》Narra Natalia《
Podía observarla desde la cocina, viendo perfectamente como sus manos estaban fijas en su vientre, recostada en el sofá hecho cama, mientras que Zeus estaba a su lado, durmiendo plácidamente, terminando de cocinar justo cuando el timbre sonó.
- Llegamos a tiempo?- Preguntó mi suegra, seguida por toda nuestra familia, dejandolos pasar rápidamente, mientras que Makis se disculpaba por la posición, sabiendo que estaba intentando contar los movimientos, tal y como hacía cada día en una misma hora, para luego anotarlo.
- Cuánto falta?- Preguntó papá entusiasmado, mientras la ayudaba a sentarse en su silla.
- Estoy en fecha.- Respondió sonriendo, mientras lanzaba un suspiro luego de que diera una patada lo suficientemente fuerte, consiguiendo sentirla, luego de dejar mi mano cerca de su tierno ombligo.
Dejé la pasta en el centro, escuchando las ovaciones de mi familia, luego de que aprendiera a cocinar, entrelazando mi mano con la de mi esposa, acariciando como reflejo su alianza.
Flashback:
Corrí apenas Makis salió de la oficina, consiguiendo llegar rápidamente a la joyería en la que mamá solía comprar los anillos para las conquistas de mis hermanos, deleitandome por uno que resaltaba notoriamente entre los demás, tenía una caja especial y estaba elevado, mientras que los otros, solo se mantenían como si fueran inferiores.
Era perfecto. Era como ella, ese anillo tenía que ser para ella.
Apenas entré, conseguí que me lo entregaran para poder observarlo detalladamente, solo que tenía unos incómodos guantes que conseguían evitar marcas de huellas o hacer imperfecto el anillo, pagándo el módico precio sin darle importancia, porque sabia que era para Makis, que iba a ser perfecto para ella, porque le quedaría fantástico en su dedo anular, acompañado por el anillo de bodas, ese que yo no dejaba ni siquiera cuando iba a dormir, teniendo su nombre grabado en el mismo.
Era la muestra más pura de fidelidad y compromiso, por el resto de nuestras vidas.
Fin flashback.
Volviendo a lo importante, terminamos el postre que mamá había traído, notando como apretaba más de la cuenta mi mano, sintiendo como si ella se hubiera orinado sin llegar al baño.
- Mi amor, podrías buscar las cosas que necesitamos para el hospital.- Papá se puso de pie rápidamente.
- Voy a encender el auto.- Asentí rápidamente, mientras buscaba todo, notando como ella subía rápidamente al auto, intentando regular su respiración.
Conté sus contracciones, sabiendo que estábamos bien con el tiempo, mientras que ella aumentaba su grito cada vez más.
- Tranquila.- Susurre besando su frente.- Va a estar todo bien, vamos a entrar a ese lugar y yo voy a sostener tu mano mientras pujas.- Asintió mientras hacia las mismas respiraciones cortadas como ella, intentando guiarla como habían explicado en el curso de preparación.- Duele?- Asintió fuertemente, justo cuando otra contracción llegaba.- Ya estamos llegando.-
Estaba muriendo por dentro, pero ella me lo había pedido y yo iba a cumplir, iba a mostrarme como lo había pedido e iba a reaccionar a mi manera, cuando ella necesite tener a una idiota llorando a su lado.
- Vienes muy bien.- Volví a guiarla, justo cuando una silla de ruedas llegaba a nuestro lugar, acompañándola hasta una sala, que no era la de parto, teniendo a una enfermera a nuestro lado, quien monitoreaba cada minuto, hasta que su ginecólogo y la partera llegaron.
- Estás en tres, llevarte a la sala seria innecesario, vendremos a controlarte cada media hora y si sientes algo extraño, necesito que lo digas y así podremos actuar por si algo está mal.- Ella asintió, mientras me acercaba suavemente, tomando una de sus manos, sintiendo como su mano libre acariciaba mi mejilla.
Solo podía mirarla con adoración, mientras que ella me sonreía, besando suavemente sus labios.
- Tienes hambre?- Asintió suavemente, notando como la enfermera rápidamente pedía comida para ella, sosteniendo fuertemente su mano, viendo perfectamente su palidez.
- Cinco.- Avisó el ginecólogo, mientras que ella hacía los ejercicios con su respiración, justo cuando otra contracción llegó.
Besé el dorso de su mano, posando mi otra mano acariciaba su vientre, sintiendo un fuerte golpe, seguido por otra contracción.
- Siete.- Iba de a dos? No, solo evito contar la cantidad de horas que llevábamos metidas así.
- Podrías...- Otra contracción.- Podrías relatar la frase que me dijiste cuando nos conocimos?- Asentí suavemente, intentando recordarla.
- "Si nuestro afecto es recíproco, nuestros corazones se entenderán".- Dije notando su sonrisa.
Era hora de comenzar.
Cambié mi ropa rápidamente, mientras me volvía a acercar a su lado, tomando su mano, notando la fuerza que ejercía.
- Bien, llegó la hora, te necesito concentrada y que no te distraigas.- Makis asintió, controlando su respiración.- A cada contracción que sientas, vas a contraer tu abdomen y vamos a conseguir que salga más rápido por el canal del parto.- Ella volvió a asentir.- Uno, dos...- Ella lo hizo, pero no resultó.- Bien, otra vez, recién comienzas y necesito que hagas eso que recién hiciste.- Conecté nuestras miradas.
- Sosten mi mano, yo te ayudo.- Asintió sonriendo, mientras secaba rápidamente la lágrima que resbaló.- Uno, dos y...- Volvió a caer, secando rápidamente el sudor en su frente.- Una vez más, ya casi la vamos a conocer a Emma.- Una contracción más y el llanto inundó la habitación, mientras ella intentaba hacer su mayor esfuerzo, antes de caer pesadamente, intentando recuperar su errática respiración, detallando justo cuando ella llegaba a sus brazos, mirando atenta como su llanto cesaba cuando ambas le hablamos.
- Es hermosa.- Sollozo, mientras secaba sus lágrimas, besando su frente.
- Somos mamás.-

ESTÁS LEYENDO
Déjame Ir- (Ventino) [Makia]
FanficLo que para Makis fue un simple choque, para Natalia fue la decisión definitiva, esa que cambiaría la vida de ambas, con sus altibajos, con sus peleas y sus malos momentos, para terminar fundiéndose en el amor que tanto se tenían escondido la una ha...