Capitulo 24:Pandemónium

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Sanji y Franky luchaban en vano por intentar pelear contra Drako… estaban en desventaja debido a sus heridas. Chopper observaba asustado la escena. Fue cuando aparecieron Zoro y Robin.

-Déjamelo a mí, ero kuku- ordenó Zoro mientras desenvainaba sus katana.

-Maldito marimo… no te metas en mi pelea…

-Sanji kun, deja que Zoro se encargue…- pidió Robin al ver el mal estado del rubio.

-¡Como tú digas Robin swan!

-Oi Chopper, llevate al ero kuku a Palacio… Luffy y Nami deben estarlos esperando. Franky y Robin, vayan con ellos…- Zoro asumió su cargo como segundo al mando y su voz no dejaba lugar a réplica. Hasta Sanji se quedó callado.

-¿Y qué hacemos con esa mujer? –preguntó Franky refiriéndose a Frieda. Zoro le dirigió una mirada rápida… la mercenaria estaba en un estado lamentable con todos los ojos hinchados.

-Llevénsela, pero si se pone difícil… Robin, ya sabes que hacer…- comentó en tono sombrío. No le agradaba tener que pedirle a Robin que matara a alguien, pero sabía que en caso necesario, Robin sería la única capaz de hacerlo. El espadachín giró con una sonrisa llena de perversa adrenalina hacia su oponente- Los alcanzaré luego –prometió de espaldas a ellos. Franky echó a andar ayudando (y ayudado) por Sanji. Chopper iba escoltando a Frieda y Robin iba a la retaguardia, intentando no voltear hacia donde estaba Zoro. No era que desconfiara de las habilidades de Zoro, solo que por primera vez, el oponente le parecía demasiado peligroso, incluso para alguien como Zoro. "Ten cuidado… Zoro" pensó mientras le lanzaba una última mirada.

-Fue así como el Gran Capitán Usopp salvó el planeta de una invasión extraterrestre… aún cuando muchos lo tildaron de loco… Y ahora, para amenizar un poco, cantemos juntos la canción número 99,987 de alabanza al Gran capitán Usopp…- Ace puso cara de horror al oir que Usopp aun no se cansaba de hablar. Había intentado convencerlo de que no era necesario que se molestara en cuidarlo, luego decidió dejarlo hablar con la esperanza de que se callara cuando se cansara… pero al parecer Usopp jamás se cansaría… Por suerte Luffy y Nami entraron en ese momento. Se veían agitados, aunque Luffy se veía más bien confundido. Una enorme sonrisa iluminaba su cara, haciendo que Nami pareciera fuera de lugar al entrar completamente agitada.

-¿Ace, te sientes mejor?- el chico asintió y Nami lo tomó de la mano sin perder tiempo y echó a andar fuera de la habitación, casi arrastrando al pobre Ace, que aunque se sentía mejor, no estaba del todo recuperado.- Usopp, nos vamos inmediatamente apenas lleguen Robin y los demás.

-Oi Luffy, ¿qué pasó?-le preguntó el narizón.

-Shi shi shi no entendí muy bien, pero creo que tenemos de irnos de Arabasta porque un almirante viene hacia acá…

-¡Y lo dices tan tranquilo, baka! ¡Eso es terrible!-gritó Usopp comenzando a temblar. Entonces notó que Luffy estaba demasiado sonriente.- Oi, Luffy… ¿te sientes bien? – volvió a preguntar, esta vez preocupado de que Luffy se hubiera vuelto loco o peor aún, de que esa sonrisa indicara que tenía intenciones de ir a plantarle cara al almirante.

-Shi shi shi es que soy feliz…

-Eso no hacía falta que lo dijeras…-aseguró Usopp, deslumbrado por la brillante sonrisa de su capitán.-Por cierto, ¿Dónde dejaste el afro?

-¿Uh? Ah, Nami me lo quitó cuando Kohza llegó a avisarnos sobre el almirante… aunque no estoy seguro de por qué…

Usopp decidió dejar el tema por la paz, definitivamente pasaba algo raro con Luffy. Incluso al pasar frente a las cocinas de Terracota san, no mencionó nada sobre comida, y no quitó para nada la sonrisa de su cara… "Un tipo realmente único… nunca sabes que esperar de él" pensó Usopp con interés.

Estúpida mujer ¿La amo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora