Jasper la miró con completa fascinación, era una criatura imperfecta, tan extraña como él, pudo ver desde lejos la vitalidad con la que sus mejillas se sonrojaron cuando lo descubrió observándola.
Jasper, había encontrado a su Tua Cantante.
Jasper...
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ALINA POV
Me removí en la cama intranquila. Me sorprendió ver claridad a través de las cortinas de mi habitación, así que me puse de pie y fui hasta la ventana, corrí las cortinas y sonreí al ver algunos rayos de sol golpeando el cristal. A pesar de ser tenues, allí estaban.
Fuí a darme una ducha y mientras estaba bajo el chorro de la regadera, no pude evitar pensar en lo sucedido, pero mi mente permaneció en Jasper. ¿Qué se supone que debía hacer?. Salí pronto y me vestí, aquel día pude llevar un suéter más liviano, tomé mi mochila y bajé a la cocina, me preparé un sándwich de jamón y queso. En la puerta de salida, había una nota pegada:
"Llévate el auto, conduce con cuidado por favor"
— Elsie.
No podía estar más feliz, me había salvado de caminar aquella mañana. Tomé las llaves y conduje hasta la escuela, lo primero que busqué en cuanto llegué fue la motocicleta de Jasper, pero no estaba. Tampoco la camioneta naranja de Bella, ¿qué estaba pasando?.
Durante el primer bloque de clases, no vi a ninguno de los dos y parecía más distante de lo normal, en realidad solo podía pensar en lo ocurrido.
Para el almuerzo, decidí no entrar a ninguna de las otras clases, me presenté a la enfermería fingiendo un dolor estomacal y con posibilidad de tener diarrea, la enfermera se había asustado tanto que me dió el pase para el resto del día casi de inmediato. Muchas veces tener buen ingenio y poder de convencimiento, me habían librado de muchos problemas.
Tome la carretera directo a la reserva, necesitaba respuestas y alguien debería darme. Llegué a la casita roja y apenas estacioné el auto frente a la casa, Billy abrió la puerta y me miró confundido. Me acerqué un poco y hablé:
— ¿Está Jacob o Bella, por aquí? —pregunté.
— Ninguno de los dos está aquí, ¿necesitas algo? —parecía confundido.
— No. Gracias, Billy. —subía al auto cuando a lo lejos vi a uno de los chicos venir hacia la casa. Espere.
En cuanto lo vi más cerca, me di cuenta de que era el tal Paul. Grandioso, seguro si le pedía una explicación, me querría volar la cabeza de un zarpazo. En cuanto me vio al lado del auto, se detuvo y miró unos segundos Billy y este solo se encogió de hombros, después caminó hacía mí. Di unos pasos hacia atrás y Paul parecía divertirse al ver que le tenía miedo o algo así.
— ¿Qué haces aquí, humana? —frunció el ceño.
— Buscando respuestas... —le dediqué una mirada— pensaba que Jacob podría dármelas.
— No está. —dijo cortante. — está entrenando con el resto del grupo.
— ¿Podrías decirle, si puede buscarme? —mi pregunta había sonado más como una súplica.
