》Narra Natalia《
Desperté desorientada, mientras sentía el característico aroma a café, sintiendo como ella se sentaba a mi lado, besandome suavemente.
- Hoy no saldremos.- La miré incrédula.- Me bajó.- Es mi momento, abran paso.
Sus manos tomaron mis mejillas suavemente, mientras ambas sonreímos, sintiendo sus labios posarse en mi frente.
- Después de desayunar, soy toda tuya.-
- Te recuerdo que ya sos mía.- Susurre sonriendo, mientras la besaba suavemente.- Pero me encanta como suena de tu boca.- Ambas reímos, para luego desayunar, sintiendo ese pequeño poder de no querer fallar, comenzando con mis dudas.
- Y si no funciona?- Sonrió levemente.
- Si no funciona hoy, puede ser mañana, puede ser dentro de unas semanas, no te sientas presionada porque yo voy a ayudarte a que esto funcione.- Asentí suavemente, mientras la besaba, sintiendo cómo ella lentamente se recostaba sobre mí, comenzando con esos clásicos besos apasionados.
- Quiero hacer una cosa.- Sonreí levemente, mientras me perdía en su cuello.- Quiero que mandes, que me trates como un capricho...-
- Cómo una puta?- Asintió suavemente, frunciendo mi ceño.
- Es una fantasía, deja de mirarme así y cógeme.- Lancé una carcajada, mientras tiraba de su camiseta, consiguiendo rasgarla.
- Si quieres eso, yo no me negaré a dártelo.- Un gemido salió de su parte, mientras tomaba uno de sus pezones, dándole una pequeña mordida, antes de sentir sus manos en mi cabello, alejándome rápidamente.- Tus manos son peligrosas.- Tomé la corbata de satín que había traído, mientras que ella reía.- Y no van a dejarme trabajar con tranquilidad.- Dejé sus manos sobre su cabeza, mientras volvía a atacar su cuello, comenzado a acariciar su centro por encima de su ropa interior, notando lo mojada que ya se encontraba.
Succione su pulso, notando como se arqueaba, cerrando sus ojos, mientras que yo le daba una pequeña mordida en su mentón, pasando la punta de mi lengua hasta llegar a sus labios, besandola con cierta desesperación.
La giré, notando como solo se quedaba a la espera de que lo haga, estirando sus brazos, mientras que mi bóxer caía.
Una de mis manos se posó en su espalda, bajandola suavemente, sintiendo cómo su trasero chocaba con mi pelvis, mientras que mi miembro quedaba a la espera de algo más.
- No sabes como me pone que uses tanga.- Gruñí sabiendo cuanto podía gustarle cuando lo decía, tirando lentamente del hilo de la misma.- Quédate quieta, si no quieres que esto se vuelva doloroso.- Otro gemido se escapó, dándole una nalgada, antes de mojar mis dedos, pasandolos lentamente por su entrada, sabiendo perfectamente que estaba demasiado lubricada, mientras hacia lo mismo con mi miembro.- Pidelo, pídeme que sea ruda y no te dejaré salir de aquí.-
Otro gemido se escapó, mientras tomaba una de las almohadas, posandola cerca de su rostro.
- Quiero...- Pasé mi dedo por sus labios, sintiendo cómo ella escondía su rostro.- Quiero que seas ruda conmigo, quiero que me hagas tuya.- Y simplemente la penetre, notando cómo se agarraba fuerte de la almohada, mientras intentaba callar sus gemidos.
Mis manos se comenzaban a marcar alrededor de su cintura, mientras podía sentir como el sonido del choque de nuestros cuerpos aumentaba, girandola rápidamente.
Sus brazos me rodearon, luego de que quedara desnuda, tomando fuertemente sus tobillos, consiguiendo penetrarla aún mejor, mientras sentía como mordía mi hombro intentando callar sus gemidos.
- Grita.- Jadee sintiendo cómo su centro comenzaba a apretarme.- Quiero que todos escuchen mi nombre.-
- Natalia.- Ella aún no llegaba y yo solo podía intentar hacerlo más rápido, jugando con su clitoris.- Natalia.- Eso sí le había hecho mal, serguramente sus cuerdas vocales habrán sufrido algún tipo de cambio seguro.
- Me llamabas?- Sonreí levemente, mientras la volvía a besar.
Solo podía sonreír, viviendo a penetrarla.
- No sirvo para tratarte como una puta.- Susurre tomando sus mejillas.- Puedes querer sentirte así, pero nada va a cambiar mi forma de verte.-
》Narra Makis《
Solo podía ver como el atardecer estaba llegando y ella se encontraba en mi vientre, intentando suplicarle a sus espermatozoides que lleguen a mi óvulo, consiguiendo darle nombres a varios, mientras que yo acariciaba su cabello.
- Amor, no me hacen caso.- Formó un puchero, mientras besaba la zona, intentando cambiar su estrategia.
- Quizás si te hicieron caso y sigues creyendo que no.- Se acercó a mí, besandome suavemente.- Haces un buen trabajo, son tus espermatozoides los que no lo cumplen.-
- Y si tu óvulo los está rechazando?- Lancé una carcajada.
- Mi óvulo quiere tu espermatozoide como yo te quiero.- Su sonrisa era demasiado tierna.- Nos quedamos aquí? O vamos a visitar la torre?- Parecía pensarlo.
- Cierra en cinco horas.- Sentí cómo lentamente me abrazaba.- Y necesitamos ducharnos.- Sólo podía reír, mientras que el agua corría por nuestros cuerpos, mientras que comenzaba a pasar el shampoo por el cabello de ambas, juntando nuestros labios mientras quitabamos todo el jabón, intentando que nada entre en nuestro beso.
Sentir a Natalia siendo demandante, pero al mismo tiempo, sentir sus ganas de que yo le dé caricias, besos, que la abrace, eran esa clase de cambios que me gustaba, que me encantaba de ella, donde pasaba de ser tierna a una diosa dominante del sexo.
En estos momentos, la tierna Natalia, tomaba mi mano en la clásica fila, terminando su helado, mientras que yo terminaba mi jugo, besando su mejilla al ver lo impactante que se encontraba.
- Ya subiremos.- Asintió suavemente, mientras que rodeaba mis brazos, tomando una cucharada, dejándola cerca de mis labios, sintiendo su mirada atenta, mientras que yo solo seguía su pedido tácito para que la ayudara a terminar.
Si esto se trataba de un hechizo, ojalá dure para siempre.
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Déjame Ir- (Ventino) [Makia]
FanfictionLo que para Makis fue un simple choque, para Natalia fue la decisión definitiva, esa que cambiaría la vida de ambas, con sus altibajos, con sus peleas y sus malos momentos, para terminar fundiéndose en el amor que tanto se tenían escondido la una ha...