Algunas horas después de aterrizar vislumbramos en el horizonte la cabaña de los Allen, semi oculta entre los árboles y el atardecer. El humo salía recto de la chimenea indicando la ausencia total del viento, algunas luces estaban encendidas y se distinguían siluetas moviéndose a través de la ventana.
Mientras el auto al mando de Erik se acercaba por el camino de tierra, pude ver un par de figuras que comenzaban a bajar presurosas los escalones del pórtico frontal rumbo al camino. Owen estaba maravillado con el aroma del frondoso bosque de pino, los suaves y variados sonidos del bosque y el arroyo que embriagaban sus sentidos. Sophie y Soren en tanto no dejaban de contemplar el paisaje que parecía extraído de un cuento de hadas. Ya sea por nuestra larga ausencia o los hechizos que abundaban en el lugar, el sitio parecía más mágico y cálido que nunca.
Ayden y Sam esperaban de pie al borde del alero. Forcejeé unos instantes con el cinturón de seguridad en el apuro por bajarme pero finalmente poco después estrechaba nuevamente a Sam entre mis brazos. Tomé su cabeza entre mis manos a escasos centímetros de mi cara observando cada detalle de su rostro, cada sutil aspecto que el tiempo y la distancia intentaron inútilmente borrar privándome de su presencia. Una gran sonrisa iluminaba su rostro dejando entrever sus blancos y perfectos dientes a la vez que un par de lágrimas se escapaban furtivas de sus ojos buscando ser secadas casi inmediatamente por mis pulgares.
Ahora no me importaba si Eldrich aparecía, si la muerte se presentaba sentada en un peldaño esperando llevarme o si cientos de cadáveres putrefactos luchaban por asesinarme. Ese momento era nuestro y de nadie más, el tiempo se había detenido sin la ayuda de Hailey y en ese instante eterno nuestros labios habrían de hallarse nuevamente.
Admito que no fue cortés dejar abandonado al resto, pues Ayden y Erik hicieron lo propio, pero no sentimos pena ni vergüenza alguna. Para eso, después de todo, estaban mis padres y los de Ayden.
- Disculpen a estos cuatro efusivos. –afirmó mi padre al aproximarse a ellos.- Mi nombre es Franz Kloster, ella es mi esposa Aubrey, este caballero es Jay y la señora su esposa Karen. Ellos son los padres de Ayden. Cómo habrán podido adivinar la que está en brazos de mi hijo es Sam y la otra es Ayden. Esta señorita… -titubeó al no encontrarla hasta percatarse que estaba besando a Owen-, bueno esa señorita es Hailey.
- Parece que tú y yo somos los únicos solteros por aquí… -sonrió Soren mirando a Sophie.
- Y así seguirá siendo, freaky. Ni se te ocurra. –respondió ella desafiante.
- Veo que no has mejorado tu carácter. –dio mi padre al abrazarla.
- Tengo a quién salir. O al menos eso creo… -dudó rascando su cabeza- Sam y Erik son hermanos si mal no recuerdo, verdad.?
- Así es.
- Bueno, creo que ya se agotaron las presentaciones y cuando estos dejen de besuquearse podremos entrar.
- Aún queda alguien.
Abrí un ojo prestando atención a esas últimas palabras. Habíamos olvidado que Ayden y Sam al igual que mis padres también habían salido a buscar otras personas. La curiosidad dio por terminado el momento romántico y giramos para ver a la pálida chica que surgía de entre las sombras del interior de la cabaña.
- Chicos, ella es Anne Bentley –dijo Ayden al presentarla mientras se aproximaba.
- Mucho gusto… -pronunció tímidamente en voz baja.
No pudimos evitar observar lo blanquecino de su tez y sus ojos color rojo. No era un color que nos infundiera confianza en lo más mínimo, si bien por algún motivo resultaba impensable que esa criatura de aspecto frágil fuera violenta o dañina en cualquier sentido. Más aún teniendo en cuenta que había sido traída por Ayden y Sam, quienes tuvieron tiempo de sobra para examinarla tanto por fuera como por dentro de su cabeza.
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Crónicas de las sombras (Saga Ayden, parte III)
FantasyLa vida no ha sido sencilla para mí desde que tengo memoria. Mi niñez estuvo plagada de lujos y objetos pero ni una gota de afecto. Nunca me faltaron techo, ropa o alimento, lo cual es más de lo que muchos tuvieron, pero algo tan simple y gratis co...