Capitulo 25:Redención.

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Akainu y sus hombres finalmente llegaron a donde el Sunny. El barco estaba rodeado de adorables criaturas peludas que estaban en posición de ataque, dispuestos a pelear si intentaban acercarse al Sunny. Casi simultáneamente, aparecieron Luffy y los demás por el otro extremo. Ace de inmediato les advirtió frente a quien se encontraban. Su rostro se ensombreció, no le agradaba para nada encontrarse con ese hombre. Su sentido de la "Justicia" era bastante retorcido.

-¡Akainu sama! ¡Son los Mugiwara!- exclamó el Capitán que lo acompañaba.

-Esto nos ahorra una absurda persecución.-comentó Akainu mientras sus codiciosos ojos recorrían a cada uno de ellos. Su mirada se detuvo en Frieda, quien apenas comenzaba a recuperar la consciencia. –Veo que pudieron controlar a Mab. No me sorprende, ella siempre ha sido más débil que Drako.- Frieda abrió los ojos y palideció al ver a nada más y nada menos que a su jefe Akainu frente a ellos. Miró aterrada hacia Sanji. Debía salvarlo… ninguno de ellos tenía oportunidad contra la Akuma no mi de ese hombre. Luffy comenzó a tronarse los nudillos. Realmente ya estaba harto de todo lo que le había pasado en los últimos días. Y no iba a permitir que ese sujeto tocara a sus nakama.

-Luffy… ten cuidado…-pidió Nami. Tenía un mal presentimiento sobre ese tipo, pero sabía que no podría convencer a Luffy de no luchar, además, Zoro y Robin aún no llegaban. La pelea era ineludible. El chico de goma le sonrió a su pelirroja y luego dio un paso al frente.

-¡Yosh! Te voy a patear el trasero…-amenazó a Akainu mientras se encasquetaba el sombrero.

Drako estaba eufórico. Jamás había pensado que se toparía con una oportunidad tan buena, y sin embargo, ese parecía ser su día de suerte. No tardó en llegar hasta el Sunny. Akainu ya estaba ahí. Mejor aún. Recuperó su forma humana mientras todas las miradas se posaban sobre él. Un grito ahogado brotó de la garganta de Nami al ver lo que el mercenario llevaba en sus brazos.

-Llegas tarde, Kira. –comentó en voz monocorde el almirante. Una sonrisa de satisfacción, sin embargo, se dibujó en sus labios al percatarse de quién era la persona que llevaba Drako.- Vaya, una captura interesante… -soltó una carcajada.

Entretanto, Zoro y Robin corrían por las calles de Alubarna hasta que de la nada, apareció Kohza montando a Karue.

-¿Pasó algo? Te ves agitado… - comentó Zoro al ver como el rostro del antiguo insurrecto estaba crispado de angustia.

-¡Es Vivi! ¡No ha regresado aún a Palacio! –exclamó desesperado. Robin sonrió para tranquilizarlo, pero una extraña inquietud comenzó a agitarse en su interior.

-¿No estarás preocupándote en vano? De seguro ya va en camino, además Pell estaba con ella…- Kohza meneó la cabeza, negándolo.

-Puede haber pasado cualquier cosa… si mal no recuerdo el tipo ese también puede volar. ¿Qué oportunidad tiene un halcón contra un dragón? –la sonrisa de Robin se esfumó. Kohza tenía razón. Ella misma, sin ser de tipo Zoan, había sido capaz de derrotar a Pell en unos cuantos minutos. Karue graznó con pánico. Al parecer compartía el mismo pensamiento que Kohza.

-Te ayudaremos a buscarla –ofreció Zoro, después de todo Vivi también era su nakama. - Oi Karue, necesito que le lleves un mensaje a Luffy. Será mejor que ellos partan cuanto antes. Si nos quedamos todos, corremos más riesgo.

-No te dejaré lastimar a Vivi….-la voz de Luffy sonaba peligrosa –sus nakama quedaron en suspenso. Habían tenido que hacer un enorme esfuerzo por no demostrar ninguna emoción que los delatara al ver a Vivi amordazada y en poder de sus enemigos. Pero Luffy era demasiado noble, y no podía disimular su ira que poco a poco crecía más y más. Una sonrisa de triunfo apareció en los rostros de los marinos.

Estúpida mujer ¿La amo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora