(Maratón 3/3)
》Narra Makis《
Me senté en la pequeña mesada, mientras que ella batía concentrada el café.
- Buenos días.- Susurre tomando una de las bananas que compramos ayer, junto con más verduras, dándole una lenta mordida.
- Buen día.- Dijo sonriente, tendiendome uno de los vasos con jugo.- Dormiste bien?-
- Quizás podrías seguir haciéndome masajes todo el día.- Me deleite con su sonrisa, mientras dejaba una de las tazas de café a mi lado.- Y yo podría premiarte a cambio.- Parecía pensarlo.- Podrías tratarme a tu manera, yo te tocaría cuando me lo permitas y lo haríamos donde quieras, cuando quieras y podrías decidir que tengo que ponerme.-
- Si fuera por mí, solo tendrías una camisa que cubriría tu conjunto de lencería y yo te haría el amor en cada centímetro de este lugar.- Tomó sin ningún problema su café.- Pero sería aburrido hacer tan fácil todo esto.- Formó una mueca.- Me gusta más hacerte esperar con tal de pasar tiempo juntas fuera de aquí.-
- Entonces?- Pregunté dejando la cáscara de la banana a un costado.- Cuál es tu parte del trato?-
- Podríamos crear un contrato, en el que se expresa perfectamente que no quiero tener un trato con tal de mandar en el sexo y tenerte como mi esclava.- Tomó mis muslos, metiendo sus manos dentro de mi short.- Que seas mi esposa, no significa que seas mi esclava.-
- Eso suena lindo.- Susurre besandola suavemente, antes de tomar mi café.- Sabías que con solo decirme eso ya te amo más que ayer?- Se perdió en mi cuello, abrazandome suavemente, mientras posaba mis brazos alrededor de sus hombros.
- Yo siempre que te veo, me doy cuenta que te amo más que el minutos anterior a este.- Sonreí dejando un suave beso en su cuello, sintiendo perfectamente un suspiro pesado de su parte.- Mamá quiere un libro que es difícil de conseguir y papá perdió sus gemelos en nuestro casamiento, así que podrías ayudarme a buscar algo más.- Asentí suavemente.
La volví a besar, sintiendo su sonrisa, antes de quitar nuestros pijamas y vestirnos lo suficientemente cómodas.
Había un olor que Natalia parecía disfrutar, mientras que yo lo comencé a odiar, pero era el clásico patio de comidas, sin entender porqué ahora no me gustaba.
- Le contesté a mamá.- Susurró sonriendo, escuchándola atenta.- Y dice que tienes que hacer todo sola, porque los hombres tienen horarios fijos.- Lancé una carcajada, revisando un set que contenía algo más que solo los clásicos gemelos, notando como a ella también parecía gustarle.
- Tu madre te conoce de toda la vida y sigue sin saber que esos pechos hacen que te parezcas a una mujer?- Ella solo rió.- Siguele la corriente.-
- Es lo que hago.- Aún reía, mientras pagaba el regalo.- No pienso decirle que te duelen los pechos.- Tomé la pequeña bolsa de regalo, entrelazando nuestras manos al mismo tiempo.
- Creo que no llegaremos a casa sin un test antes.- Ella asintió rápidamente.
- Creo que quiero volverme antes solo por eso.- Golpee su hombro.
- La luna de miel no tendría que ser solo eso.-
- Nosotras estamos de luna de miel desde que nos conocimos.- Rebatió riendo.- Y que estemos buscando un bebé es lo de menos.- Frenó en seco.- De verdad quieres que tengamos un hijo?-
- Te sientes bien?-
- Sí, solo que... podrías estar embarazada.- Mordió su labio inferior. Si no estaríamos pegadas todo el tiempo, le preguntaría si está ebria, es como si hubiera caído en cuenta de todo recién ahora.- Yo te podría haber dejado embarazada.- Parecía sorprendida.- Mi cosa sí sirve.- La abracé suavemente.
- Sirve para más de lo que crees.- Sonrió con picardía.- Vas a seguir caminando? O te quedarás parada?-
Tomó mi mano, volviendo a caminar, notando su sonrisa tímida posada en sus labios, pasando su brazo por mi hombro, notando el aumento de su sonrisa.
Natalia pareparecía una caja con cierta seguridad que era imposible de quitar y quizás yo lo estaba consiguiendo, porque entender sus gestos al principio era difícil, pero ahora es como si supiera hasta cuando tenía una duda o quería hacer algo y no se animaba a decírmelo.
》Narra Natalia《
Como si un balde de agua fría hubiera caído sobre mí y yo solo podía quedarme quieta, mientras que comenzaba a tomar dimensiones, respecto a Makis y un embarazo, o mejor dicho; Makis, un bebé y yo.
Yo pasaría a un segundo plano, ella se enfocaría en el bebé y me dejaría de dar amor.
El bebé va a preferirla a ella y yo volveré a estar sentada todo el día en un escritorio para darle lo que ellos quieran.
Por inercia, mi cuerpo comenzó a temblar mientras me duchaba, mientras que ella secaba su cabello a fuera de la bañera.
Yo no sé cuidar bebés, ella hará todo y cuando le pida para aprender a hacerlo, ella se irá por lo incompetente que soy.
Necesito un libro de padres primerizos, necesito que ella me diga que se va a quedar conmigo a pesar de tener un bebé.
Necesito aprender a cuidar bebés.
Yo si sirvo para nada, quiero estar completa, quiero que ella pueda descansar mientras yo cuido al bebé.
Celia, Adriana y mamá nos ayudarían, pero no para siempre, tendré que aprender a hacer la leche de fórmula.
Tendré que compartir sus pechos, no quiero hacerlo, pero él sería un caso especial.
Tendríamos solo un hijo?
Makis está saliendo del baño.
La necesito.
No puedo moverme, ni siquiera puedo hablar.
El bebé iba a separarnos.
- Makis, ayúdame.-
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Déjame Ir- (Ventino) [Makia]
FanfictionLo que para Makis fue un simple choque, para Natalia fue la decisión definitiva, esa que cambiaría la vida de ambas, con sus altibajos, con sus peleas y sus malos momentos, para terminar fundiéndose en el amor que tanto se tenían escondido la una ha...