre tú y Sam.
- Ahora que lo mencionas…
- Cuéntamelo todo.
Relaté breve pero puntualmente los eventos ocurridos desde que entramos a Egmont. Hablé de los celos de Sam, los míos, acerca de Owen, Hailey y Emily. Ayden escuchó atentamente sin interrumpirme hasta el final.
- Estás loco. Ambos lo están. –afirmó.
- Tú crees.?
- Por supuesto.! La sola idea de que uno engañe al otro es ridícula.
- …
- Franz, nos conocemos hace ya tiempo. Créeme cuando te aseguro que Sam podrá mirar a otros hombres, hablar de ellos o hasta agradarle alguno como a cualquiera de nosotras, pero en su corazón solo hay lugar para uno: tú.
- Y qué me dices de Owen.?
- Y qué de ti escondiendo la mano en el pantalón como un idiota.?
- Hailey nunca me acarició.! –protesté.
- No sabes qué pasó exactamente. Habla con ella, estoy segura que existe una explicación más que razonable. Merece la oportunidad, no crees.?
- ….sí... Hablaré con ella.
- Y sé sutil.!
- Descuida, lo seré. Gracias Ayden.
- De nada, para eso estamos las “hermanas”. –rió.
Algo más aliviado subí los blancos escalones que daban acceso a los laboratorios Egmont.
No fui cuestionado por llegar tarde puesto que me sobraban horas extra, así que me senté junto a Hailey sin demasiado preámbulo y con un escueto “Hola.” por saludo que ella devolvió con la misma indiferencia un tanto ofendida.
- Henry, me harías un favor.? –pregunté.
- Claro.! Qué necesitas.?
- Puedes ubicar a Sam a través del sistema de seguridad.? No responde a su interno y preciso hablarle.
- Anoche dormiste en el sofá, eh.? –rió.
- ….
- Ya la busco. –afirmó algo temeroso ante mi mirada de “haz hecho tu testamento.?”- Aquí está, en el hall de su sector. Está sola.
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Crónicas de las sombras (Saga Ayden, parte III)
FantasyLa vida no ha sido sencilla para mí desde que tengo memoria. Mi niñez estuvo plagada de lujos y objetos pero ni una gota de afecto. Nunca me faltaron techo, ropa o alimento, lo cual es más de lo que muchos tuvieron, pero algo tan simple y gratis co...