El temblor le dificultaba articular las palabras que salían sin sentido de su boca. Owen y Hailey miraban expectantes.
- Dónde la llevaron.? –preguntó Ayden.
- No… no… puedo… -titubeó arrastrándose en un intento inútil de alejarse pues ella con un gesto lo trajo de nuevo a sus pies.
- DONDE.?!
- Me matarán si lo digo.!
- Y qué crees que haremos nosotros.? Imagínatelo de la peor forma y multiplícalo por mil.!
- No…
- Erik…
- Será un placer.
Su rostro blanco como papel se reflejó en los ojos negros de Erik que blandió la espada y luego la bajó dejando un profundo corte en su brazo. El tipo chilló de dolor y espanto.
- Dónde está Sam.?
- No lo sé.!
- Alégrate, ya no te dolerá el brazo.
Un destello y el brazo estaba en el suelo separado del cuerpo. Hailey se cubrió la boca horrorizada. Cautericé la herida posando mi mano encendida sobre ella, no quería que muriese sin dar respuestas. El crepitar de la carne al quemarse compitió con los alaridos del tipo que se retorcía en el suelo.
- Dónde está Sam.? –insistió Ayden.
- Eldrich.! –gritó.
- Qué.?
- Eldrich es uno de los miembros del directorio de Egmont. Tengo sus datos en los archivos. –respondí.
- Escucho sirenas a varios kilómetros, pronto estarán aquí. –afirmó Owen.
- No hay nada más que pueda decirnos. –dijo Ayden.
- Entonces ya no nos eres útil. Lamento no poder eliminarte. –bufé entre dientes.
Ayden descendió volviendo a la normalidad. Un atisbo de calma surcó el rostro del sujeto que ahora abrigaba la vaga esperanza de sobrevivir, pero su cabeza tocó el suelo antes que se diera cuenta y con un par de parpadeos aterrorizados lo último que se llevó de este mundo fue mi rostro enfurecido y complacido por su muerte.
Me apresuré a convertir en cenizas su cuerpo y partimos hacia casa varios minutos antes de que llegaran las autoridades. Una vez dentro nos sentamos en lo que antes fuera un decorado y luminoso living.
- Pensé que solo podías usar tu “bastón” cuando se iluminaba. –dije al mirar la pieza de madera finamente labrada con símbolos que sostenía en su mano.
- Yo también pero aprendí que estamos unidos: si me dispongo a pelear siempre tendré un arma a mano, haya detectado algo o no.
- De cualquier forma hemos perdido, nuevamente estamos sin nada. –protesté al descargar mi ira contra la pared.
- Eso de ahí era un botón.? –preguntó Erik al acercarse para calmarme y ver el sitio dónde antes estuviera el LCD.
- Lo que quedó de él. –gruñí.
- Tenemos una pista: el tal Eldrich, y tú tienes sus datos. Daremos con él y hallaremos a Sam. Cálmate, todo saldrá bien. –afirmó Ayden al abrazarme.
- Pudiste haber detenido el tiempo un poco más o escoger a Erik en lugar de Ayden. El la hubiera rescatado en un parpadeo.
- Es la primera vez que los veo usar sus poderes.! Cómo iba a saber de todo lo que eran capaces.?! –se defendió Hailey.- Solo tenía a mi alcance a Ayden cuando Owen escuchó martillar el arma y me alertó, puedo detener el tiempo pero no soy tan rápida como para pensar qué hacer en una fracción de segundo.! Salvé a Sam lo mejor que pude.!
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Crónicas de las sombras (Saga Ayden, parte III)
FantasyLa vida no ha sido sencilla para mí desde que tengo memoria. Mi niñez estuvo plagada de lujos y objetos pero ni una gota de afecto. Nunca me faltaron techo, ropa o alimento, lo cual es más de lo que muchos tuvieron, pero algo tan simple y gratis co...