Capítulo 18- Elecciones

232 17 2
                                    

Volvió a entrar en la habitación, mientras sonreía abiertamente, lanzando un beso al aire mientras yo intentaba quejarme.

- No voy a soltarte, es el único castigo que puedo darte en este momento.- Alcé una de mis cejas, mientras ella volvía a reír como una niña pequeña a punto de cometer una de sus travesuras, mostrándome algo de mi ropa.- Debes asentir o negar si quieres llevarlo o no.- Explicó volviendo a mostrarme mi blusa blanca, asintiendo aún sin entender.- Quieres saber a donde vamos?- Preguntó tranquilamente, mientras yo asentía.- No voy a decírtelo.- Se burló mientras me enseñaba otra blusa, asintiendo tranquilamente.- Sólo puedo decirte que estoy por dejar mi trabajo por dos semanas para que aclares cualquier clase de duda que tengas y me digas que no quieres irte del lugar por la tranquilidad que vas a tener ahí.- Tan confiada?

Metió más ropa, notando como mis trajes de baño iban junto, mientras sacaba la caja que (por lo que sé) tenía juguetes sexuales, sin poder ver lo que estaba haciendo, mientras me daba la espalda, teniendo la tentación de darle una nalgada, mientras escuchaba como cerraba tranquilamente la valija, dejándola a un costado, mientras volvía a acercarse a mí, repartiendo suaves besos en mi cuello.

- Quieres que nos vayamos ahora, o mañana?- Preguntó quitando la cinta de mi boca.

- Idiota.- Alzó ambas cejas, mientras sonreía, volviendo a besar mi cuello.- Deja de querer excitarme, porque podría obligarte a usar preservativos por cada vez que quieras tener sexo conmigo.- Me quejé, notando un puchero en sus labios.

- Sigues enojada?- Preguntó suavemente, mientras yo negaba.- Prometo responder las preguntas que tengas.-

- Qué llevas ahí?- Pregunté alzando una ceja, mientras que con mi rostro señalaba la valija.

- Ahí está tu ropa.- Dijo como si nada.- Eso justo no puedo decirte.- No pude evitar lanzar una carcajada, mientras desprendía una de mis muñecas.- Quieres que nos vayamos ahora o mañana?- Volvió a preguntar.

- Tienes tu propio avión?- Asintió.- Tendremos sexo ahí?- Alzó sus hombros

- El viaje es largo, quizás ocurra algo.- Cómo carajos podía enojarme con la tierna que podía ser?

- A dónde vamos; no tienes que hacer reservaciones?- Negó sonriendo.- Tienes una casa ahí?- Pregunté sin entender aún a donde íbamos.

- La reservación ya está hecha y el avión está listo.- Dijo tranquilamente, terminando de liberarme, dejando mis manos en su nuca.

- Vamos?- Pregunté suavemente, notando como parecía tener una mejor idea, alzandome.

Me dejó al lado de la ducha, mientras bajaba mi vestido, sabiendo perfectamente lo que quería hacer y lo necesitaba demasiado.

Desprendí su blusa, notando como su miembro parecía descansar, dejándolo así, mientras nos duchabamos tranquilamente, riendo junto a ella cuando intentaba sacarme el shampoo, sintiendo como ella volcaba aún más.

Luego de eso, simplemente cubrió mi cuerpo con una toalla, mientras ella comenzaba a secar el suyo, sonriendo al saber que hacía vanos intentos por no mirar mi cuerpo desnudo, sin que yo dejara de mirarla como una depravada.

Cuando ambas estuvimos vestidas, noté como Celia me entregaba una fuente, sospechando de lo que se trataba, despidiéndonos rápidamente, subiendo en su auto tranquilamente, mientras ella revisaba que estén todos los documentos.

- No te olvidas de nada?- Pregunté tranquilamente, mientras negaba.

Sí, la señorita parecía tener hasta mi pasaporte, teniendo todo en orden, observando como simplemente llegábamos al aeropuerto.

Subimos en un moderno avión, notando como sólo había algunos asientos, donde dejó su bolso de mano, antes de guiarme a la zona de atrás, divisando como en un pequeño espacio se encontraba una cama, mientras que simplemente la empujaba, cayendo a su lado.

- Cuántas horas tenemos?- Pregunté tranquilamente, teniendo una leve sospecha de a donde nos dirigíamos.

- Diecinueve horas.- Respondió, eliminando toda clase de pensamiento, mientras dejaba mi cabeza en su pecho.- Si te duermes ahora te despertarás por la turbulencia.- Susurró acariciando mi cabello.- Sólo debes esperar un rato.-

- No le tengo miedo a la turbulencia.- Dije sin problema.

- Pero yo sí.- Rebatió, haciendo que comience a reír, mientras dejaba un suave beso en su mejilla.

Me abrazó fuertemente, cada vez que había un movimiento brusco, acariciando suavemente su cabello, mientras que notaba como se quedaba dormida, acomodandome de espaldas a ella, sintiendo como pasaba su brazo alrededor de mi cuerpo, pegando su cuerpo al mío, durmiendo plácidamente entre sus brazos.

Natalia parecía tener un superpoder, que solo hacía que con un simple roce esté babeando por ella, haciendo que cada vez que me enojaba, ella me consiga relajar con suaves caricias. Porque aunque sea molesto, ella no parece saber como hacer que mantenga la calma y conseguía que todas mis dudas sean respondidas; dándome a entender que no estaba siendo de lo mejor el hecho de enojarme y no simplemente preguntar.

- No, no te vayas.- Jadeo, consiguiendo que ambas nos despertemos.- Por favor, no me dejes, no me dejes por él.- Le di suaves caricias en sus mejillas, haciendo que su respiración vuelva a calmarse.- No me dejes, Makis, por favor, no me dejes.-

- Natalia.- Susurre suavemente.- Es sólo una pesadilla.- Sentí como sus lágrimas comenzaban a recorrer sus mejillas, mientras seguía removiendose.- Todo esta bien.- di pequeños golpes en su mejilla, notando como parecía molestarle, haciendo que abra perezosamente sus ojos, volviendo a cerrarlos al sentir mis caricias.- Todo está bien.- Repetí, sintiendo como me abrazaba.

- No te alejes de mí nunca, por favor.- Suplicó aferrándose a mí, como si estuviera a punto de irme.

No pensaba saltar del avión(?

- No voy a alejarme de tu lado, cuando lo único que quiero es estar todo el tiempo contigo.-

Déjame Ir- (Ventino) [Makia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora