lx. grimmauld place

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«grimmauld place»

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Fueron momentos muy confusos, de una extraña lentitud. Harry y Cassie se levantaron y sacaron sus varitas mágicas.

Muchos magos y brujas se iban percatando de que había pasado algo raro; algunos todavía no habían apartado la vista de donde poco antes se había esfumado el felino plateado. El silencio se propagaba en fríos círculos concéntricos desde el punto en que se había posado el patronus. Entonces alguien gritó y cundió el pánico.

Harry y Cassie se lanzaron hacia la atemorizada multitud. Pasaron frente a sus padres, y notaron que Jane se llevaba las manos a su vientre intuitivamente, pasaron esta acción por alto.

–¡Váyanse, nosotros estaremos bien! –gritó James entre la multitud y tomó la mano de Rosalyn.

Los invitados corrían en todas direcciones y muchos se desaparecían. Los sortilegios protectores que defendían La Madriguera se habían roto.

Hermione se acercó a ellos.

—¡Ron! —chilló Hermione—. ¿Dónde estás, Ron?

Los abrieron paso a empujones por la pista de baile, y Harry vio que entre el gentío aparecían figuras con capa y máscara; entonces distinguió a los merodeadores blandiendo sus varitas, y los oyó gritar: «¡Protego!», un grito que resonó por todas partes.

—¡Ron! ¡Ron! —vociferaba Hermione, casi sollozando, mientras los aterrados invitados los zarandeaban.

De pronto apareció Ron. Los cuatro lograron desaparecer y abandonar la madriguera por completo.

–¿Dónde estamos?

—En Tottenham Court Road —resolló Hermione—. Sigan caminando. Hemos de encontrar un sitio donde puedan cambiarse.

De modo que, bajo un cielo estrellado, echaron a andar —y a ratos corrieron— por una calle ancha y oscura, repleta de trasnochadores; las tiendas en ambas aceras estaban cerradas. Un autobús de dos pisos pasó rugiendo y un grupo de gente que salía de un pub miró a los cuatro jóvenes con extrañeza, porque Harry y Ron todavía llevaban las túnicas de gala.

—No tenemos nada que ponernos, Hermione —dijo Ron cuando una chica se echó a reír al fijarse en su atuendo.

—¡Qué descuido no haber traído la capa invisible! —se lamentó Harry—. El año pasado la llevaba siempre conmigo, y...

𝐌𝐚𝐥𝐝𝐢𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora