》Narra Makis《
Besé suavemente su hombro, mientras sonreíamos, dándole un último beso, antes de lanzar un suspiro pesado.
Su mano pasó suavemente por mi vientre, detallando la zona, mientras la yema de mis dedos subía y bajaba por su brazo.
- Leí que estás en una etapa de infertilidad después de dejar las pastillas.- Nunca las dejé, pero tampoco me esforcé por buscarlas.- Y quizás por eso a pesar de no cuidarme, no pasó nada.- Asentí suavemente, mientras le dejaba un suave beso en sus labios.
- Te imaginé aterrada ante la idea de ser madre.- Confesé riendo junto a ella.
- Lo estaba.- Nuestro susurro era lo suficientemente fuerte, mientras sonreíamos cómo dos idiotas enamoradas.- Pero saber que estarías conmigo, que Celia nos ayudaría y que nuestras madres vendrían todo el tiempo, me gustaba de cierta manera.-
Sus labios tomaron los míos, mientras volvía a quedar lentamente sobre mí, pasando mis manos por su espalda descubierta, mientras que ella escondía su rostro, dejando suaves besos, lanzando un jadeo.
Mi mano rebuscó otro preservativo, mientras que ella llevaba mis pechos una vez más, a pesar de que ya me dolían, dando un rápido juego.
Sentí cómo ella me penetraba, doblando mis rodillas, mientras que su aliento chocaba con mi cuello, tirando mi cabeza hacia atrás, sintiendo dos de sus dedos llegar a mi boca, dándole una rápida succión, antes de que los mismos comiencen a jugar con mi clitoris.
Sus embestidas duras, fuertes, concisas me encantaban y más cuando desde mi lugar, podía observarla con todo su esplendor, como su cuerpo se movía y mi imaginación me llevaba al pensar en su miembro dentro mío, llenandome.
Lanzó un pesado suspiro luego de que ambas llegáramos, notando sus ojos brillosos del sueño que podría tener en el momento, pero aún así, no parecía querer dormirse.
- Tengo miedo.- Soltó de la nada, dándole una rápida mirada, viendo su perfecto perfil, mientras que ella miraba el techo.- Tengo miedo de que cuando mis padres dejen de molestar con todo lo del matrimonio, te vayas y digas todo lo que yo te hice, cada golpe, cada vez que te alcé la voz, cada vez que dormiste atada a pesar de que sabia que no ibas a hacer nada.- Negué suavemente, apoyándome sobre mis codos.
- Voy a irme cuando te aburras de mí, cuando me eches por ser una intensa e inútil que solo te espera para molestarte y no dejarte dormir.- Mi mano se posó en su mejilla, dando suaves caricias, notando como cerraba sus ojos, relajándose notoriamente.
- Me gusta no dormir, si vamos a estar así, juntas y jugando con fuego en tus tiempos fértiles.- Dejé mi cabeza en su pecho, mientras que ella simplemente acariciaba mi cabello.
- Ya estuvimos a punto de quemarnos y sabemos que la otra está dispuesta a tener un bebé y que no duermas correctamente no me gusta para nada.- Dejé un lento beso en su pecho.
- Es feo verme dormir.- Asumió cómo si fuera asqueroso.- A lo menos que me prefieras dormida a que esté despierta.- Mi mano se posó con inocencia en su vientre, sintiendo su mano quitarla rápidamente.
- Verte dormir es maravilloso y más cuando sé que me despertaré teniendote al lado y que pasaremos aunque sean cinco minutos juntas.- Me besó suavemente, antes de ponerse de pie, pasando su ropa interior.- Qué haces?-
- Quiero abrazarte para dormir.- Pasó mi ropa interior y mi pijama, notando cómo ella se colocaba el suyo.
- Hay que cambiar las sábanas.- Rodó sus ojos, corriendome de la cama, notado cómo rápidamente hacia los cambios, mientras yo hacia que se terminen las pérdidas inoportunas, vistiendome rápidamente.- Pasa algo?- Negó suavemente.
- Hará frío mañana y la fiebre podría volver con otros síntomas.- Me recosté de mi lado de la cama, mientras que ella hacía lo mismo a mi lado; su lado.- Y si me contagias, no podré enfocarme en los negocios y si no me enfoco en los negocios, no hay más ingresos y...-
- Ya entendí.- Susurre sonriendo, mientras dejaba un suave beso en su mejilla.- Si mañana estas enferma, yo iré.- Negó riendo, mientras su cuerpo se pegaba al mío.- Tengo calor.-
- Interesante.- Lancé una carcajada, ambas sabíamos que no me refería a eso, pero ella simplemente dejó suaves besos en mi cuello.- Pero vas a tener más calor si esa cosa se levanta.- Volví a reír, mientras que ella buscaba aferrarse aún más a mí.- Descansa, mi amor.-
- No quiero dormir.- Gruñó por lo bajo, girandome para poder observarla fijamente, notando su calma.- Quiero que hablemos.- Abrió sus ojos aún más, mientras que yo reía, estaba batallando por intentar no dormirse.
- De qué quieres hablar?- Preguntó frunciendo su ceño.
- Cómo será nuestra boda?-
- Como todas las bodas, descansa, Makis.- Cerró sus ojos, mientras ambas reíamos.- Tenemos que buscar el lugar dónde queramos hacerlo, habrá fotógrafos, firmaremos el acta, mi madre llorará mientras nos tiran arroz y tendremos una luna de miel para engordar y quemar calorías teniendo sexo.-
- Te quedaría espléndido el anillo.- Ella sonrió adormilada.- Te amo, no te olvides de eso, porque para la próxima que dudes de mí, tendré que tatuarte en la mano que te amo, a ver si así no se te olvida.-
- Sería lindo.- La besé suavemente, antes de quedarnos dormidas.
Natalia con el clásico traje y yo llorando mientras caminaba por hasta el altar, para salir con dos anillos iguales en los dedos de ambas era lo mejor que podía ocurrir.
Más dormida que despierta, tome su mano izquierda, entrelazandola con la mía, comenzando a planear esa idea como si fuera una fantasía.
La fantasía de un cuento de hadas, en el que eramos las protagonistas.
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Déjame Ir- (Ventino) [Makia]
FanfictionLo que para Makis fue un simple choque, para Natalia fue la decisión definitiva, esa que cambiaría la vida de ambas, con sus altibajos, con sus peleas y sus malos momentos, para terminar fundiéndose en el amor que tanto se tenían escondido la una ha...