XXXIII

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El cuerpo de Ethan estaba en el espacio de carga del Hummer. Sophie y Anne no se separaron de él. Jamás traté o ví tratar a álguien con tanta gentileza en vida como sucedió con Ethan en su muerte. Me encontraba conduciendo más lento y cuidadoso de lo normal, como si él pudiera lastimarse. Sophie no pronunciaba palabra, de Anne solo se escuchaban sollozos. La adversión que Sophie tenía hacia Ayden era notoria. No la consideraba directamente culpable de su muerte, pero nunca le perdonaría el no haberlo sanado a cualquier costo evitándole el sufrimiento inhumano al que se vió expuesto. Quizás por eso él dijo que tal vez era mejor así, ese tipo de lesiones podrán sanarse físicamente pero la mente nunca las olvida. Y yo sé bastante de eso.

Era una suerte que el Hummer tuviera caja automática pues Sam tomó mi mano al morir Ethan y jamás la soltó. Sus lágrimas caían silenciosas por respeto a Anne, pero no por ello eran menos válidas. Anne, por otra parte, no culpaba a nadie más que a su asesino que ya había sido ajusticiado por Sophie. Ahora solo quería que su padre descansara en paz, y parte de ello exigía a su parecer vencer en esta última batalla.

Los colores del alba comenzaban a teñir el horizonte, afortunadamente la brújula y el GPS ya funcionaban y nos estaban guiando a casa. El Impala nos seguía y el Mustang, conducido por Owen, cerraba la formación.

Al llegar a la casa no había nadie esperándonos, tampoco estaban los otros vehículos lo cual indicaba que todos se encontraban fuera tal vez buscándonos.

"Están regresando, es cuestión de minutos." afirmó Sam cuando ya estábamos todos dentro de la casa.

No mucho después entraron corriendo desesperadas mi madre y Karen, dando un gran suspiro de alivio al vernos bien. Jack abrazó a sus hijos más sécamente. Nadie se preocupó por el resto. Pasó un buen rato hasta que notaron la ausencia de Ethan.

Anne contó lo sucedido prolija y escuetamente. Karen la rodeó con los brazos y estrechó fuertemente consolándola. Sophie reusaba cualquier tipo de contacto.

- La decisión tomada fue la correcta, Ethan lo sabía. -afirmó Jack.

- Es fácil para tí decirlo: tus hijos no se quedaron sin padre ni tú sin hijos. -gruñó Sophie- Aunque por lo que sé ninguno gozó de la compañía del otro.

El rostro de Jack se tensó pero guardó silencio.

Ayden mantenía distancia. Sabíamos que Sophie no tomaría represalias contra ella, pero solo por si acaso estábamos atentos a sus movimientos. La tensión entre ellas era demasiada para ignorarla.

Erik no había pronunciado palabra. Al llegar apoyó su bastón en la mesa y allí lo dejó. Su mente estaba visiblemente cargada de interrogantes y sin duda el haberse congelado le acarreaba un sentimiento de culpa demasiado grande.

Owen, Hailey y Emily tomaron asiento y miraban expectantes la escena, seguramente para ver cómo seguirían sus vidas en manos de estas personas. No tengo dudas de que varias veces se les cruzó por la cabeza dar un paso al costado y seguir con sus vidas como lo hacían antes de conocernos.

Pero antes de planear cómo seguir, otro tema importante debía ser abordado y resuelto.

- Anne, debes decirnos qué quieres que hagamos con el cuerpo de tu padre. El Hummer no es un lugar adecuado para él. -dije lo más cortéz y solemne que pude.

- Enterrarlo sería lo más apropiado. Adoraba la naturaleza. -respondió queriendo jamás haber tenido que pensar en ello.

- Algún lugar en particular.? No importa dónde sea, lo llevaremos allí. -continuó Erik.

- No lo sé...

- Podemos dejarlo aquí, es un lugar bonito. -dijo Sam- O en el cementerio local, tampoco era feo.

Crónicas de las sombras (Saga Ayden, parte III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora