》Narra Natalia《
Alcohol, era lo único en lo que podía pensar, ella me iba a odiar, ella me mataría apenas tenga oportunidad.
- Al fin un bar.- Jadee molesta, entrando rápidamente, notando como todos estaban en pareja, disfrutando de estar con el otro. No como ella conmigo.
Fui a lo fácil, una botella del mejor whisky, notando que todos a mi alrededor me intimidaban, todos a mi alrededor conseguían hacerme sentir menos, me sentía despreciada.
Pagué la botella y simplemente me fui, recorriendo el lugar mientras le daba pequeños sorbos a la botella.
Makis, no ahora, por favor.
Aún estaba medianamente bien, reservando por una noche en un hotel barato, siendo mi mejor opción y la mejor opción para que ella lo piense correctamente y cuando mañana llegue, ya estén todas nuestras cosas guardadas y ella decida irse para siempre.
Lo único que podía hacer era llorar, la amaba demasiado, pero ella era perfecta y yo era un monstruo, una bestia despreciable que lo único que sabía hacer era trabajar como una idiota y emborracharse cada vez que la rechazaban.
Peor idea que pude tener? Encender el celular; una llamada de Makis apareció en mi pantalla.
- Makis, quiero que estés bien, luego hablamos.- Susurre dándole un trago a mi botella.
- Dónde estás?- Preguntó... alarmada? Ya ni siquiera lo distinguía.
- Dónde no te puedo lastimar, donde podrás ser feliz sin que yo te moleste.- Arrastre mis palabras y ella misma cortó la llamada.
De Makis De Angulo: Quédate quietita si no quieres tener una extensa abstinencia entre nosotras y tener que hacerte cargo solita.
Mierda, cuando estaba por salir ella estaba afuera de brazos cruzados, entrando conmigo en la habitación.
- En qué estabas pensando?- Preguntó molesta.- Irte como si nada, sin avisarme, estar ebria en un lugar cualquiera... en qué pensabas, Afanador?-
- Deberías odiarme.- Susurre en un sollozo, volviendo a llorar.
- Yo no te odio.- Sus manos se fijaron en mis mejillas, secando mis lágrimas rápidamente.- Natalia, yo te amo.-
- No juegues conmigo.- Grité frustrada, dejando la botella a un costado.- Deja de decirme cosas que hacen que esté a tus pies para que después vengas a pelear y termines amarrada en tu cama. No más, mañana vas a volver a Colombia, vas a hacer tu vida y yo voy a ver cómo la mía se cae.- Pacte decidida, si no fuera porque estaba ebria y ella sabia perfectamente que...- No te vayas de mí vida, por favor, ayúdame a ser fuerte, ayúdame a sanar, porque no puedo.- Me empujó en el centro de la cama, sintiendo uno de los resortes chocar con mi espalda, gimiendo de dolor.
- Vas a descansar.- Negué rápidamente.- Yo voy a descansar contigo y mañana vamos a ir por hamburguesas.- Asentí sonriendo.
- Deja de jugar conmigo.- Susurre mientras desprendía mi pantalón, quedándome solo en bóxer, mientras ella hacia lo mismo.- Deja de jugar conmigo.- Repetí más alto.
- Cállate.- Se recostó a mi lado.- Lo mejor que puedes hacer es callarte en estos momentos .-
- Si, Makis.-
Cerré mis ojos junto a ella, recordando un pequeño detalle, volviendo a llorar desconsoladamente.- De verdad tendremos abstinencia?-
》Narra Makis《
Pecas, hermosas y perfectas pecas que bañaban su nariz, mientras dormía plácidamente a mi lado, bajando mi mirada hasta esos apetecibles y carnosos labios, esos que eran sólo míos y que ella se encargaba de demostrarmelo.
Su llanto duró hasta altas horas de la madrugada, luego de darle un extraño y hermoso beso, mientras ella me repetía una y otra vez que no jugara con ella, cuando sabía perfectamente que eso no era cierto.
Porque la amaba, demasiado para ser real y no sabía si ella lo recordaría, pero con el plan que habíamos armado, iba a repetirlo una y otra vez si hacía falta.
Un quejido de dolor hizo que me fije en sus perfectos ojos, a la espera de que los abra, pero sólo sentí como corrió mi pierna, intentando bajar su erección mañanera, corriendo su mano rápidamente. No quería ver como Natalia intentaba calmar su dolor, quería hacerlo yo.
Me dio la espalda, sintiendo como su respiración volvía a ser calma, mientras continuaba durmiendo.
Mordi mi labio inferior, admirando su respingado trasero, ese que tanto me tentaba y aumentaba mis fantasías junto a ella.
Cuando quiso volver a girarse, se cayó de la cama, haciendo que vuelva a mis cabales, mientras ella se sentaba apretando fuertemente su cabeza.
- Makis.- Jadeo rebuscando su celular, escuchando como el mío resonaba a mi lado, sonriendo mientras que ella parecía aturdida.- Mierda.-
Me acerqué lentamente a ella con una toalla húmeda, buscando dejarla en su frente, recordando como mamá lo hacía cuando no había demasiado dinero como para comprar los clásicos ibuprofenos.
- Va a hacer que el dolor baje hasta llegar a nuestro hotel.- Susurre al notar como intentaba retirarlo.
- Podrías traerme otro de esos para ahí?- Preguntó señalando su entrepierna, riendo mientras ella se seguía quejando.
- Eso tendrás que bajarlo en otro momento.- Si ella había estado más de un año sin sexo, quería saber cuánto podía aguantar yo.
- Por favor.- Suplicó aferrándose a mí, dejándome sentada justo sobre su entrepierna, lanzando un penoso gemido.- Sólo ahora, luego cumplo con la abstinencia, pero me duele demasiado.- Jadeó aún con sus ojos cerrados, sabiendo perfectamente que si los abría, terminaría vomitando.
- Te acuerdas de lo que pasó anoche?- Pregunté bajando su bóxer, liberando al demonio.
- Algunas cosas.- Gimio al sentir mi mano darle suaves movimientos a su miembro.- Por favor.- Repitió abriendo suavemente sus ojos, justo cuando estaba a punto de dejar su miembro en mi centro, volviendo a cerrar sus ojos.
- Que recuerdas?- Pregunté cuando estaba a punto de llegar, sonriendo al notar su frustración.
- Que la botella no era para nada barata.- Sonrío, antes de terminar:- Y que me amas.-
En que momento volvió a ser ella? No tengo ni idea, sólo pude sentir como ella estaba sobre mí, llevándonos a un segundo orgasmo y me volvía a decir lo que respondió cuando lo dije:
- Yo también te amo.-
![](https://img.wattpad.com/cover/232072964-288-k119339.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Déjame Ir- (Ventino) [Makia]
FanfictionLo que para Makis fue un simple choque, para Natalia fue la decisión definitiva, esa que cambiaría la vida de ambas, con sus altibajos, con sus peleas y sus malos momentos, para terminar fundiéndose en el amor que tanto se tenían escondido la una ha...