Todo lo que eres

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Scorpia levantó a Adora del jardín con facilidad y la llevó dentro. Después de discutirlo decidieron que era mejor llevarla a la habitación de Catra para que se recuperara, más tarde podrían avisarle a sus compañeros de todas formas era sábado y aún era temprano.

Scorpia la colocó suavemente en la cama de la castaña, Entrapta tomó sus signos vitales y gracias a la explicación de Catra dedujo que la rubia había hecho demasiado ejercicio y que estaba deshidratada, la dejarían descansar y le explicarían todo cuando despertara.

Catra estaba más tranquila, se sentía culpable aunque no sabía realmente por qué. Su cabeza estalló de nuevo recordándole que aún no había tomado su medicina.

-Scorpia ¿podrías darme una pastilla? el dolor me está matando y no encontré las mías en ningún lado- Catra frotó sus sienes con una expresión de dolor.

Scorpia dio media vuelta y en un parpadeo ya le estaba entregando su pastilla junto con un vaso de agua.

-Gracias- logró decir Catra mientras se alegraba al saber que se sentiría mejor en un par de horas. La albina la vio con dulzura, era feliz de ayudarla.

Scorpia y Entrapta decidieron dejarla sola con Adora, si despertaba y las miraba a todas a su alrededor podría ser muy extraño, Catra era la más estable de las tres para manejar la situación.

Al quedar solas en la habitación Catra estuvo repasando todo lo que había sucedido en su cabeza, ver a Adora en su cama no ayudaba en lo absoluto, la ponía inquieta.

Catra se encontraba sentada cerca de su escritorio contemplando desde lejos la respiración de Adora, podía sentir su olor desde donde estaba sentada, era una mezcla de desodorante, vainilla y sudor que curiosamente no le desagradaba, al contrario se sentía embriagada.

Luego de 20 minutos sintió que la medicina comenzaba a hacer efecto y el sueño se apoderaba lentamente de ella haciendo que sus sentidos se nublaran un poco.

Vio a la rubia en su cama, se acercó lentamente para no despertarla, su enojo se había ido por completo no quería ver a Adora en mal estado, quería cuidar de ella, quería que estuviera bien. Con cuidado logró deshacer su cola de caballo (vaya que estaba apretada) vio que la rubia relajó muchísimo más su expresión.

Con cuidado colocó su mano sobre la cabeza de la rubia, empezó a jugar con su suave cabello dándole pequeños masajes, notaba cómo la rubia se relajaba muchísimo más ante su tacto, esta sensación se sentía extrañamente familiar, el suave tacto hizo que Catra tuviera una sonrisa boba en su rostro, ¿Era normal que alguien le gustara tanto en tan poco tiempo?

-Catra-
Adora dijo su nombre en un susurro, Catra abrió sus ojos, no podía creer lo que acababa de escuchar.

En un segundo Adora tenía sus brazos sobre el cuello de Catra, la atrajo hacía ella, Catra trató de resistirse pero Adora incluso inconsciente era más fuerte y con un rápido movimiento la acostaba junto a ella.

Los brazos de Adora la mantenían en su lugar, no podía moverse, incluso le había puesto una pierna encima, una parte de ella quería gritar y despertarla, pero una parte más grande le decía que se quedara ahí, que disfrutara de la cercanía de la semidiosa que ahora estaba en su cama.

Si se sentía embriagada estando un poco lejos, en este momento todos sus sentidos se llenaron de Adora, embriagándola aún más, podía sentir su olor, escuchaba sus latidos y su respiración, el roce de sus cuerpos y la temperatura de Adora, estaba totalmente sumergida en Adora.

Más tarde culparía a su medicamento y a la falta de sueño, pero su cuerpo se encontraba completamente relajado ante la ola de emociones que le brindaba la semidiosa a su lado, sintió sus ojos pesados y en unos segundos se quedó dormida.