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«los mansour»
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Cassiopeia no sabía lo que estaba sucediendo. Ella y los demás eran vigilados por Colagusano, quien era la única entretención de Cassie; le repetía constantemente su acto de cobardía.
Había perdido la cuenta de los días que llevaba encerrada, apenas y llegaba luz, la comida era escasa y estaba olvidando lo que significaba darse un baño. Notó que el único objeto que llevaba consigo era la brújula de Dumbledore; por más que la agitara y lanzara al suelo, no ocurría nada.
Notó que las rejas del sótano se abrían, guardó la brújula con rapidez. Colagusano la llamó e informó que Narcisa Malfoy la necesitaba. El miedo se hizo presente, recordó las palabras de Draco y no pudo evitar sentirse vulnerable. La matriarca de los Malfoy la esperaba y, en silencio, la guió hasta una de las tantas habitaciones.
–¿Cómo estás?
–Excelente, las mejores vacaciones de mi vida –bufó y juró que Narcisa había sonreído durante un milisegundo.
–El señor tenebroso quiere hablar contigo. Compré un vestido para ti –señaló el vestido negro que yacía en la cama– Date un baño, te estaré esperando.
La castaña aceptó con gusto, si bien no le agradaba que Voldemort quisiera hablar con ella, la idea de un baño no estaba mal. Al salir, se puso el vestido; no era como los que ella solía usar, este era sin gracia y la hacía lucir como si fuera a una fiesta de disfraces.
–¿No quisieras saber por qué el señor tenebroso te necesita? –Narcisa comenzó a cepillar el largo cabello castaño de su sobrina, con suma delicadeza.
-No debo hacer preguntas si no quiero morir –murmuró las palabras de Draco.
–Cassiopeia, no dejaré que nada malo te suceda. Todo lo que hablemos, se quedará acá –Cassie se mantuvo en silencio, para que la rubia siguiera:– ¿Quieres saber por qué eres tan importante? Tu linaje, al menos.
–Cissy, continúa.
–Los Mansour es una de las familias más antiguas y poderosas del mundo mágico, presumen de un linaje perfecto, mucho más que los Black. Una de sus peculiaridades, es que las mujeres Mansour nacen con los ojos oscuros como la noche, pues su alma gemela se lleva todo el color. En el momento en que la encuentran, sus ojos se llena de color y vida, algo que ocurrió con tu abuela, tu madre y noto que contigo también –miró el reflejo de Cassie en el espejo, sus ojos aún continuaban con un verde intenso–. Los hombres, en cambio, eran favorecidos por la habilidad de hacer magia sin varita...
–¿Magia sin varita, en serio? -iba a girar su cabeza para mirar a Narcisa de frente, pero esta no se lo permitió– ¡Es insólito! ¿Es porque somos mujeres, acaso sólo nacemos para buscar nuestra alma gemela...?
–Si me dejas terminar... –Cassie cerró la boca– Como decía, los hombres obtenían la habilidad de hacer magia sin varita. El primogénito de cada matrimonio que abundara un linaje puro, obtendría la habilidad.
–¿Eso quiere decir que Edward podía hacer magia sin varita?
–Sí. Edward jamás hizo uso de su habilidad. Los seres humanos somos muy vulnerables a la oscuridad, Cassiopeia, y los magos no somos la excepción. El primogénito que utilizara su magia, debía aceptar el camino a la oscuridad; con el pasar de los años, la oscuridad los consumiría y su magia sería utilizada para hacer el mal.
–¿Para hacer el mal...?
–Eso significa, que la magia que poseyera el primogénito, sería heredara a quien marcara como su igual. Esto no significa que su igual desarrollara el uso de la magia sin varita. El señor tenebroso te necesita, Cassie. Eres la última Mansour viva.
Cassie caminó por el largo pasillo de la mansión, el sonido de sus tacones resonaba en el lugar. Sentía unas inmensas ganas de salir corriendo, pero no podía.
–Cassiopeia Black –siseó Voldemort y analizó a la castaña con sus ojos rojos como la sangre– Narcisa te informó sobre mis planes, ¿no? –Cassie no respondió. Voldemort se acercó a ella con lentitud.
–¡Responde, traidora! –chilló Bellatrix desde una esquina. Cassie notó que los Malfoy y unos mortífagos, se encontraban ahí también.
–Bellatrix, esa no es manera de tratar a la invitada –Voldemort quedó frente a Cassie– Entonces, ¿Cuándo será la boda?
–¿Boda, cuál boda, mi señor? –habló Lucius Malfoy.
–De la joven Black y Draco Malfoy, por supuesto.
–No nombró ninguna boda, mi señor –habló con rapidez Lucius. Narcisa miró con preocupación a su hijo, quien mantenía el semblante serio y la mirada perdida. A Cassie le temblaban las piernas, ella no podía casarse con Draco, ¿Y Harry? ¿Qué sucedería con él? Ella no podía hacerle eso.
–Creo haberlo olvidado. Ustedes pertenecen a dos de las familias más sagradas, y tú, Cassiopeia, posees una magia extraordinaria. Contraerán matrimonio, y su primogénito, me pertenecerá –sonrió mostrando su sonrisa tan asquerosa y tenebrosa. Cassiopeia sintió cómo su mundo se venía abajo, de nuevo, ella no podía casarse con Draco y mucho menos tener un hijo, sólo lo veía como un mejor amigo, hasta hermano, se podría decir. Nuevamente, sus ganas de saltar por la ventana y escapar se hicieron presentes, la ansiedad se apropió de su cuerpo. Voldemort dio una última información, pero Cassie no logró escucharlo, estaba inundada en sus pensamientos.
–¿Recuerdas cuando mami engañó a papi? –Bellatrix se fue acercando a Cassie, una vez que el mago tenebroso se había largado.
–No te atrevas a hablar de mi madre –masculló con furia, la bruja soltó una risotada.
–¡Qué tonta eres, niña! –volvió a carcajear– El señor tenebroso ha planeado esto por años. La inocente Rose iba a ser la carnada en un principio, pero la zorra se enamoró del traidor de tu padre. ¿Recuerdas la noche en el caldero chorreante? No pasó nada, sólo queríamos intentar que la zorra de tu madre se acostara con Regulus, pero amaba demasiado a tu padre.
–Bella...
–¡Silencio, Cissy! –gritó y su hermana guardó silencio– ¡Creímos que podríamos tener suerte cuando se embarazó, pero naciste tú, pequeña bastarda! ¡Crucio!
Uy uy, ¿Qué opinan? ¿Ya no odian a Rose?
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𝐌𝐚𝐥𝐝𝐢𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫 ✓
Fanfiction𝐌𝐚𝐥𝐝𝐢𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫|. 𝐃𝐨𝐧𝐝𝐞 𝐒𝐢𝐫𝐢𝐮𝐬 𝐁𝐥𝐚𝐜𝐤 𝐥𝐞 𝐩𝐢𝐝𝐞 𝐚 𝐬𝐮 𝐡𝐢𝐣𝐚 𝐂𝐚𝐬𝐬𝐢𝐨𝐩𝐞𝐢𝐚, 𝐜𝐮𝐢𝐝𝐚𝐫 𝐝𝐞 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫. 𝐃𝐨𝐧𝐝𝐞 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫 𝐜𝐨𝐦𝐢𝐞𝐧𝐳𝐚 𝐚 𝐬𝐞𝐧𝐭𝐢𝐫 𝐚𝐥𝐠𝐨 𝐦𝐚́...