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Catra ve la carretera desplegarse frente a sus ojos, el sol se esta poniendo en el horizonte, puede sentir el viento golpear su casco, lleva una chaqueta de cuero con el lago de la Horda bordado en su espalda y guantes de cuero sin dedos en sus manos.

Finalmente estaba probando su motocicleta modificada por Entrapta, la habían pintado juntas, el corinto mate había quedado perfecto con los accesorios negros.

El motor ruge en sus manos, casi siente que al soltar el freno su bebe de dos ruedas va a despegar del suelo. Scorpia y Lonnie están a su izquierda en sus respectivas motocicletas mientras Kyle y Rogelio se encuentran a su derecha, todos con sus chaquetas de la ~Horda~, un grupo de motociclistas creado por el novio de Entrapta: Hordak (unos años mayor que ella) que compartía su pasión por la mecánica y se complementaban muy bien

Todos se preparan para dar la vuelta a una parte de la ciudad de "Luna Brillante"

-Es tu turno de dirigir - dice Lonnie dirigiéndose a Catra,

-¡Entrapta!- grito Catra, la chica de pelo morado salió del taller para ver a la castaña,

-Recuerda que hoy llevan todo a la nueva casa y alguien debe estar ahí para recibirlo-

-Ya lo tenía grabado en mis notas Catra, Hordak me llevará para ver que todo este en orden-

Catra bajó la visera de su casco en señal de aprobación, levanto el brazo izquierdo formando un puño, gesto que todo el grupo imito, todos hicieron rugir sus motores y se dirigieron hacía el sur...

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Adora vivía en el lado sur de la ciudad en las tranquilas calles llamadas "Bosques Susurrantes", luego de mudarse del centro de la ciudad, un área conocida como "La zona del Terror" (Era conocida así porque era como toda ciudad: ruidosa, con muchas personas todas yendo de un lado a otro, todo se veía negro y un poco sucio por el smog de los autos y no era la zona más segura para salir solo por las noches).

Las calles de "Los Bosques Susurrantes" eran conocidas por tener casas en renta para estudiantes universitarios, las rentas no eran extremadamente caras y las casas tenían 3 dormitorios, dos en el segundo nivel y uno en el sótano.
Ella y Glimmer habían acordado dejarle el sótano a Bow para que tuviera un espacio más masculino, aunque este al final pasaba mas noches arriba haciendo pijamadas con ellas en vez de dormir en su habitación,

-¡Adora! - gritaba Glimmer desde la sala

-Ahorita bajo - respondió Adora mientras dejaba de desocupar sus ultimas cajas de la mudanza

-Parece que al fin tendremos vecinos -
mencionaba la pelirosa, la sala era espaciosa y tenia una gran ventana que dejaba ver la casa vecina. 

Adora se acerco a la ventana logrando ver con más claridad al camión de mudanzas que bajaba cajas de distintos tamaños, todas con diferentes letreros, también logró ver a una chica de pelo morado que llegaba en una moto con un tipo alto, blanco y lleno de tatuajes, justo a tiempo para abrir la puerta y dejar entrar al equipo de mudanza

Adora se recostó en el sofá junto a Glimmer, tratando de no darle importancia al camión de mudanza y a las personas que había visto. Bow salió de la cocina con comida para ambas mientras tomaba su lugar.

Veían un episodio de Law & Order. Había pasado casi una hora y ellos seguían embelesados con la serie cuando escucharon fuertes ruidos de motores que se acercaban cada vez más.

Atraídos por el sonido salieron para ver como un grupo de motocicletas pasaba justo en frente de su casa para detenerse en la casa de al lado.

-Vaya vecinos -

gruño Glimmer mientras veía las motocicletas pasar para detenerse cerca del jardín de su propia casa, se volteó para regresar a su serie. Adora y Bow veían asombrados los colores de las motocicletas.

Adora se fijó en la motocicleta que venía de ultimo, un poco alejada del resto, las demás motocicletas tenían colores brillantes, llamas y brillos por todos lados pero la última, era mate, se veía más interesante que las demás.

Esta última paso lentamente frente a ellos y Adora pudo ver que el casco de quien manejaba parecía tener stickers como de orejas de gato.
No pudo evitar sonreír al pensar como alguien podía verse tan amenazante y al mismo tiempo tan tierno.

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