Déjame Ir- (Ventino) [Makia]

Capítulo 52- Sorpresa

》Narra Makis《

- Qué tan segura estás de ello?- Preguntó riendo Juliana, mientras quitaba mi camiseta, sintiendo como pasaba la famosa cinta con demasiado cuidado.

- Camila no deja de preguntar por ti, en cada momento.- Susurre riendo.- Y Natalia está intentando que haga una firma aquí, para que puedan verse aunque sean unos días.-

La sonrisa de mi amiga me demostraba que quería algo de verdad con la pelirroja, sin comentarle lo que ocurría cuando el alcohol la dominaba, sabiendo que se acompañarían bien estando ebrias.

- Y Natalia?- Preguntó suavemente, mientras anotaba las últimas medidas.- Sabe lo que estás haciendo aquí?-

- Sabe de qué trabajas, pero tuve que decirle que solo venía a tu casa para cenar juntas y esas cosas.- Lanzó una carcajada, dándole una rápida mirada a mi idea, terminando las últimas anotaciones.

- Cuándo irás por las telas?- Alcé mis hombros.- Te podría acompañar y ayudarte a decidir.-

- Sería perfecto.- Susurre sonriendo.- El sábado estás libre? Mamá quiere acompañarme y Natalia llegará el domingo aquí.- Lancé un suspiro, mientras volvía a vestirme.

De Natalia🤤: Hice amigos nuevos🙈

Solo podía morir de ternura, sabiendo que había donado una gran cantidad de libros para fundaciones, mientras que Juliana me miraba con cierta picardía.

Para Natalia🤤: Te comería a besos en este momento😍

De Natalia🤤: Qué esperas?

- Creo que te buscan.- Susurró luego de que tocaran timbre en el departamento de mi amiga, mirándola extrañada.

Abrió la puerta, notando como Camila y Natalia estaban ahí, corriendo a abrazar a la última, sintiendo mis pies no llegar a tocar el suelo, mientras que ella solo parecía devolverme el abrazo y contribuir para que no me caiga, besando repetidas veces su mejilla.

Casi dos semanas sin verla había sido una eternidad y solo pude reír junto a ella, mientras la besaba suavemente.

- No pensabas decirme que venías antes?- Sonrió levemente.

- En ningún momento te diste cuenta que la fundación era de aquí?- Negué riendo.- No iba a perderme tu cumpleaños y alguien estaba apurandome por .- Le dio una rápida mirada a la pelirroja, quien alzaba sus manos en señal de rendición, volviendo a besar a Natalia.

Tomé mi bolso, sabiendo perfectamente que mi plan con Juliana no cambiaba, solo aumentaba la cantidad de personas, mientras mi amiga le hacía demasiadas preguntas de los libros a la escritora.

- Dónde se están hospedando?- No podía evitar reír, mientras Juliana se preocupaba por la amiga de Natalia, sintiendo como tomaba suavemente mi mano mientras conducía.

Comenzó a jugar con mi alianza, separandome para comenzar a rascar su nuca, sintiendo su mano en mi muslo, sin ejercer ningún movimiento.

- Aquí.- Natalia nos había traído al restaurante del hotel, observando como ella solo sonreía, bajando juntas, mientras dejaba mis manos alrededor de su cintura.

- Estás estudiando?- Preguntó suavemente, mientras nos sentábamos en una de las mesas, frente a nuestras amigas, quienes caminaban más despacio.

- Llevo toda la semana haciéndolo y me estaba cansando.- Confesé sonriendo, mientras ella volvía a prestarle atención a la alianza.- No me la quité ni siquiera para dormir.- Susurre riendo con ella, sintiendo sus labios posarse en mi frente.

- Dejen de empalagar.- Se burló Juliana, mientras yo le restregaba la alianza.- Cuánto podrían darme por eso?-

- Quedarías detenida, es imposible conseguir este anillo en cualquier lugar y para cualquiera que lo quiera vender, es sospechoso.- Explicó mi novia riendo, abriendo mis ojos notoriamente.

Debía cuidar mi dedo si no quería que le pasara algo por el anillo.

Sonreí levemente, al entender el complot en contra de Juliana, porque según ellas, solo Natalia sabía conducir y yo iba a quedarme con ella, sin tener más "escapatoria" que hacerle compañía a Camila.

- Juli me debe estar odiando.- Susurre cuando estuvimos dentro de su habitación, mientras ella dejaba su abrigo a un lado.

- Digamos que Camila preparó algo para ellas en su habitación.- Alcé mis cejas, mientras ella reía.- Y yo dejé listo tu regalo de cumpleaños, pero te lo daré cuando sea el horario correcto.-

- Yo no te regalé nada, así que no recibiré otro regalo tuyo que no sean tus besos.-

- Sólo mis besos?- Preguntó riendo, mientras se sentaba en el comienzo de la cama, haciendo lo mismo.

- Quizás necesite quitarme el estrés de tanto estudiar.- Lanzó una carcajada, mientras me daba un suave beso, antes de que se posara de espaldas a mí, tomando mi cuello sin ejercer una presión molesta, solo aumentaba el deseo que se había formado desde que subimos aquí.

- No sabes cuánto te extrañé.- Succionó el lóbulo de mi oreja, moviendo levemente mi cabeza, sintiendo sus dientes cepillar la zona.- Y no me va a importar que nos escuchen desde afuera, yo pienso hacerte gemir hasta que te quedes sin voz.- Lancé un gemido de satisfacción, cuando su otra mano comenzó a acariciar mi torso por encima de mi blusa.

La Natalia demandante, esa que no se dejaba ganar en el sexo, me encantaba, pero yo tampoco iba a dejarme ganar tan fácil...