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Adora entró a su casa aún tratando de recuperar el aliento, ¿comerse a otra chica con la mirada no era gay o si? ¿Qué hay de la electricidad al sujetar su mano? Acabo de volver a verla luego de tanto tiempo y ya imagino una vida juntas
- Concéntrate Adora- dijo en un suspiro

-¿Qué dijiste bebé?- decía Glimmer haciendo que a Adora casi le diera un paro cardiaco al darse cuenta que no estaba sola y sin saber si había dicho algo antes o solo lo había pensado, su mejor amiga la miraba con una ceja levantada desde la cocina

- ¿Pasó algo interesante? Estás tan roja que podrías explotar- dijo esto tratando de no reírse de su amiga que seguía petrificada en la entrada.

-Nna na nada, no ha pasado nada, ¿qu qué te hace pensar que pasó algo? No, nada, solo yo y el camino y la música y nadie interesante que se haya topado en mi camino...- dijo Adora mientras lograba que sus pies le obedecieran, logró acercarse a Glimmer sin atreverse a mirarla a los ojos.

-Nadie interesante ¿eh?- la pelirrosa dijo eso en un tono que Adora no pudo descifrar

-¡Buenos días queridas!- Bow aparecía para rescatar al dúo de un momento extrañamente incómodo-
¿Seguiremos preparando la fiesta verdad? Prepararé mis famosas galletas de triple chocolate para que nuestras vecinas acepten la idea sin dudar-
esto cambió inmediatamente el ambiente en la habitación

Adora colocaba los platos mientras Bow hacía el café para todos y se disponían a desayunar como cualquier otro día.

Al terminar de comer Adora subió a su habitación para tomar una ducha, sería un día largo y ya que no era buena para los postres, sus amigos le habían dejado irse.

Dejo correr el agua en lo que colocaba su ropa de entreno en el cesto de la ropa sucia, se metió a la ducha, le encantaba el sonido del agua, la relajaba, podía sentir cómo sus músculos, antes tensos por el ejercicio, se relajaban bajo el tibio roce del agua, cerro los ojos para poder mojar su cara y sentir el agua dándole pequeños besos a sus párpados. Al cerrarlos pudo ver unos ojos bicolor, paso su mano por su mandíbula como Catra lo había hecho solo una hora antes,

-Catra-

dijo su nombre, mientras se ruborizaba y una ligera sonrisa se asomaba, su mente se llenó de recuerdos de cuando eran pequeñas, de todo lo que solían hacer juntas, dirigió su mano hacía su cuello, aún con los ojos cerrados.

¿Cómo se sentiría la mano de Catra en su cuello?

Un pequeño escalofrío recorrió su cuerpo, habían pasado muchos años y el tacto de la castaña aún la podía enloquecer.
Adora se detuvo al darse cuenta que su playlist ya no sonaba por las bocinas con Bluetooth que tenían instaladas en la ducha.

¿Ya habían pasado más de 15 minutos?
Ella nunca se tardaba tanto, nunca se dejaba divagar tanto, al darse cuenta de lo que había estado pensando se ruborizó, qué patética se sentía
"Acabas de hablar con ella y ya quieres volver a verla y hacer otras cosas..." sacudió su cabeza para alejar esos pensamientos, se concentró en su ducha, por lo menos sabía que no la vería en todo el día, la forma en que se había despedido le daba esa idea.

Se puso una playera roja y unos joggers negros bajó con su cabello dorado agarrado como siempre, sus compañeros colocaban el listón de la caja de galletas y se alistaban para salir a la casa vecina.

Adora estaba tranquila, no había escuchado ninguna motocicleta cerca, quizás conocer a sus nuevas amigas le daría una idea de lo que Catra había estado haciendo durante estos años...

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